Hoy 31 de Mayo se realizo la audiencia de apelación en la cual la defensa de nuestro compa y amigo Pedro Quezada Neculman presentaría pruebas IRREFUTABLES de su inocencia en el montaje orquestado en su contra.
Nuestro compa se encuentra Hoy encarcelado por mas de 1 mes y medio, acusado por lanzar una bomba molotov a un esbirro de las fuerzas
especiales en una manifestación en la Universidad de Playa Ancha (UPLA) enmarcada en el día del joven combatiente.
La jueza Ingrid Albial desestimo las pruebas presentadas y reafirmo la medida cautelar de prisión preventiva hasta el fin de la investigación en
contra de nuestro compañero, señalamos ademas que esta es la 3ra apelación negada por los tribunales.
A nuestro compañero se le hicieron pericias de hidrocarburos en su manos las cuales salieron NEGATIVAS por lo cual se concluye que no manipulo bombas molotov, y también se realizaron peritajes a diferentes fotografías en que se demuestra que el no fue quien arrojaba bombas molotov contra los pacos.
Llamamos a todxs lxs compañerxs a solidarizar con el Negro, que nuestros gritos y acciones traspasen el frió hormigón de su celda y pueda abrazar por fin a sus compañerxs en la calle.
CONVOCAMOS A JORNADAS DE AGITACIÓN Y DIFUSIÓN POR LA LIBERTAD DEL NEGRO!
Comunicado de Pedro Quezada Neculman:
Para mi familia, mis amig@s, compañeros y compañeras de la Universidad y de lucha:
Este comunicado lo escribo con la intención de informar y denunciar mi condición carcelaria y de “peligro para la sociedad”, en la que me encuentro injustamente hoy.
Comunicado de Pedro Quezada Neculman, desde el Módulo 111, Celda 19, Cárcel de Valparaíso:
Primero que todo, quisiera señalar que las situaciónes de “montaje”, como la que me afecta particularmente como estudiante, se han venido dando progresivamente durante los últimos años, tanto en el gobierno de Piñera como el de la Concertación. Sin duda, detrás de toda esta situación judicial, existe una clara intención de “criminalizar” la movilización social generalizadamente. Esto lo podemos observar en los dos conflictos símbolos del malestar social durante los últimos meses y que tuvieron un apoyo transversal, tanto a nivel nacional como internacional; me refiero al movimiento estudiantil y la lucha de Aysén. Ambos sufrieron la represión del Estado y la presión del Poder Judicial para inclusive, aplica la “ley de seguridad interior” en contra de pobladores, trabajadores, jóvenes, niños y ancianos que se manifestaban cansados de las alzas, de la desocupación, de la violación de sus derechos y sin expectativas para poder vivir dignamente.
El trato del gobierno frente a estos conflictos y un sin numero de otros, son la evidencia de que solo se está aplicando “mano dura” frente a gente que busca legítimamente reivindicar sus justas demandas, sin dar soluciones a las justas luchas.
Claramente, mi situación y la de muchos otros, se da en un contexto donde el movimiento social crece y muestra signos de fortalecimiento y consolidación, en tanto los conflictos se agudizan. Asimismo la baja aprobación al desempeño del gobierno, las fuertes críticas de órganos internacionales de derechos humanos a la represión orquestada por Hinzpeter, la poca credibilidad de la opinión publica a la “clase política”, son los indicadores de que el pueblo de Chile esta despertando de un largo sueño, de que está creciendo y levantándose.
Mucho más que amedrentarnos, las intransigencias y represión nos impulsan a avanzar, a conocer la vida dentro de otra, como lo es la cárcel, a aclarar nuestras convicciones, acciones y reivindicaciones.
La situación en la que me encuentro lamentablemente le podría pasar a cualquiera, por lo que debemos ser capaces de prever la represión fortaleciendo nuestros lazos de solidaridad, con la fuerza y coordinación que nos caracteriza como estudiantes. Aprovechar lo mediático, las redes sociales y lo que esté a nuestro alcance para dar muestras de apoyo a los presos políticos que vienen. Debemos hacer unidad frente al gobierno y sus instituciones represivas, demostrarles que si nos tocan a uno nos tocan a todos y que por ello no permitiremos la “criminalización” de nuestra lucha justa por una vida digna.
Por otro lado, quisiera referirme y denunciar a los medios de comunicación controlados por grandes corporaciones económicas, los cuales en todo este contexto juegan el sucio papel de tergiversar la información y justificar el actuar represivo. Particularmente en mi caso, se me ha declarado culpable desde el primer momento, sin siquiera haber existido mínimamente un juicio legal, formando así parte fundamental de la criminalización y vulnerando mi derecho constitucional de “presunción de inocencia”. En este sentido no descarto iniciar acciones legales al momento en que se afirme mi total inocencia de los cargos que se me imputan, con la expectativa de que los tribunales actúen con la misma fuerza con que se han empeñado en devolverme a prisión. La violación a este derecho no puede quedar impune en un país que se jacta de tener una “democracia solida” donde las “instituciones de justicia son imparciales en sus decisiones y el gobierno no interviene en ellas”.
Desde aquí dentro, saludo a mis compañeros y compañeras de lucha y universidad, a mi familia, amigos y vecinos, entre muchos más. A las organizaciones sociales y políticas que me han apoyado, a los medios de información independientes. Quisiera particularmente saludar a Luisa Toledo, madre de los hermanos Vergara y a la CONFECH y a Recaredo Galvez quienes me han brindado un gran apoyo. También agradecer a los medios que han cubierto el proceso como Radio BioBio, TeleSur, entre otros, los cuales han sido muy útiles para aclarar e informar mi situación.
Espero ser claro en mi comunicado, para hacer llegar mi mensaje a ustedes de que su apoyo ha sido fundamental y lo agradezco demasiado.
Por último, envió un abrazo a la Defensoría Popular de Santiago que son un ejemplo y que me han prestado ayuda judicial desde el primer momento que acudí a ellos.
Esperando recobrar pronto mi libertad para poder continuar mis estudios, desde el modulo 111, celda 19, se despide su compañero, amigo, hermano e hijo.
Pedro E. Quezada Neculman