Desde el 17 de febrero, los compañeros Freddy Fuentevilla, Marcelo Villarroel y Juan Aliste, se encuentran en Huelga de Hambre, en concordancia con los días de agitación solidaria internacional por su libertad (19 al 29 de febrero).
De momento sabemos que los compañeros han sido castigados y aislados por la medida de lucha que están llevando a cabo, y que se les esta prohibiendo el ingreso de agua, con el claro fin de aniquilarlos, no solo moralmente, sino que físicamente también, dado que la falta de suficiente liquido por mas de diez días acarrearía serios problemas de salud en los tres luchadores.
La actitud desde el poder judicial encarnado en los carceleros de turno y diversos lacayos es esperable, la obsecuencia de los medios de comunicación tambien, todo el sistema de dominio en claro revanchismo ante quien no se doblega, ni se arrepiente, ante quien mantiene la mirada alta y el puño firme y combativo. Es claro, ellos son verdugos al servicio del sistema, y acá hay revolucionarios, subversivos, libertarios. Prisioneros de la guerra social.
Castigarlos para ejemplificar al resto de combatientes, potenciales o activos. Aniquilarlos. Lo han intentado en la región dominada por el Estado argentino antes, y lo intentan ahora tras la cordillera. Aun así, no conseguirán nada mas que reforzar las convicciones de quien sabe que solo la lucha nos hace libres.
Es ahora, en el afuera, en donde debemos romper el silencio reinante que pretende enterrar vivo a los compañeros, cualquier gesto de solidaridad es bienvenido y deseable.
¡Mientras exista miseria habrá rebelión!
¡POR LA DESTRUCCIÓN DE TODAS LAS CÁRCELES!