Carta desde la prisión de Juan Rico ante las acusaciones de ser racista por parte de II PP, España


“(…) Resulta que el día 15 de Enero, por la tarde, alrededor de las 7:10 H, yo y un amigo mío tuvimos un altercado con 3 presos de origen marroquí, 3 abusones que llevaban 2 semanas en el módulo y querían imponerse al colectivo de presos a través de la utilización de la violencia. Todo vino porque uno de ellos nos pidió fuego y la verdad, no teníamos y así se lo dijimos y cuando se retiró (yo que entiendo un poquito de árabe) masculló que éramos unos hijos de puta ¡racistas!

Yo me acerqué y le dije que el porqué de esa expresión, y me contesta que no va por mí, entonces le dije que si no era por mí era por mi compañero y con todo su desparpajo me dijo que sí claro. Borja (mi compañero) se acercó y le dijo que el único hijo de… era él y el otro le lanzó un puñetazo, mi compañero lo esquiva y le dio un golpe en el puente de la nariz y le dejó noqueado, otro de los marroquíes saltó a por él pero yo lo contuve, diciéndole que la cosa iba entre dos hombres y que no se metiera. Total, que mi compañero en vez de ensañarse con él cuando estaba noqueado, le ayudamos a levantarse, a que se lavara en el servicio y le dijimos que nosotros no teníamos nada contra ellos, que había metido el cazo, y que las cosas se quedaran así…

Pero se curraron la traición y en la ducha afilaron dos palos de escoba (dos de ellos) y el tercero llevaba una cuchilla, y cuando estábamos todo el turno, al que noqueó Borja, lo llama a él. Yo me acerqué con Borja y según estaban hablando el marroquí sacó la estaca y le tiró una puñalada al cuello, menos mal que Borja tubo reflejos, si no lo mata pero con todo y con eso le alcanzó al cuello haciéndole una tremenda herida, como nosotros no teníamos nada para defendernos, según le dio a Borja yo cogí una silla y le di un sillazo, y en ese momento se abalanzaron a por mí el otro marroquí con la estaca de matar vampiros y el de la cuchilla y me empezaron a tirar, yo con el trozo de silla que me quedó (son de plástico duro) iba evitando las puñaladas y tajás que me lanzaban, pero eran dos y al final me hubieran “cogido” y ocurrió lo que tenía que ocurrir, los demás chavales se tiraron a por ellos con sillas y el resultado fue que los dos de las estacas, tuvieron que sacarlos al hospital y el de la cuchilla (se) libró porque se fue a la garita…

Nos aplicaron a 9 personas del módulo el art. 72 (aislamiento provisional) y encima, como nosotros no hablamos nada a los carceleros, nos maltrataron, pues nos fueron llevando uno a uno esposados hasta la enfermería, me consta que a Borja (y) a Manuel Torres les pegaron por el camino (hay 300 metros o más) y a mí, cuando bajaba por las escaleras del módulo esposado uno de los guardias me dio con el canto de la mano, rebotando mi cabeza contra la pared produciéndome un enorme chichón, y al final de la escalera el otro me puso la zancadilla, menos mal que yo ya me esperaba algo similar y a pesar de ir esposado a la espalda, caí de rodillas, con todo el peso en la rodilla izquierda, la cual se me hinchó como una manzana y así, me hicieron ir hasta la enfermería entre insultos y casi en cuclillas, que hasta que llegué, no veas… en fin.

Después de todo esto nos metieron el artículo 75.1 R.P. (limitación regimental) quitándonos el 72, y cuando nos vino la resolución de la dirección nos quedamos alucinando, pues más o menos (mi resolución se la di a N… [la abogada] que a los dos días se presentó allí [al C.P. de Madrid 3]) decía que la agresión tenía carácter xenófobo, que yo era un interno que durante mi trayectoria carcelaria, estaba siempre tratando de desestabilizar el régimen penitenciario y que estaba en contacto con grupos anti sistema ¡qué hijo putas!, yo interpuse Denuncia al Juzgado de guardia y al Juez de Vigilancia recurso contra el art. 75.1 R.P. (Régimen Penitenciario) diciéndole lo que había y que yo no era ningún racista y que jamás lo he sido, pues he sufrido toda mi vida el “racismo de clase” y odio a los racistas…. total (…) me han regresado (la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, la estalinista Gallizo, que es lo que es) otra vez a 1ª fase (art. 91.3 R.P.) porque según ellos, soy una persona < >, ya ves que argumentación, o sea que por evitar que a un compañero lo mataran, soy < >, los dos marroquíes se han quedado allí pues colaboraron con los carceleros y al de la cuchilla, se lo llevaron de cunda. Lo que más me ha dolido de todo esto es la acusación de xenofobia cuando hasta los carceleros saben, que yo jamás (y muchos de ellos me lo manifestaron) he sido xenófobo y mucho menos en relación a otras “nacionalidades”, es más el jefe de módulo que estaba el día de los hechos (curioso ¿verdad?) me manifestó que a mí me habían metido en el tinglado/montaje (en relación al tema de agresión racista) en primer lugar para quitarme de allí, pues les estaba dando a la Dirección del C.P.(Centro Penitenciario) muchos problemas con mis denuncias y en 2º lugar, para “desacreditarme”, cosa que no han conseguido, pues muchos chavales marroquíes del turno de abajo, incluso recriminaron a los agredidos que de una pelea, hayan montado la misma en base a una fundamentación racista y encima, estando yo por medio, cuando a muchos de ellos (incluso al que dio la puñalada al Borja) les he ayudado a hacer escritos (,) he denunciado algunas tropelías que los carceleros han hecho con ellos… ¡qué asco (…)! En fin por aquí, qué te voy a contar, esto es un Bunker. Es igual que (el C.P. de) Córdoba, con las ventanas chapadas, cacheos cada dos por tres, salimos a un pequeño patio (20 x 10 metros) dos personas, el agua no se puede ni beber, ya que te dan diarreas, un frío que no veas… en definitiva enterrados en vida literalmente y todo el día acosados, pero yo ya les dije nada más entrar (pues hay un montón de guardias de la década de los ’90 de [el C.P. de] Daroca, y yo estuve allí en el ’91) a un jefe de servicios que trató de currarse la charla paternalista conmigo, que les conocía muy bien por las torturas que sufrí en Daroca y que mi actitud no había cambiado, que sin me dejaban respirar , bien, si no, guerra (y) por decirles esto, me asignaron la peor celda de toda la galería 3 la nº 21… indescriptible la miseria que acumulaba dicha celda: habían defecado en la ducha y habían pintado con mierda las paredes, estaba llena de mocos y escupitajos y sangre reseca por toda la mesa… en fin que el primer día tuve que dormir en el suelo pues era el sitio más limpio y a pesar de llevar dos días limpiándola, todavía no he conseguido dejarla aceptable, pero bueno estos no me van a ahogar en mierda, y si piensan que me van a “acorralar” para que yo mismo me quite la vida, lo llevan muy mal; que entren y me maten a palos, no hay otra manera.(…)

(…) dale un abrazo a l@s compañer@s (…)”.

Juan Carlos Rico Rodríguez, 27 de Enero de 2011.

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