Harold Thompson murió tras sufrir un ataque al corazón en la prisión dónde se encontraba cumpliendo cadena perpetua (…)“Soy anti-autoritario, anti-racista, anti-sexista, anarquista revolucionario de orgullosas raíces irlandesas. También soy vegetariano y apoyo fervientemente el movimiento por la liberación animal. Represento los derechos civiles/humanos y no voy a descansar, no me inclinaré ni dejaré ser intimidado. Me solidarizo con toda la gente que lucha contra la opresión, pero particularmente con mis hermanos y hermanas del movimiento anarquista”.