El pasado 15 de Diciembre fue detenida en Madrid la compañera anarquista Tamara, acusada del envio de un paquete explosivo dirigido a Albert Batlle i Bastardas, secretario de Servicios Penitenciarios de Catalunya, en el marco de una campaña de lucha por la libertad de Amadeu Caselles. Se la condujo hasta Barcelona por orden del juzgado de instrucción numero 25.
El jueves después de declarar, la jueza decretó prisión preventiva y se la trasladó a la prisión de Wad-Ras en Barcelona. Esa misma noche compañerxs solidarixs se acercarton hasta la cárcel gritando consignas y tirando petardos para hacerle llegar su apoyo y demostrarle que en ningún momento se le va a dejar sola.
El envío del paquete explosivo se produjo en octubre, en el marco de una campaña de lucha contra el sistema penitenciario y en solidaridad con el preso Amadeu Casellas, en esos momentos en huelga de hambre, y mientras un grupo de personas solidarias se concentraban en la calle y frente al edificio, en solidaridad con Amadeu, y para solicitar una entrevista con dicho responsable. La presencia policial, fue la habitual en este tipo de concentraciones y en ningún momento se avisó, ni a lxs concentradxs, ni a lxs trabajadorxs del edificio.
Todos los medios de información difundieron que se trataba de un envío de escasa potencia y que por ese motivo fue explosionado de forma controlada en el mismo edificio por los artificieros del Tedax de los Mossos de Esquadra, sin que nadie se percatara de la detonación y sin que se desalojara el edificio.
Ese mismo día, Albert Batlle se encontraba en el edificio, y un grupo de personas del grupo de apoyo entre las que se encontraba la madre de Amadeu, entraron hasta el vestíbulo del edificio para solicitar una entrevista que, pese a las promesas no les ha sido concedida aún. En ese mismo momento, también hizo acto de aparición, la Consellera de Justicia Montserrat Tura, que se reunió con Albert Batlle, tras una puerta en la zona del vestíbulo. En todo momento, se aseguró que el envío tenía muy poca cantidad de explosivo, y por eso tanto el Director de Serveis Penitenciaris, como la Consellera de Justicia, no tomaron medidas especiales e incluso se reunieron en el propio edificio. Lo más preocupante de dicha situación, ha sido todo el silencio y oscurantismo con el que llevaron esta situación, lo que abre la sospecha a que frente a una situación que probablemente no comportaba un riesgo real, hayan creado toda una alarma social para preparar una acusación fiscal completamente desproporcionada: asesinato en grado de tentativa.
El viernes por la mañana, cuando su familia y amigxs se acercaron hasta la cárcel para visitarla se enteraron de que había sido trasladada a la prisión de Can Brians.