Hermanxs:
En cuanto a la propuesta realizada por el compa Gabriel Pombo da Silva sobre la realización de una huelga de hambre y a la convocatoria a una semana de internacional de agitación y presión solidaria con lxs secuestradxs por el estado chileno, debo personalmente mostrar de manera honesta mi particular y compleja situación que actualmente vivo y que me cuesta tanto verbalizar por los sentimientos que se cruzan entre lo que entiendo por lealtad y por pertenencia ideológica que es compromiso permanente con la acción y los esfuerzos de que en el ultimo tiempo he mantenido para lograr mi excarcelación en el más corto tiempo posible.
Vayamos por punto:
Sumarme a la huelga de hambre, tomando en cuenta la proximidad del termino del periodo que busco para obtener beneficios intrapenitenciarios (salida dominical) provocaría una huelga de a cero de lo que ha sido mi búsqueda constante y digna a mi entender de “la calle”.
Veamos: la condena que me ha impuesto el estado es de tres años, y conforme a sus propias reglas eventualmente podría optar a beneficios intrapenitenciarios a partir del cumplimiento de la mitad de ella, es decir 18 meses (ya llevo cumplidos 22 meses), no sin antes completar algunos requisitos que tienen que ver , por una parte, con las políticas de reinserción social que entregan los carceleros, y por otra, de la mantención de una conducta acorde a sus absurdas ambiciones. Pues bien, mi rechazo instintivo a aceptar sus condiciones en este penal (las cuales finalmente de traducen en la positiva evaluación que necesitaba) me llevaron a buscar mis propios medios para lograr estos fines, que fue ni más ni menos en oficiarme como retratista de madres, abuelxs, sobrinxs, e hijxs de presos de este entorno. Hasta ahora llevo cinco meses de “muy buena conducta” (necesito seis) y creo estar en el camino correcto.
Declarar la huelga seria, por lo tanto, contraproducente. Involucraría la perdida de esta hipócrita actitud que he conservado para conseguir mi salida de entre estas rejas.
No obstante, tengo en cuenta en todo momento que estas “ilusiones” y “confianzas” son solo instrumentos para mis fines, así con lo que, paradojalmente, estoy “confiando” e “ilusionando” mis futuros a un poder al cual deseo destruir.
Incongruencia e incoherencia de mi parte, es probable en el sentido de que si participo en sus mecanismos no hago mas que reforzar la esencia misma del poder, legitimando sus “piedades”. Pero, insisto, esto es instrumentas a mis fines y a la decisión de mis conveniencias es fruto de mi propia autodeterminación. No me restare a la posibilidad de convertir esta oportunidad, usada por todx presx, para evitar meses de encierro.
Paralelamente, coincido con los análisis de la convocatoria en lo que respecta a la premura de multiplicar las acciones tanto dentro como fuera de la cárcel, mas creo que elitizar, o más bien, circunscribir las agitaciones a solo compañerxs secuestradxs por el capital carece de entender que nuestras particulares circunstancias están envueltas o globalizadas en un contexto más amplio que significa estar cohabitado cotidianamente con los más abandonados y atacados por el vendaval de calumnias y canalladas de los medios del sistema.
La lucha anticarcelaria es un proceso lento, se que hay muchxs involucradxs en llevar a cabo acciones y estrategias tendientes a dinamizar el colapso de estos monumentos al desprecio humano (Mauricio Morales y Diego Ríos son claros ejemplos de esto).
Por lo mismo estoy de acuerdo con las ganas y los objetivos de lxs convocantes en tanto a reconocer que la lucha no tiene fechas ni descansos, y que romper la pasividad, el silencio y el aislamiento es una urgente necesidad antisocial frente a la molesta desidia de demasiados desinteresados.
Compas: no me gusta sentirme un mero observador de estas luchas pues mi complicidad esta mucho mas allá de la simple verborrea que podría eventualmente comunicar. Sin embargo les solicito por ahora comprensión al restarme a esta huelga que es convocada por Gabriel precisamente en solidaridad a quienes nos encontramos prisioneros por el estado y el capital.
En tanto a los objetivos que en lo puntual dicen relación con terminar con la segregación de quienes compartimos una afinidad ideológica, y de hacer de nuestra reagrupación una inclaudicable fuente de esfuerzos, me es necesario plantearles la conveniencia de intentar sincronizar las prioridades y acciones a fin de evitar la suspicacia de los carceleros. No hay duda de que si hacemos bien las cosas, lograremos estas metas .
Contra las cárceles y el capital: Lucha antisocial!!!
Axel Osorio.
C.A.S. Stgo.