A las 13:30 del mediodía de lunes de 31 de enero se realizó una expropiación a mano armada en Tesalónica. Dos personas han entrado en el Centro de Juventud (estatal) situado en barrio Neapolis cuando se celebraba allí una subasta de vehículos confiscados por la policía desde el tráfico. Los atracadores se fugaron con botín de más de 35 mil euros. Pocos minutos después y cerca de ese lugar, policías de la brigada DIAS rodearon la motocicleta de un compañero, Rami Sirianos de 23 años. Tenía encima una pistola CZ 75B cargada, una granada de mano y una carpeta de piel que contenía botín del atraco: casi 36 mil euros en efectivo, dos cheques (uno de 530 y otro 2 mil euros) y 83 recibos emitidos por la institución que organizó la subasta.
Después de algún tiempo fue detenido por policías secretas cerca de su casa otro compañero, K. S. de 28 años, el que luego supuestamente fue reconocido como segundo “malhechor”. Siguieron registros de casas en que viven los compañeros como también la casa de otra mujer. La policía ha robado en esas 3 casas ordenadores, tarjetas de teléfono, USB, una pistola de aire, “manuscritos y bosquejos de textos de contenido anarquista”, etc.
Desde el martes muchos medios de comunicación publicaron fotos de ambos compañeros y un número de teléfono, “anónimo y seguro”, para chivatear. Rami y K. tuvieron siguientes cargos: delitos graves de “constitución de una banda criminal” y “atraco a mano armada”, además “infracción de la ley sobre armas”, “posesión de productos del crimen”, “fomento de delincuencia”, “desobediencia ante la autoridad”, etc.
El miércoles, los compañeros de trabajo de K. publicaron una carta abierta en que desmienten las acusaciones policiales y confirman que a la hora del atraco el compañero se encontraba allí donde trabaja: en la autogestionada cantina de la universidad Aristotelos de Tesalónica. Mencionan que también las guardias, las trabajadoras de limpieza, profesores y estudiantes, pueden confirmar que K. estaba allí desde 10 de la mañana hasta 2 del mediodía. También hacen referencia a los supuestos testigos que mientras hablar sobre un atracador de “más o menos 1,65-1,70 de estatura” supuestamente “reconocieron sin duda” a K., que es de 1,84.
El jueves, 3 de febrero los dos fueron llevados ante los jueces. Se presentaron testigos, por ejemplo una profesora de universidad, que confirmo que a la hora del atraco el K. estaba en la Politécnica. Fue soltado en libertad sin fianza, con la prohibición de salir del país como única medida cautelar.
Rami se negó a declarar, solamente dijo: “llevé a la práctica mi rechazo al trabajo asalariado”. Quedo en prisión preventiva, en concreto lo llevaron a la cárcel de Ioannina.