Amigos, bien saben que mi fuerte no es el escribir, soy flojazo para ello, pero si estoy presente en gozar de cada acción directa que se realiza contra los cánones establecidos y desde acá intentare aportar con mi granito de arena.
A veces mi ser rebosa de odio por tanta injusticia social contra el pueblo pobre, y veo con angustia que este pueblo “en su gran mayoría” se deja pisotear, no existe una respuesta frontal a la violencia que ejercen los guardianes de los ricos, ellos matan, reprimen y encarcelan a nuestra gente y todos son meros espectadores, creo que este es el momento para atacar con fuerza y arrojo al Poder, si fuéramos un poco consecuentes con lo que pensamos ya estaríamos ajusticiando a los opresores de hoy y de ayer, que sin remordimiento alguno pasean con sus familias por nuestro terruño.
Hay que usar todos los medios que estén al alcance para responder con fuego a la violencia estatal, ya no debemos seguir siendo los golpeados pasivos, por cada hermano muerto en la lucha dos chanchos deben morder el polvo, la acción directa debe ser fuerte y contundente, cada luchador debe ser un arma consciente y debemos sostener nuestra bandera de lucha aunque en ello se nos vaya la vida, debemos devolver golpe con golpe, muerte por muerte, ya basta de pasividad cómplice y de ocultar nuestro descontento, hagamos que los chanchos no puedan abanicarse con sus apremios, no olvidamos a nuestros caídos, un combatiente sin memoria es un oprimido sin historia.
¡Que la miseria incremente nuestro odio a los poderosos!
¡Que los ricos y sus guardianes junten miedo!
¡A derribar todas las cárceles!
¡Sabotajes a los iconos del Poder ahora!
Bueno mis queridos compitas, desde acá les deseo lo mejor para todos ustedes y que continúen luchando desde cualquier trinchera para que nuestro pueblo viva en libertad y con dignidad.
Fraternalmente,
José Miguel Sanchez Jimenez
Cárcel de Alta Seguridad (C.A.S.) Modulo J3ro.
Nota por LT: El compañero al decir “chanchos”, hace referencia a los agentes de la policía. No lo compartimos, pero entendemos que dentro de la historia combativa de este territorio es una vieja costumbre hacer esta comparación. Por lo demás creemos que en dicho paralelo los cerdos son infinitamente más dignos que los bastardos de uniforme.
Para ver un poco más de la historia de José Miguel, leer la carta que escribio para la CCF, aquí.