A propósito de la renovada cacería en $hile

09.Jul.10 :: Mauricio Morales

LA MASCARADA HA TERMINADO: AL ESTADO-CAPITAL SE LE CAE LA CARETA , VIOLA SU PROPIA LEGALIDAD Y AFILA LAS ARMAS PARA IR DE CAZA CONTRA EL ANTICAPITALISMO SUBVERSIVO

El sueño de un sol y de un mar

y una vida peligrosa,

cambiando lo amargo por miel

y la gris ciudad por rosas…

Seru Girán

¿Cuántos son los que ya no volverán? De los habitantes de la casita de calle Aquitaine, ahora ya no queda más que yo. Sin embargo, nunca tuve alma de superviviente a toda costa. Y los otros, ¿los compañeros que pasaron? Imposible de hacer la lista.

Los más desafortunados dirán: “¡Muertos por nada!”. Éstos se irán de un mal trago o de un exceso de metástasis.

Pero hoy los jueces y los periodistas quieren hacerme hablar de sus muertos, es en vosotros, camaradas, en quienes pienso.

Jean-Marc Roullian


La mascarada era una reunión social, propia de la nobleza europea del siglo XVI, en la que los distintos personajes bailaban al son de la música ocultando su identidad tras una máscara. Por lo mismo, el término mascarada ha sido usado comúnmente como la metáfora de una farsa en que los distintos participantes ocultan sus verdaderas intenciones. Eso mismo es lo que ha sucedido hace unas semanas a propósito del cambio que ha realizado el Fiscal nacional Sabas Chahuán en que reemplazó al Fiscal jefe del mediático “caso bombas”, Xavier Armendáriz, por el nuevo bufón de la corte, el “valeroso” fiscal Alejandro Peña, conocido por payasear pateando puertas en peligrosos operativos -siempre detrás de la policía armada hasta los dientes- y menos conocido por sus prácticas antisindicales y denuncias de violencia intrafamiliar, que fueron convenientemente retiradas cuando amenazaron la “limpia” trayectoria de este “ejemplar” fiscal.

El sábado 12 de Junio cerca de la medianoche, un grupo autónomo autodenominado “Comando Insurreccional Andrés Soto Pantoja” detonó un artefacto explosivo en una sucursal de BancoEstado en el exclusivo barrio de San Damián, a sólo cuadras de la residencia del presidente Sebastián Piñera. Al parecer, para el poder esta fue la gota que rebalsó el vaso y el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter reiteró, esta vez con mayor dureza, sus críticas al actuar del ministerio público en la investigación por los más de 100 atentados explosivos e incendiarios llevados a cabo por grupos autónomos anticapitalistas en Santiago y en otras ciudades del país como Concepción, Puerto Montt, Viña del mar, Valparaíso, Temuco, La Serena , Santa Cruz y Antofagasta. Esta acción sucedía dos semanas después que otra explosión se registrara al interior de una Iglesia en la comuna burguesa de Vitacura y luego de una seguidilla de acciones directas y de agitación para la conmemoración del primer aniversario de la muerte en acción de Mauricio Morales Duarte -el Punky Maury- quien murió la noche de un 22 de Mayo manipulando un explosivo que sería colocado instantes después en dependencias de la Escuela de verdugos profesionales, llamada Gendarmería de Chile.

Como es sabido, el caso de las explosiones llevadas a cabo por la subversión autónoma libertaria se ha ido convirtiendo, junto a la insurgencia mapuche, en los dos principales dolores de cabeza para el Ministerio del Interior. De la misma forma desde mediados del año pasado, las agresiones de parte del Estado y la prensa contra militantes anarquistas y los espacios sociales okupados han tenido una escalada que hasta el momento había tenido su punto más alto en Diciembre del 2010 cuando la fracasada dupla Perez Yoma – Rosende, que en ese entonces operaba desde el Ministerio del Interior en el pasado gobierno de Bachelet, ordenaron al dispositivo periodístico-policial perpetrar un ataque contra las casas okupa de varios colectivos sociales con una clara intencionalidad política, dado que fue realizada días antes de las elecciones. Ya en ese entonces, el despreciable empleado de los ricos, Patricio Rosende, había decidido seguir la huella del comediante de cuarta categoría que le había precedido en el cargo, el subsecretario de Interior Felipe Harboe, y dando los primeros indicios que el Estado-Capital no descartaba vulnerar la propia legalidad burguesa, criticando públicamente y poniendo plazos a un organismo del Estado autónomo del poder ejecutivo como es el Ministerio Público a cargo de la investigación por los bombazos. En esa época este personaje menor que es Rosende, que nadie recordaría si no fuera por sus bravuconadas y sus declaraciones de matón de barrio siempre contra los más débiles, puso 3 meses como máximo para tener resultados, plazo que como se sabe resultó infructuoso para las pretensiones del poder.

Con el gobierno de Piñera se ha llegado a la máxima conjunción e identificación de Estado y Capital. Si bien no es ninguna novedad que el aparato estatal es una estructura funcional a la clase dirigente y el instrumento principal del sistema de dominación capitalista, nunca había existido esta especie de unificación en que la clase dirigente para a gestionar directamente el aparato del Estado prescindiendo de los mayordomos a quienes ha desplazado a la oposición parlamentaria. Hace sólo unos años los empresarios aplaudían de pie a Lagos y sus voceros declaraban desembozadamente que “los empresarios aman a Lagos”. En efecto, durante los gobiernos de la Concertación , nunca la alta burguesía chilena había ganado tanto, además de aumentarse la mala distribución del ingreso los ricos se han hecho más ricos. Una vez instalada nuevamente la derecha en el gobierno, ya que el poder siempre lo han tenido, el terremoto y la criminalización de los espontáneos saqueos en que masas populares se abalanzaron sobre los productos que la TV te dice que debes endeudarte y tener una vida de esclavo para poder poseerlos, pusieron a prueba su vocación por sacar las Fuerzas Armadas a las calles. Aunque en estricto rigor, fue el último gobierno de la concertación quien puso nuevamente a los milicos en el control del orden público, fue con el comienzo del gobierno de Piñera que los militares recibieron todo el respaldo político y la validación para actuar, incluso cuando Infantes de Marina hicieron lo que saben hacer: golpearon a una persona desarmada y enferma hasta la muerte en Hualpén, Concepción. De esta forma, el terremoto fue el escenario ideal para que la derecha pusiera en acción su discurso de control del orden público y mano dura contra la delincuencia, todo ello bendecido por el espíritu de unidad nazional frente a la catástrofe que difundió eficientemente la derecha y los voceros del pensamiento único que es la prensa escrita y la televisión, esos esclavos autodenominados periodistas. La unidad nacional y la tarea de reconstrucción, han sido ideales para la instalación del gobierno de Piñera, pero junto con ello, han dotado a la alta burguesía chilena de un discurso épico en que ellos toman en sus manos las riendas de la reconstrucción nacional (haciendo excelentes negocios de por medio) e identificando sus propios intereses de clase con los del país. Quizás este último elemento sea el tenga más alta significación política, ya que la los grupos económicos se autoasignan la tarea de reconstruir chile bajo sus directrices (que tampoco son tan distintas a la de la concertación), pero que refuerza su identidad y conciencia de clase en una dimensión que ya poseían, pero que ahora se verá desplegada en toda su potencia: que el empresariado es el motor de chile, o por decirlo en otros términos, que ellos son el sujeto de la historia, los protagonistas que llevarán a $hile a levantarse y a ser un país desarrollado. Un nuevo reacomodo burgués se está gestando, una nueva revolución ultraconservadora se avizora en el horizonte bajo la guía de una renovada utopía capitalista, todo ello recubierto de la más barata palabrería empresarial: capacidad de gestión, liderazgo, eficiencia y gobierno de excelencia.

Ello no impide, por cierto que las maniobras apunten a lograr y reforzar la hegemonía política intentando hacer un gobierno con infinidad de “señales” hacia el centro político, desalojando de ese espacio o bien ganando a la Democracia Cristiana , convirtiéndose en los hechos, el gobierno de Piñera, en el quinto gobierno de la concertación, como lo reconocen los propios analistas del poder. A todos estos elementos hay que sumar la crisis internacional de las economías capitalistas europeas como Grecia y que ahora amenaza a Portugal y España. Lo de España no es algo pequeño, ya que ahí se encuentran los mayores bancos que controlan el mercado en Chile y gran parte de América, con las consecuencias fáciles de prever. La derecha mundial, el Fondo Monetario Internacional y las grandes corporaciones capitalistas quieren pasar, una vez más, gato por liebre haciendo creer que la crisis del capitalismo europeo es en realidad la crisis del capitalismo del Estado de Bienestar, de manera que de lo que se trata es de realizar recortes en el gasto público, bajar los sueldos, apretarse el cinturón, terminar con los escasos beneficios sociales, terminar con el seguro de cesantía, bajar las pensiones y sumir al proletariado europeo en la precariedad y la flexibilidad laboral que ya conocen los inmigrantes y que tan bien conocemos por estos lados del mundo. Increíblemente su receta para la crisis del capitalismo europeo es el capitalismo neoliberal a ultranza. Afortunadamente el proletariado griego se encuentra en revuelta y han confluido en este proceso un movimiento social autónomo e insurreccional y grupos de guerrilla urbana que en la práctica son la punta de lanza contra las pretensiones de los dueños del mundo de poner a resguardo sus intereses haciendo pagar a los más pobres las crisis cíclicas inherentes al sistema de organización social más nefasto que ha conocido la historia de la humanidad con sus consecuencias de esclavitud y destrucción del planeta a la que nos llevan los enemigos de la humanidad y la naturaleza, y de la cual la tierra ya nos muestra el principio del fin. No es equivocado decir que en Grecia se juega mucho más que unos recortes o beneficios sociales, se juega parte importante del sistema capitalista europeo y entra en escena también un nuevo tipo de subversión autónoma con apoyo de masas insurreccionales en las calles sobrepasando las caducas estructuras partidarias y sindicales dedicadas a apaciguar la rebelión y a apagar los incendios que afectan al capital.

Es este escenario entonces en el que se desplegará uno de los elementos fundantes de la derecha y el gobierno de Piñera: el control del orden público y la “delincuencia” (se entiende, por supuesto, la delincuencia de los pobres, no la del saqueo sistemático y la vida de miseria y esclavitud a la que los ricos someten a millones de personas diariamente en este país). Se equivocan quienes creen que esta será sólo una promesa de campaña que la derecha intentará cumplir. En realidad se trata del leitmotiv del gobierno de Piñera, del elemento central en función del cual intentarán construir una nueva hegemonía política y cultural que los perpetúe en el poder y que acentúe al máximo las características policiales del Estado chileno. Ya lo ha dicho el senador Alberto Espina: “En este aspecto no podemos fallar, porque la seguridad ciudadana está en el ADN de la derecha”. Sólo entendiendo el movimiento completo y la importancia que le da al tema el gobierno neo conservador de Piñera en tanto movilización de los apoyos “ciudadanos”, sacando al “pequeño fascista” que los chilenos tienen dentro y que los lleva a aplaudir a los milicos en la calle, a tirar a los traficantes al mar, al discurso de la puerta giratoria, etc. Las primeras señales se comienzan a ver punzantes y peligrosas: injerencia del poder ejecutivo en el ministerio público, cuestionamiento público de los jueces “demasiado garantistas”, escuchas telefónicas propias de la Fiscalía y futuros proyectos de ley para que la policía actúe autónomamente sin necesidad del tedioso control de los fiscales. Que se entienda bien, no estamos desde este espacio abogando por las libertades públicas burguesas o por el respeto del estado de derecho, sino constatando las contradicciones internas en las que ha entrado el modelo de dominación chileno. Sin llorar es este cuento, sin quejarse por las consecuencias de luchar a muerte contra los verdugos y los capitalistas, afrontando todas las consecuencias por más duras que sea, tal como nos han enseñado miles de hombres y mujeres que nos han precedido en esta larga lucha por emanciparse, en la larga cadena de la rebelión.

Sin embargo, el aspecto que no deja de sorprender es la voluntad del Estado de violar su propia legalidad mandando a que Chahuán cambie al Fiscal del ‘caso bombas’ y que ponga a un hombre al gusto de Hinzpeter a cargo de esta investigación a la que el poder y la prensa le otorgan la máxima importancia, pues se trata efectivamente de dar un castigo ejemplar a los supuestos culpables. La prueba patente de la relevancia que se le da a este tema, es el acuerdo transversal en la clase política y los esbirros de la prensa en traer la cabeza de los anticapitalistas subversivos en una bandeja de plata. ¡Asociación ilícita! grita con espuma en la boca el Fiscal Peña y los bufones de palacio no caben dentro de sí y aplauden frenéticos a través de sus editoriales. ¡20 años de cárcel! agrega el enano boxeril dado a la violencia machista más cobarde, y los fascistas casi se desmayan… ”Si esto es lo que necesitábamos, un fiscal con actitud, que encarcelen a los okupas, a los mapuche, a los que no creen en la autoridad” gritan histéricos, como si eso nos asustara. No saben que para los que hemos visto enfriarse el cadáver de nuestros compañeros sobre el pavimento en estos 20 años de democracia policial esto ni nos sorprende ni nos amedrenta. Que los que hemos visto como nuestros compañeros se desangraban y agonizaban con sus sueños y convicciones firmes mientras la “izquierda” oficial y los rancios demócratas miraban para otro lado, no tenemos derecho a dar un paso atrás, menos ante las bravuconadas del poder. Las balas y la cárcel vienen hacia nosotros y nosotras desde hace mucho tiempo, cientos de años, sabemos perfectamente el precio que se paga por querer tomar la vida en nuestras manos.

¡¡MIENTRAS EXISTA MISERIA HABRÁ REBELIÓN!!

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