El 13 de julio se llevará a cabo, en la “Corte di Cassazione” de Roma, la última instancia de juicio del proceso contra 10 de los compañeros y compañeras condenados por la participación en los enfrentamientos de Génova, en julio del 2001 (Cumbre del G8).
Los acusados han sido condenados por el tribunal de Génova a penas durísimas, de 10 a 15 años, y ahora las sentencias arriesgan/pueden llegar a ser ejecutadas.
Los diez sirven como chivo espiatorio: a través de ellos el Estado quiere atacar a los centenares de miles de personas que salieron a las calles aquellos días y en primer lugar a aquellos que contribuyeron a desencadenar la revuelta contra la arrogancia de los poderosos. No aceptamos la represalia de Estado; golpear a estos compañeros significa lanzar una fuerte ofensiva contra el completo movimento.
Mientras tanto, los responsables de las masacres indiscriminadas (durante el G8), del asalto a la escuela Diaz, de las torturas de Bolzaneto y del asesinato de Carlo Giuliani, duermen tranquilamente y son premiados por sus operaciones de carnicería basica.
Pensamos que es nuestra responsabilidad directa entregar solidaridad a los compañeros condenados, denunciar y rechazar esta maniobra represiva, reivindicar el valor de las jornadas de Génova.
Pensamos además que en este período de ataques violentos de parte del sistema capitalista en contra de los explotados, es importante contraponerse a la criminalización de todas aquellas luchas que escapan de los restringidos límites de lo permitido. Criminalización que pasa, además, por las duras condenas atribuibles gracias a la utilización de la figura de devastación y saqueo.
Por estas razones es importante dar vida a una movilización en apoyo a los condenados. Lanzamos entonces, un llamado de solidaridad internacional para dar curso a iniciativas y acciones durante la semana previa al proceso.
Además, invitamos a todas a participar de la manifestación de solidaridad que se realizará el día de la audiencia, fuera de la “Corte de Cassazione di Roma”, para hacer sentir directamente nuestra voz a los inquisidores.