Mauri, tu rabia arde en nuestras venas.
Has estado y estaras para siempre en las calles junto a quienes luchan contra esta sociedad, basada en la explotación.
Has vivido luchando por la libertad, en primera persona, poniendo en práctica con sinceridad y coherencia lo que llevabas en el corazón.
Aunque tu camino ha sido breve, has vivido! Nunca nadie entre aquellos que viven bajo la sombra de la resignación y la indiferencia podrán probar la intensidad de una vida vivida plenamente.
Si hay algo más grande que el dolor que sentimos en este momento, es la fuerza de saber que todavía hay quienes estan dispuestos a poner en juego su propia existencia por destruir este sistema injusto.
A todos los compañeros y a todas las compañeras que en estos días se ven obligados a vivir la brutal represión de los perros guardianes del estado chileno va nuestra más profunda solidaridad.
Que el dolor se convierta en rabia y en complices solidari@s.
. . .hasta la anarquia!