Comunicado:
La noche del miercoles al jueves pasados colocamos un artefacto incendiario en la plaza de toros de Cascante (Navarra). Funcionaron y fueron efectivos.
La tauromaquia es un símbolo de la explotación animal en el que se torturan y asesinan toros porque hay gente que lo encuentra divertido. Pero estamos en contra de toda forma de explotación a los animales, y creemos en el veganismo como respuesta a tal explotación y como forma de vida.
Queremos dedicar la acción a los toros y caballos que han sido torturados, humillados y asesinados en esta plaza que hemos quemado.
F.L.A. (Frente de Liberación Animal)
Varios desconocidos quemaron durante la madrugada del 27 de noviembre la tribuna de presidencia de la plaza de toros de Cascante, que era de madera y que quedó totalmente calcinada. Al parecer, los autores del incendio utilizaron algún líquido inflamable que también aplicaron al burladero situado enfrente del citado palco de presidencia, siendo sus consecuencias de menor entidad que las registradas en el palco.
El pleno del ayuntamiento, celebrado el martes, expresó su repulsa ante este hecho vandálico que ha denunciado ante la Policía Foral. En estos momentos se está evaluando el coste de los daños, toda vez que el citado palco necesita una urgente reparación y reconstrucción.
Patrimonio de los vecinos
Como afirmó el alcalde, Antonio Irujo (PSN), durante el pleno, actuaciones como la ahora denunciada en la que, según dijo “se prendió fuego intencionadamente en la tribuna de presidencia de la plaza de toros”, ocasionan un perjuicio a toda la ciudadanía “puesto que lo que se ha quemado es patrimonio de las personas contribuyentes y su reparación ocasionará un importante gasto”.
Todos los grupos municipales -PSN, UPN y CIC- mostraron su “mayor repulsa” hacia los citados hechos, al tiempo que hicieron un llamamiento al vecindario solicitando su colaboración ante cualquier sospecha o evidencia de este tipo de acciones y facilitándola a la policía.
La plaza de toros de Cascante fue construida a principios de la década de los setenta. Permaneció cerrada desde 2001 hasta mayo de 2003 por problemas en su cimentación.
El consistorio cascantino invirtió entonces 210.000 euros en mejoras en el coso, que también supusieron una reducción de su aforo de 2.500 a 2.000 localidades.