Palabras internacionales solidarias con lxs presxs de la CCF

“En la cárcel, quizás de forma más explícita que en la calle, las actitudes de prisioneros y carceleros van marcando un enfrentamiento de posiciones dentro de la prisión. No se trata de mejorarlas, no se trata de obtener beneficios, se trata de transitar por el camino de la dignidad rebelde, estemos donde estemos, se trata de poder mirarnos al espejo al día siguiente y no ver esclavos, de no soportar ni aguantar la domesticación.”



Desde la lejanía, la palabras llegan traducidas con el único idioma que todos entendemos: El de la lucha por la libertad. No se tranforma ningún miedo, persona, nombre o sigla en fetiche, en el lenguaje antiautoritario sencillamente no existe esa posibilidad como mucho menos la de líderes, profesionales o autoridades.

Hoy, por el momento, ya no veo el gri del cemento que rodea todo en aquellas tumbas pero no por eso el olvido nubla el presente. Las jaulas, las celdas, los carcerleros y los prisioneros siguen ahí… a unos cuantos metros o quizás kilómetros.

Porque los carceleros de acá quizás se parezcan mucho a los de allá, porque el sonido de las rejas y candados no debe ser muy distinto, quizás las condiciones y regímenes internos pueden variar FIES (España), TIPO-F (Turquía), Módulos de Máxima Seguridad (Chile) comparten una estructura y un objetivo común. Sin duda los opresores aprenden entre ellos.

La solidaridad entre los compañeros presos, entre ellos mismos atravesando celdas, módulos, prohibiciones, cárceles, fronteras es la urgencia desencadenada por la cotidiana y permanente represión.

TRAS LAS MURALLAS

Rara vez bajan las capuchas o se ven barricadas o enfrentamientos como en las calles, los motines son escasos (quizás el enfrentamiento más común es entre los mismos presos, potenciado y celebrado por los carceleros).

El enfrentamiento es cotidiano, diario, minuto a minuto, los espacios y las posiciones se pelean constantemente, a veces de forma simbólica otras tantas de forma demasiado real. Rechazar una prohibición, romper algún código disciplinario, mantener comunicaciones lejos de la mirada del carcelero, mantener la dignidad en las relaciones sociales. pero este ejercicio de revuelta cotidiana repleta de dignidad y rebeldía que enriquece el espíritu también trae un costo, la represión llega: Amenazas, retrasos a la hora de abrir las celdas, entorpecer el ingreso de cartas, palizas, aislamiento, traslados, más amenazas, segregaciones, restricciones, prohibiciones o endurecimiento de la disciplina es un pequeña muestra del terrorismo carcelario.

En la cárcel, quizás de forma más explícita que en la calle, las actitudes de prisioneros y carceleros van marcando un enfrentamiento de posiciones dentro de la prisión. No se trata de mejorarlas, no se trata de obtener beneficios, se trata de transitar por el camino de la dignidad rebelde, estemos donde estemos, se trata de poder mirarnos al espejo al día siguiente y no ver esclavos, de no soportar ni aguantar la domesticación.

A l@s compañer@s que han logrado sortear este indeseable paradero, a l@s prófugos quienes han tenido que optar en base a las jugadas del poder y las órdenes de detención dictadas entre ellos. Aun cuando no transiten los lúgubres caminos de las prisiones o los laberintos de la justicia, su camino no es precisamente el más cómodo y se va construyendo entre las miradas de posibles soplones, el sospechoso pasar de las patrullas policiales y el ir reiventándose constantemente. Compañeros de distintas latitudes, conocidos o no, en su desconocido camino no están solos.

La solidaridad internacional, la solidaridad intracarcelaria y la fluida comunicación a gritos entre los distintos rehenes a lo largo de los territorios no puede esperar ni un segundo.

A la distancia. Indiferencia no será precisamente la sensación que se siente durante los rituales de castigo que el poder judicial práctica contra los que se oponen. Los juicios no son meros trámites, además de ser tribunas son espacios donde el poder se deja ver con brutalidad, donde se fundamenta y trata de validar y legitimar su orden, su mundo. Es en estos juicios donde además de solidarizar con los compañeros que buscan ser lapidados, es posible difundir y proyectar una crítica completa al entramado de justicia, a la legitimidad misma de su orden y los feroces argumentos que utilizan para defender su poder. La brutalidad de su tratamiento especial es campo fértil para expandir la total crítica a su mundo, es una continua oportunidad que no podemos dejar pasar.

Compañeros en prisión de la C.C.F. Disgregados en las distintas prisiones del territorio griego, tratando infructuosamente de someterlos al ritmo carcelario: Argyrou Panagiotis, Nikolpoulos Mihalis, Nokolopoulos Giorgos, Tsakalos Gerasimos, Tsakalos Hristos, Polydoros Giorgos, Bolano Damianos, Hadzimihelakis Haris, Ikonomidou Olga los espíritus indómitos e indóciles no se ven apaciguados a un par de rejas, cámaras y carceleros. Ni sus rituales de sacrificio en los tribunales pueden contra la lucha por la libertad, es más, estos intentos de castigo justifican una y mil veces el porque oponernos a su mundo. Un gigante abrazo a cada uno de ustedes repleto de fuerza para los momentos que vienen.

Por estas tierras, el 28 DE NOVIEMBRE DEL 2011 se aproxima el juicio político basado en mentiras e inventos con el solo fin de ilegalizar y encerrar a quienes expresamos nuestra total ruptura con sus valores y códigos morales.

Los/as prisioneros/as políticos/as, los cautivos de la guerra, los presos revolucionarios… un fuerte abrazo sincero y honesto a cada uno de ustedes, diferencias mas o menos, el cariño con los revolucionarios secuestrados sigue inmune.

¡Con la memoria intacta de tod@s quienes han caído! Mauricio Morales, Claudia Lopez, Jhonny Cariqueo, Lambros Foundas

Un acusado por el “caso bombas”
A espera de juicio.

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