Comunicado:
Cristobal Bravo, el mono, nuestro compañero se encuentra prisionero desde el 22 de septiembre del 2011 acusado de la agresión a un policía en el cementerio general durante la marcha en rechazo al golpe militar. En un contexto general de enfrentamientos callejeros y brutal represión policial, se buscan castigos y medidas ejemplificadoras para quienes cuestionan el monopolio de la violencia por parte del Estado.
El reflotado fiscal Peña, ahora trabajando desde el ministerio del Interior, se levanta como principal inquisidor en la causa contra el compañero.
Tras caer en prisión fue llevado a la sección de máxima seguridad del C.A.S. pero durante la noche del sábado 24 de septiembre la maquinaria carcelaria movió sus nefastos hilos y consiguió su inesperado y arbitrario traslado hacia la cárcel “privada” Santiago 1. Sin avisos, sin preguntas, sin información. Un traslado destinado a la dispersión y la incomodidad del compa y sus cercanos.
Aun cuando el régimen en dicha cárcel consesionada es algo más “blando”, las restricciones de este nuevo tipo de prisiones no se fundamentan en el aislamiento sino en la ganancia, lucro y mercantilización de los prisioneros. Prohibición de entrar comida en encomiendas ( para que el preso las tenga que comprar a elevados precios al interior). Gran hacinamiento y un repugnante trato por parte de los gendarmes dificultando
visitas, abogados, encomiendas, etc.
Recordamos que el compañero mono, esta profundamente vinculado a la lucha por la liberación animal llevándola en su cotidiano modo de vida de corte vegano (no consumiendo productos derivados de explotación animal) y el régimen alimenticio/empresarial de “casino” o las costosas golosinas que ofrece la prisión no dan abasto alguno para la alimentación del compa.
Este jueves 29 de Septiembre a las 11:00 AM se realizara una nueva audiencia exigiendo su traslado a una prisión donde se den las condiciones mínimas para mantener su alimentación, como la sección de máxima seguridad, del C.A.S.
detendrán la solidaridad!
¡Prisionerxs políticos a la calle!