El Gobierno de Perú ha mostrado su determinación a permitir el trabajo en la tierra de indígenas aislados, mediante la aprobación de una ley que declara la explotación petrolífera del norte de Perú como una “necesidad nacional”.
La ley se refiere específicamente a una zona de la selva peruana llamada Lote 67, donde viven al menos dos de los últimos pueblos indígenas no contactados del mundo. La empresa que trabaja allí es Perenco, y se piensa que el Lote 67 contiene el mayor descubrimiento de petróleo en Perú de los últimos 30 años.
Esta ley ha sido aprobada justo después del encuentro mantenido entre el presidente de Perenco, Francois Perrodo, y el presidente de Perú, Alan García. Al mismo tiempo, manifestantes indígenas habían bloqueado un importante afluente del Amazonas, el río Napo, con la intención de impedir el paso de los barcos de Perenco y de otras compañías, principalmente como protesta contra otras leyes gubernamentales que facilitan a las empresas tomar posesión de la tierra indígenas. Según los informes, al menos un barco de Perenco logró abrirse camino entre el bloqueo.
Perenco ha manifestado que invertirá 2.000 millones de dólares en el Lote 67 y el Gobierno de Perú deposita sus esperanzas en que esto transforme la economía del país, pasando de ser importador neto de petróleo a exportador neto.
La ley fue aprobada por Decreto Supremo esta semana. Un Decreto Supremo es emitido por el presidente y los ministros y no necesita ser votado en el parlamento.
Los indígenas no contactados son sumamente vulnerables a cualquier forma de contacto porque no tienen inmunidad frente a las enfermedades de los foráneos. El contacto con los trabajadores de Perenco seguramente diezmaría su población.
Fuente: Survival