Compañerxs intentaré ser lo más breve posible, pues ya tendré tiempo de sobra en el futuro para dejar en claro mi postura y mis reflexiones. Mi posicionamiento sigue siendo el mismo: mi reivindicación absoluta como anarquista y único responsable de mis actos. Por ahora, me limitaré a agradecer toda la solidaridad de lxs compañerxs afines y a “denunciar”, sólo algunos hechos de todo este viciado proceso que comenzó al momento de reivindicarme Anarquista, de lo cual no me arrepiento ¡Arrepentido jamás!
1.- Quisiera denunciar la total complicidad de los médicos del Hospital General Rubén Leñero de la Ciudad de México con el Ministerio Público en todo lo referente a la modificación de dictámenes para que coincidieran con la parte acusadora. Con esto me refiero específicamente a la declaratoria, misma que fue tomada a sólo dos o tres horas de la intervención quirúrgica, aún anestesiado, con fuertes vómitos y mareos.
En el marco de esta cobarde complicidad hay que inscribir la actuación del médico legista, quien afirma que yo estaba apto para rendir declaración cuando ni siquiera efectuó una revisión adecuada y nunca me dirigió pregunta alguna para conocer mi estado de salud físico y mental.
2.- Como lo he dicho desde el principio, acepté en cierto modo mi absoluta responsabilidad. Como individuo soy ante mí y sólo ante mí, responsable de mis actos, por eso me reivindiqué desde el momento de mi detención como anarquista, pero analizando detenidamente las declaraciones, he encontrado muchísimas cosas que yo no dije, pero que, dada la situación era obvio que las iban alterar. Precisamente, aquí entra la complicidad del abogado de oficio quien claramente estuvo a favor del Ministerio Público, prestándose a todo este montaje.
3.- Asimismo denuncio que el juez que lleva mi caso está claramente coludido con el Ministerio Público, pues desde el momento en que cambié de abogadas, rechazando la “defensoría” pública, nos pusieron muchas trabas con la plena intención de evitar a toda costa que ellas pudieran tomar mi caso.
La más cínica de estas intentonas, es la negativa del juez a aceptar las pruebas presentadas por mis abogadas que demuestran que yo no escribí “de puño y letra” –como afirma el juez en complicidad con el Ministerio Público–, la primera declaración, al encontrarme imposibilitado por los efectos de la anestesia que no me permitían ni leer (apenas leí dos líneas de su declaración y vomité a causa del mareo), mucho menos, podía escribir; por lo que me obligaron a firmar la declaratoria. Además, hay que destacar, que el juez tampoco aceptó las pruebas que confirmaban que dicha declaración no era de mi autoría, basadas en el dictamen grafoscopio que me realizaron y que dicta claramente que no coincide dicha declaración con mi letra.
4.- Desde mi ingreso al Reclusorio Sur e igualmente durante mi estancia en el hospital, el Ministerio Público ha intentado mi aislamiento por todos los medios, ya que me han impedido las visitas, dejando únicamente a mi madre verme una vez a la semana. De igual forma ha intentado ponerme en un lugar séptico no apto para mi recuperación, lo que no ha ocurrido gracias a que los doctores del Reclusorio me mantienen en un área relativamente limpia.
Durante mi reclusión en el Hospital General Rubén Leñero, con la complicidad del director y de los médicos a cargo, se me mantuvo en un área inadecuada para la atención de mis heridas, con custodia permanente alrededor de mi cama y a merced de los interrogatorios. Debo puntualizar que todo esto me lo señalaron cínicamente los mismos policías, amenazándome con que me contagiaría con severas infecciones dada la poca higiene que mantenían a mí alrededor.
5.- También quiero hacer público el acoso constante que están sufriendo mis abogadas por haber aceptado llevar mi proceso, esto incluye visitas a sus domicilios e intimidación a familiares; burlas y comentarios amenazantes, entre otras cosas. Lo que se suma a la larga lista de actos contra mi proceso.
6.- Quiero agradecer públicamente a los demás presos del lugar donde me encuentro porque me han ayudado con las medicinas, alimentos, aseo personal y a mantener medianamente limpio el lugar, lo cual facilita mi pronta recuperación.
Compañerxs, por último me gustaría aclarar que todas estas denuncias y declaraciones, no las hago con el afán de victimizarme ni tampoco con la finalidad de que nuestros eternos enemigos: los jueces, policías y demás mercenarios del sistema de dominación, se compadezcan de mí. A ellos no les pido nada. Nunca mendigaré mi libertad. Todo el “proceso jurídico” lo llevo adelante como mera estrategia, nada más.
Sólo escribo estas líneas para dar a conocer la situación en la que me encuentro a los compas afines, a mis amigos, a la familia y toda esa cofradía cómplice de compas solidarios que se teje día con día alrededor del mundo. Después de reflexionar profundamente durante todos estos días, es muy posible que de aquí en adelante comience a negarme a colaborar con los interrogatorios y dictámenes de la parte acusadora, cosa que debí haber hecho desde el principio. Aunque legalmente no sea buena estrategia, como algunas personas me aconsejan, esta decisión tiene más relación con mis convicciones y es la consecuencia de mi posición frente a la autoridad y ante cualquier Poder. Esta experiencia ha sido difícil pero con fuerza, mucho coraje y la complicidad de mis afines, ha salido adelante. ¡Gracias al apoyo de todxs ustedes!
Si desde el principio acepté la responsabilidad de mis actos fue también, en parte, porque no quise que se involucrara a más compañerxs de ideas en mis acciones individuales.
Nuevamente agradezco toda la solidaridad de su parte y saludo todos los actos dirigidos en mi apoyo y de Felicity, sin menospreciar alguno, ya que todos tienen su propio peso y su debida importancia. Agradezco mucho a los compas de CCF-Grecia por su carta, sus palabras me dan fuerza para seguir adelante.
¡¡¡Jamás vencidxs, jamás arrepentidxs!!!
¡¡¡Que viva la Anarquía!!!
Mario López, “Tripa”,
Anarquista Preso por el Gobierno del Distrito Federal,
México, Julio 2012.