Comunicado:
Durante la noche entre el viernes 6 y sábado 7 de marzo, entramos en el autodenominado “centro de educación ambiental”, ubicada en la colina San Bartolo en Pesaro, a través de un corte realizado en las rejas que rodean la prisión: las cosas se llaman por su nombre!
Independientemente del trato con los reclusos, el cual es con fines “educativos” como lo señala la cita en la puerta (aunque la frase “el trabajo hace libre” que se encuentra en la entrada del campamento es para engañar a los nazis) o para el repoblamiento para la caza (su verdadero propósito!) poco importa: los seres vivos eran esclavos encarcelados por una lógica de superioridad de los seres humanos que se apropian la facultad de determinar el destino de otros animales.
Esta noche quisimos ser cómplices de su libertad y dar a estas aves la oportunidad de escapar, de encontrar su lugar natural, reunidos por un cielo del cual la arrogancia humana se a apropiado.
Algunos engañados podran no apoyar esto, siendo fuentes de la policía. Las aves estaban destinadas a una muerte segura, pero como demuestran las fotos adjuntas existe la posibilidad de que sobrevivan fuera de ese campo de concentración.
La liberación les a dio la oportunidad de evitar una sentencia de muerte ya establecida por ellos quienes destruyen su existencia en nombre de un falso bienestar animal, escondidos del resto, encerrados en una jaula, en pequeños espacios y en hacinamiento (… como cualquier otro lugar de tortura, esto es para ocultar la terrible verdad detras de los muros).
Hemos dejado en la pared de la entrada un escrito: “esta noche hemos reeducado para la libertad …”
… Y la luna estaba allí para verlo.
Algunos liberadorxs
Fuente: Fino alla Fine. // Traducido por Liberación Total.
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