A ocho meses de los asesinatos de Diego Bonefoi (15 años), Nicolás Carrasco (16 años) y Sergio Cárdenas (29 años), provocados por la Policía de Río Negro, en la ciudad de Bariloche, cerca de un centenar de personas entre familiares y solidarios/as realizaron una manifestación en el Centro Cívico de esa ciudad. Como cada 17 de cada mes, familiares de los tres jovenes asesinados convocan a una marcha en memoria y reclamando justicia por las muertes ocurridas el 17 de junio de 2010.
Este 17 de febrero casi al finalizar la manifestación en la Unidad Regional III de la Policía, un grupo de alrededor de 8 encapuchadxs se lanzaron contra la comisaría, donde pintaron el frente, tiraron piedras y finalmente lanzaron bombas molotov a la parte alta del cuartel.
El edificio sufrió serios daños en su exterior, mayormente de madera y piedra, y también en sus instalaciones de teléfono, electricidad y comunicaciones. El edificio se encontraba sin custodia y estuvo varios minutos a la voluntad de lxs atacantes. Luego llegaron los agentes del grupo policial BORA que con gases lacrimógenos dispersó a toda la gente que se encontraba en el lugar. Sin detener a nadie.
Al lugar llegaron bomberos quienes no permitieron que el fuego se propagara y explicaron que “faltó muy poco para que se prenda fuego el techo de tejuelas del edificio, lo que hubiera sido grave y más difícil de apagar”.
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