Reivindicación del ataque armado contra a Roberto Adinolfi de la empresa Ansaldo Nuclear, Italia

Comunicado:

Las ideas nacen de los hechos, las palabras acompañadas de la acción llevan la impronta de la vida. Hemos dejado cojo a Roberto Adinolfi, uno de los tantos hechiceros del átomo de ánima cándida y conciencia tranquila. Roberto Adinolfi, ingeniero nuclear, consejero delegado de la Ansaldo Nucleare, ha conducido en calidad de director técnico el consorcio Ansaldo-FIAT, creado para proyectar las instalaciones italianas de Montalto di Castro y Trino Vercellese, en el pasado ha colaborado en la modernización del extinto Superphenix y ha construido instalaciones en Cernavoda en Rumanía. Antes de que la energía nuclear volviese a caer en desgracia ha sido uno de los mayores responsables, junto a Scajola, del regreso de la energía nuclear en Italia. Miembro de la comisión Unicen para la normativa nuclear y vicepresidente de la Società Nucleare Italiana, componente del Consejo Directivo de la plataforma tecnológica europea Sustainable Nuclear Energy. Aun no amando la retórica violentista con cierto agrado armamos nuestras manos, con placer llenamos el cargador. Empuñar una pistola, elegir y seguir al objetivo, coordinar mente y mano han sido un paso obligado, la lógica consecuencia de una idea de justicia, el riesgo de una elección y al mismo tiempo un confluir de sensaciones placenteras. Un pequeño fragmento de justicia, plomo en las piernas para dejar un imperturbable recuerdo de aquello que es a un gris asesino. El objetivo es un científico incoloro, un tecnócrata, palabra tristemente de moda en estos tiempos, que tras una ficticia neutralidad esconde la longa manus del capital, un dirigente poco inclinado a aparecer en escena, al mismo tiempo un responsable perverso que no sólo ha proyectado y modernizado centrales nucleares que han provocado y continuan provocando muertos alrededor del mundo. No sólo ha proyectado o ha colaborado en la gestión de centrales mortíferas sino que ha promovido su implantación y explotación con la Ansaldo confabulando con los respectivos gobiernos; ciencia, política y economía en perfecta connivencia. La ciencia en siglos anteriores nos había prometido una edad de oro, hoy nos está llevando de la mano hacia la autodestrucción y la más total de las esclavitudes. El binomio ciencia-tecnología no ha estado nunca al servicio de la humanidad, en su más profunda esencia muestra la necesidad urgente de eliminar todo aquello que es irracional, de deshumanizar, aniquilar, de hecho destruir a la humanidad. El capitalismo con ayuda de la ciencia tiende a anular los conflictos, los individuos hoy son libres de realizar su subjetividad sólo a través del consumo y la producción de mercancías. La máquina ordena, el hombre ejecuta. El capital ordena, el consumidor consume. La ciencia ordena, la tecnología mata. Estado y ciencia, capitalismo e ideología, son una única cosa, un único moloc. Pactos cada vez más estrechos entre estados, capitalismo difuso, ciencia sin escrúpulos, tecnología criminal, están matando inexorablemente el planeta. A pocos kilómetros de nosotros, en Francia, Suiza, Rumanía, las centrales nucleares ya ni se cuentan. Sólo en la Unión Europea hay ciento noventa y siete, doce cerca de las fronteras italianas. Adinolfi bien lo sabe, es sólo cuestión de tiempo y una Fukushima europea dejará muertos en nuestro continente. Estamos seguros ingeniero de que nunca, ni siquiera por un segundo, te has sentido corresponsable de semejante espada de Damocles sobre nuestras cabezas. Te damos una mala noticia: a toda acción corresponde una acción igual y contraria, es tu Física la que lo enseña. Con esta nuestra acción te restituimos una pequeñísima parte de los sufrimientos que tú, hombre de ciencia, estás esparciendo por el mundo. Roberto Adinolfi, hombre puntero de la Ansaldo Nucleare, tentáculo de la Finmeccanica, monstruoso cefalópodo gigante artificial. Sus tentáculos por doquier se estrangula, mata, oprime. Finmeccanica quiere decir Ansaldo Energia con sus tumbas nucleares. Finmeccanica quiere decir Ansaldo Breda con sus trenes de alta velocidad que devastan el territorio. Finmeccanica quiere decir Selex Sistemi Integrati, Dirstechnical Service Inc Elsac Datamat con sus equipamientos a la policía racista estadounidense para el control de las fronteras mejicanas, con su delirante proyecto de muro electrónico en la frontera de Libia contra los migrantes, y sus sofisticadas dotaciones electrónicas a los carabineros chilenos.

Finmeccanica quiere decir Avio, Alenia, Galileo y Selex con sus mortíferos cazabombarderos F35, y los terribles aparatos aéreos teledirigidos. Finmeccanica quiere decir polígono interfuerzas armadas del Salto di Quirra en Cerdeña. Finmeccanica quiere decir bio y nano tecnología. Finmeccanica quiere decir muerte y explotación, nuevos confines del capitalismo italiano. Los seres humanos están hechos de carne y sueños. Nuestro sueño es el de una humanidad libre de toda forma de esclavitud, que crezca en harmonía con la naturaleza. Un sueño que hacemos vivo en el momento en el cual luchamos para materializarlo. Este sueño tiene para nosotros un nombre, “anarquía”, y estamos dispuestos a jugarnos todo para materializarlo. No estamos solos en esta aventura, en todo el mundo una nueva anarquía ha florecido al lado de un anarqu-ismo ideológico y cínico, un anarqu-ismo vaciado de todo soplo de vida, que sólo en la teoría y el presencialismo en asambleas y manifestaciones halla su realización, todo ello envilecido por un civismo que apesta a muerte. Una nueva anarquía ha surgido de la putrefacción de este anarqu-ismo, miles y miles de núcleos esparcidos por el mundo que hablan entre ellos a través de miles y miles de acciones. Damiano Bolano, Giorgos Nikolopoulos, Panagiotis Argyrou, Gerasimos Tsakalos, Mihalis Nikolopoulos, Olga Ikonomidou, Christos Tsakalos, Haris Hadzimihelakis, la célula de los miembros presos de la Conspiración de Células de Fuego/Federación Anarquista Informal, han sido estos hermanos y esta hermana quienes nos han dado la determinación y el coraje de luchar, su coherencia y capacidad proyectiva nos han hecho fuertes. Camenisch, Pombo da Silva, Eat y Billy, Tortuga, Silvia, Costa, Billy y tantos otros presos en cárceles de medio mundo, Rusia, México, Chile, Indonesia, Suiza, Estados Unidos, han sido ellos quienes nos han enseñado a no tener miedo de las cárceles. De Blasi, Piñones, Di Napoli, Cinieri, Morales, Sole, Baleno y los tantos asesinados por la represión estatal, han sido ellos quienes nos han enseñado a no tener miedo a la muerte. Han sido las hermanas y los hermanos a nosotros desconocidos de la FAI/Frente Revolucionario Internacional italiana que nos han precedido quienes nos han dado una concreta perspectiva organizativa informal. Con su determinación, constancia y testarudez, a despecho del pesimismo general, contra una crítica-crítica siempre llena de rencor, contra un realismo sin esperanza, contra todo y todos han logrado mantener prendida la antorcha del nuevo anarquismo. Antorcha vuelta luminosa como el sol cuando las hermanas y los hermanos de la CCF han aportado su contribución de coraje-acción-organización. Si hubiésemos sido realistas no habríamos armado nuestras manos. Si hubiésemos sido realistas no afrontaríamos tantos riesgos, viviríamos nuestra existencia produciendo y consumiendo, si acaso indignándonos. Somos locos amantes de la libertad y nunca renunciaremos a la revolución, a la destrucción completa del estado y su violencia. En nuestra revuelta anarquista y nihilista la esperanza de un futuro sin fronteras, guerras, clases sociales, economía, explotados y explotadores. La posibilidad de concretar este sueño es para nosotros como un resplandor en la oscuridad. Por cuanto pueda ser de débil este resplandor siempre vale la pena probar, cueste lo que cueste, la calidad de nuestra vida saldrá siempre enriquecida. A vosotros anarquistas que nos acusáis de ser veleidosos, aventureros, suicidas, provocadores, mártires, os decimos que con vuestras luchas “sociales”, con vuestro civismo, trabajáis en el reforzamiento de la democracia. Siempre a la búsqueda del consenso, sin sobrepasar jamás los límites de lo “posible” y de lo “racional”, la única brújula de vuestras acciones el código penal. Dispuestos a arriesgar sólo hasta un cierto punto, siempre dispuestos a encontrar infinitas justificaciones ideológicas con tal de no admitir vuestros miedos. Estamos seguros de que un día tendréis la última palabra también sobre nosotros, como en el pasado la habéis tenido sobre otras experiencias de lucha armada. Dentro de algunos años escribiréis un bonito libro sobre nuestra historia, criticando nuestros errores y nuestras carencias, desde la altura de vuestra “coherencia” no se es nunca lo bastante revolucionarios, pero nadie, ni siquiera vosotros, podrá quitarnos el placer que hoy sentimos habiendo materializado plenamente y vivido aquí y ahora nuestra revolución. Si nos detenemos en la vida de la inmensa mayoría de nosotros anarquistas nos damos cuenta de que no está tan lejana de la alienación de quien consume, produce y revienta. Producimos y consumimos cultura radical y música alternativa y lentamente, muy lentamente, reventamos sin jamás haber empuñado un arma o golpeado a un opresor. Toda nuestra tensión revolucionaria se desahoga en artículos encendidos para nuestros periódicos y sitios web, en textos encendidos para nuestras canciones y algún esporádico enfrentamiento en la calle, lo justo para acallar la conciencia. Quede bien claro que es una autocrítica la que hacemos, no nos sentimos tan diferentes de los demás anarquistas. Empuñando una estúpida pistola sólo hemos dado un paso más para salir de la alienación del “no es todavía momento…”, “los tiempos no están maduros…”. Vencer al miedo ha sido más simple de lo que habíamos imaginado. Realizar hoy aquello que sólo hasta ayer nos parecía imposible es la única solución que hemos hallado para abatir el muro de la opresión cotidiana, de la impotencia y de la resignación que nos han visto hasta ahora como piezas de juego de un anarquismo insurreccionalista de fachada, que con su falta de coraje legitima al poder. Podíamos golpear a la búsqueda del “consenso” allí donde el diente duele, por ejemplo algún dirigente de la Equitalia, pero con esta acción no vamos a la búsqueda de “consenso”. Lo que ahora buscamos es complicidad. En un pasado reciente un núcleo de la FAI/FRI lo hizo hiriendo gravemente a un dirigente de la Equitalia, lo hizo recibiendo una difusa aprobación, cosa que los anarquistas autodenominados “sociales” en estos años han intentado infinitas veces alcanzar sin nunca conseguirlo. Los hermanos y las hermanas del “Núcleo Free Eat y Billy” nos demostraron con esa acción que a fin de cuentas la coherencia paga y que no hay necesidad de limitarse a las acciones para obtener “consenso”. Estos compañeros sacudieron de nuestros hombros una maldición que está pesando desde hace demasiado tiempo sobre los hombros de los anarquistas, la maldición de esa malinterpretada búsqueda de consenso social que ata las manos de cuantos son conscientes de la urgencia de actuar, aquí y ahora. En estos tiempos en los que tantas certezas del estado-capital están naufragando la idea de libertad no admite dispensas: la idea de social en lucha en la que nos reconocemos y queremos movernos es la de un pueblo en armas contra toda forma de opresión estatal, política, económica. No consideramos un referente los ciudadanos indignados por algún mal funcionamiento de un sistema del que quieren continuamente formar parte. Confundir rabia e indignación con un proceso de revuelta al status quo es señal de una peligrosa miopía revolucionaria. Hace encandilar a compañeros incluso generosos en el cultivo de una parcelita de democrático disentimiento, con sus pequeñas camarillas y clanes, sus politicuchos del montón, la generosidad que se transforma en asistencialismo, la espectacularización del enfrentamiento con consiguientes manipulaciones mediáticas. Sólo la radicalización del conflicto puede conducir a trayectos de libertad individual y social. Localizar el objetivo, “golpear donde más duele”, saber reconocer al enemigo incluso cuando se disfraza de cordero. Hacer trabajar a la par las armas de la crítica y la crítica de las armas. No hay retórica ni espectáculo en una acción llevada a término con la adecuada elección de instrumento y objetivo. Con esta acción damos origen al “Núcleo Olga”. Con entusiasmo nos adherimos a la FAI/FRI, uniéndonos a los tantos grupos de la nueva internacional anarquista esparcidos por el mundo, México, Chile, Perú, Argentina, Indonesia, Rusia, Inglaterra, Italia, España, Grecia…

Núcleo Olga FAI/FRI

N del T: Se ha mantenido la estructura de bloque del original, sin puntos y aparte, aunque sí se ha añadido algo de puntación para mitigar el efecto metralleta. Cuando ha aparecido por primera vez una sigla se ha especificado su significado, y por último se ha pasado a cursiva lo que venía en latín. Se menciona en el original a varios compañeros caídos. Sole, Baleno y Mauricio Morales están cercanos en el tiempo, la memoria y el corazón, y en caso de desconocer quiénes eran es relativamente fácil conseguir información. Esto último quizá sea más difícil desde Luigi De Blasi hacia atrás, así que ahí va:

-Luigi De Blasi. Falleció el 24 de agosto de 1989 en un aparcamiento del barrio Prenestino de Roma, al estallar el coche bomba en el que se hallaba. Su cadáver no fue oficialmente identificado hasta un año después. Supuestamente el compañero estaba preparando una trampa contra la Policía, en respuesta a los asesinatos a sangre fría cometidos por ella unos días antes, cuando mató a unos presuntos delincuentes sardos y un calabrés. Fuente: Montaje Marini, crónica y unas pocas reflexiones.

-Salvatore Cinieri. Nacido en abril de 1950. Se casó en Asti con la hermana de Attilio Di Napoli, tuvieron cuatro hijos. Su primer arresto fue a finales del 76 en relación a los Núcleos Armados Proletarios. Consiguió evadirse de prisión pero volvió a ser detenido durante una investigación contra Acción Revolucionaria. Fue asesinado por otro preso el 27 de septiembre del 79 en la cárcel Le Nuove de Turín. Sguardi ritrovati (”Miradas reencontradas”), editorial Sensibili alle foglie, colección Progetto Memoria.

-Attilio Di Napoli y Aldo Marín Piñones. Nacidos ambos en febrero de 1953, en Milán el primero y en Vallenar (Chile) el segundo. Miembros de Acción Revolucionaria, murieron por la explosión accidental del artefacto que estaban confeccionando en Turín, el 4 de agosto del 77. Óp. cit.

DDM