A los compañeros Okupantes y los inevitables mirones varios


Comunicado:

A partir de los acontecimientos recientes en torno a los ataques explosivos dirigidos contra el capital y el Estado, hemos resuelto hacer pública parte de nuestras reflexiones:

Desde hace varios años atrás se ha venido sucediendo una serie de ataques directos contra distintos símbolos que sustentan la esclavitud social en la que vivimos. Estos hechos han sido fechados por el Estado en el año 2006, con el bombardeo al cuartel central de la heredera de la CNI, la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI). Sin embargo, para quienes reconocemos en la historia una larga continuidad de resistencia a la sociedad del poder impuesta, sabemos que esa fecha es irrisoria y nada tiene que ver con la realidad y larga vida de la acción directa.

En la continuidad temporal de la Guerra Social, es importante reconocer el valor de las acciones sucedidas con anterioridad al momento histórico en el cual vivimos, pero debiendo colocar atención a las orientaciones políticas que han sustentado estas acciones de resistencia. Desde aquí, y en forma inmediata, fechamos el inicio del presente accionar a comienzos de la puesta en marcha de este sistema político creado en la dictadura militar. Hasta antes de esta fecha, las orientaciones se ubican a la izquierda de las fuerzas tradicionales de la política chilena. Al contrario, las acciones actuales distan de estas posiciones reformistas y derrotistas, optando por caminos alejados de esas añejas tradiciones, llenas de vicios de la cultura del poder, de la cual son sus descendientes directos; tomado la opción de realizar acciones directas autónomas y de ataque a todo aquello que saque brillo a las cadenas sociales que nos oprimen. La opción de relacionarse de manera horizontal, sin jerarquías ni autoridades, alejados de la centralidad orgánica que, entre otros factores, llevó a la derrota de las organizaciones de izquierda.

Esta forma de enfrentar la Guerra Social no es nueva, muchas han sido las experiencias históricas que dan cuenta de ello; las organizaciones informales de ataque de orientación antiautoritaria son tan antiguas como lo es la lucha por la libertad. Por lo tanto, la informalidad y la descentralización de las organizaciones no surge a partir del año 90, sino que se retoma, se rearticula incorporándola a las exigencias y realidades propias de la actualidad. La flexiblidad y dinamismo, así como la capacidad de reinvención son características que constituyen a estos grupos informales, los cuales se han propagado y multiplicado no solo en este país, sino que también en todo el mundo, representando una amenaza al orden establecido, que hasta ahora no han logrado ser neutralizados ni tampoco incorporados a la mercantilización capitalista.

Los Centros Sociales Okupados, o Movimiento Okupa, forman parte de esta reinvencion organizativa, una parte importante, pero no la única, pues debemos considerar la relevante existencia de grupos e individuos que aportan con sus capacidades y experiencias en la búsqueda y ejercicio de una práctica social de libertad.

En este sentido, entendemos que los Centros Sociales Okupados constituyen una importante parte de espacios concretos donde se practican relaciones sociales que rompen el molde impuesto por el Estado, que escapan de ese orden para constituirse a modo de espacios liberados autogestionados, mas allá de lo físico (finalmente se encuentran dentro de territorio estatal y por ende bajo control policíaco) y altamente simbólicos, lo que permite su reproducción y reedición tras cada desalojo (¡”un desalojo, otra okupación”!). Es la negación de la propiedad, es su destrucción y apertura a una ocupación colectiva que tiende al bien común no solo de sus participantes, sino que desborda sus muros para ejemplarizar un modo organizativo que se desarrolla en la cotidianidad y se multiplica en los ímpetus no domesticados de quienes no solo sueñan con la libertad, sino que deciden experimentarla.

Y estos espacios se multiplican, lo que no es casual, ya que responde a la necesidad de las personas de establecer relaciones sociales igualitarias, solidarias y cooperativas. La confianza que se tenía anteriormente en los partidos y en jefatura de izquierda, fue y es traicionada por la conformación de mafias reproductoras del orden social autoritario, por lo que esta confianza (que expresa la necesidad social) hoy se plasma en el Grupo de Pares, en el Grupo de Afinidad, ese que establece relaciones cara a cara, basadas en la honestidad, el autocontrol y la autodisciplina.

Por estas características, transversales al proceso de reinvención organizativa, es que la existencia de los Centros Sociales Okupados se percibe como una amenaza por los aparatos de seguridad estatales, quienes en su misión de garantizar la reproducción del orden social autoritario no han dudado en culparlos de los bombardeos a símbolos del Estado y el Capital. Festinaron con el cuerpo de Mauricio Morales Duarte, golperon su círculo de amigos y compañeros, a ciegas, buscando una línea investigativa que los sacara del pozo de derrotas consecutivas que representan los ataques explosivos no resueltos por la ineficacia delincuencial de las policías y aparatos de inteligencia del gobierno del Partido Socialista de Chile. Luego, con la investigación policial sumida en una crisis absoluta (expresada por recurrir a la vieja práctica de “descubrir” elementos que han dejado los mismos policias) encuentran en Diego Ríos (delatado por su mamá) el culpable perfecto, obligándolo a permanecer en la clandestinidad, por lo que a estas alturas no nos sorprendería que el compañero también fuese responsabilizado de ser el cerebro maestro de la lucha de liberación del pueblo mapuche.

Finalmente, a través de este comunicado expresamos nuestro fraterno apoyo a todos los grupos e individuos que en sus espacios hacen realidad prácticas sociales libres que vigorizan e impulsan la sociedad autónoma y cooperativa que intentamos construir con nuestras vidas. Asimismo, los animamos a continuar y profundizar multiplicando todos los tipos de acciones antiautoritarias y constructoras del mundo libre que portamos, y reiteramos: todos los tipos, donde ninguna es menos que otra, donde todas aportan al objetivo común de libertad.

Columnas Armadas y Desalmadas Jean Marc Rouillan

Caravanas Iconoclastas por el Libre Albedrío

Federación Revuelta – Grupo Antonio Ramón Ramón

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