Comunicado de la okupa Delta tras su desalojo desde Tesalónica, Grecia

“Siendo, pues, la okupa Delta un proyecto político activo en muchos niveles y formando parte del movimiento radical, para el Estado se trata de uno de sus enemigxs específicxs que quiere aniquilar. Para hacerlo, el Estado encontró la oportunidad de demostrar lo bien que sabe jugar al juego de desorientar a la sociedad, montando un show “barato”, pero bien pagado.”



Una crónica

A las 06:30 de la mañana del 12 de septiembre, toda la carroña policial se movilizó para desalojar la okupa Delta. Fuerzas especiales de las unidades antiterroristas (EKAM) y escuadrones antimotines (MAT) invadieron los cuartos donde estaban durmiendo lxs compas y les pusieron los grilletes tirándolxs al suelo. Durante toda la operación, los pacos ejercieron violencia verbal y física. Un compa fue retenido en el lugar, supuestamente, para estar presente durante la investigación, pero con la cara girada hacia la pared sin poder ver nada de lo que pasaba. Luego, el mismo compa se negó a firmar el informe de investigación de la vivienda y confiscación. Después, todxs lxs compas fueron trasladadxs a la jefatura de policía de la ciudad.

La madera intentó repeler a lxs solidarixs que se habían concentrado en los alrededores de la okupa coreando consignas y dirigiéndose a la misma y comenzaron los enfrentamientos. En seguida, se detuvo a 4 compas, que solo se soltaron después de varias horas de detención.

Lxs compas que fueron trasladadxs a la jefatura de policía fueron puestxs en el sótano del edificio, donde permanecieron durante 9 horas. Durante varias horas no tenían ni idea de los cargos y tampoco les permitían llamar por teléfono. Cuando les trasladaron a las oficinas, les informaron de que se les acusaba de los siguientes cargos: perturbación de la paz doméstica, porte de armas para algunos, perjurio para uno y falsificación de pasaporte para otro. La fiscalía luego agravó los cargos.

En su declaración, lxs compas rechazaron cualquier tipo de cooperación y dijeron que lo que tenían que decir se lo dirían al tribunal. A lxs compas que no saben griego, los maderos les obstaculizaron la interpretación.

Ante el rechazo persistente de lxs compas a dar sus huellas dactilares y, a pesar de que los cargos eran de carácter de delito menor, la fiscalía ordenó que se las sacasen obligatoriamente de cualquier forma, incluso haciendo uso de violencia. Bastaba con que no les rompiesen las manos. Uno de lxs compas, apuntó en el documento de registro de huellas dactilares que se las tomaron a la fuerza. A pesar de que no exista ninguna disposición legislativa en relación con el uso de violencia para obtener las huellas dactilares, la fiscalia y los maderos pusieron como excusa la aplicación análoga del artículo que permite sacar a la fuerza el ADN.

Ese mismo día, se convocó una asamblea solidaria fuera de los muros, que concluyó en realizar una concentración con micrófono esa misma tarde con la presencia de 150 personas, además de una concentración solidaria en los exteriores de la jefatura de policía. Esta última no se pudo llevar a cabo, debido a que la madera había bloqueado la circulación de los medios de transporte en todo el centro de la ciudad.

Al día siguiente, lxs arrestadxs fueron trasladadxs a los tribunales, donde los maderos, tras una orden de la fiscalia, prohibieron la entrada de compas solidarixs, debido a su postura política anarquista, así como tambien la de lxs familiares de lxs arrestadxs. A pesar de ello, un gran número de solidarixs se concentraron en el exterior de los tribunales, expresando su apoyo con consignas. La decisión de los jueces fue rechazar la petición que emitieron lxs compas de posponer el proceso tres días, además de ordenar que continuara su detención hasta el día siguiente. Esa noche, se realizó otra concentración solidaria, esta vez, en los exteriores de la jefatura de policía, con la presencia de casi 70 compas, quienes durante 20 minutos gritaron consignas sin cesar. Al escuchar las consignas desde dentro de los calabozos, lxs compas arrestadxs junto con otrxs presxs comunes respondieron, causando un clima de tensión.

A eso de las 14:30 del 14 de septiembre, comenzó el juicio, durante el cual el secretario general de TEI (Instituto de Formación Técnica, institución de educación post-secundaria propietaria del edificio) declaró falsamente que en 2007, cuando comenzó la okupa Delta, aun existían servicios del Instituto que operaban dentro de los espacios okupados. Cuando la abogada de lxs compas le pidió presentar en concreto cuáles eran dichos servicios, además de fechas exactas, él cambió su declaración, igualmente mintiendo, de que lo que había eran obras de mantenimiento. El siguiente testigo de la acusación era un madero que no estuvo presente durante el desalojo, sino que entró luego. Este, aunque no tiene nada que ver con el departamento de policía para extranjerxs, declaró con certeza que el pasaporte del compa estaba falsificado, cosa que no es cierta. Luego, lxs compas hicieron un posicionamiento político y, después de varias interrupciones de los procedimientos, los jueces concluyeron que lxs acusadxs eran culpables de los siguientes delitos: perturbación de la paz doméstica en colectivo, porte de armas en colectivo, falsificación de documentos, desobediencia, violación de la ley por porte de fuegos artificiales. Las penas son las siguientes:

A dos compañeras se les reconoció el atenuante de post-adolescencia y fueron sentenciadas a tres meses de cárcel.
Cuatro compañeros fueron sentenciados a 8 meses de cárcel.
Uno fue sentenciado a 11 meses y 10 días.
Uno a 8 meses y 10 días.
Uno a 9 meses.
Uno a 16 meses.

Ninguna de las penas es aplicable inmediatamente, quedan suspendidas, y lxs compas quedan en estado de libertad provisional durante 3 años. Las multas impuestas en su totalidad son 7950 euros.

Por la defensa de la acción y su continuación

La okupación es una práctica social de reivindicación. El edificio de la okupa Delta trae consigo una larga historia de okupaciones y reivindicaciones. Lxs trabajadorxs del antiguo Hotel Delta habían okupado el edificio cuando la administración lo había declarado en estado de cese de funcionamiento y, después de su lucha, ganaron unos puestos en el personal de servicios del Instituto de Formación Técnica. Al poco tiempo, durante el período en el que el edificio funcionaba como residencia de estudiantes, la Asociación Estudiantil de Residentes “Praxi” llevó a cabo una okupación en 2004 con las siguientes demandas: aceptación de nuevxs estudiantes, mejoras inmediatas de los cuartos y las instalaciones (cañerías, saneamiento, calefacción, pintar las paredes…) y una comisión de transparencia para las nuevas entradas de residentes. El Instituto, completamente indiferente a las demandas de lxs residentes, y queriendo aprobar la privatización de las residencias, decidió no admitir más estudiantes y dar a lxs que ya vivían en el edifício una bolsa de alquiler, que finalmente les fue dada solo parcialmente.

Entre el 2005 y el 2007, el Instituto de Formación Técnica había abandonado el edificio. En 2007, tras las movilizaciones estudiantiles por la nueva ley de educación y, después de asambleas masivas, lxs estudiantes en lucha e individuxs del espacio libertario y anarquista decidieron reutilizar el edificio a través de una okupación que podría dar un paso más allá, o sea, no iba a albergar solo las necesidades de lxs participantes, sino también sus deseos. 7 años después del abandono del edificio, el Instituto acusa a lxs okupas de Delta por los daños denunciados tantos años atrás por lxs estudiantes. El abandono está acusando a la okupa, que no solo ha sido la que reparó los daños del edificio haciéndolo viable, sino que también cobijó el desarrollo de proyectos políticos, talleres creativos y se posicionó junto a grupos sociales de las clases más desfavorecidas. Un espacio que siempre promovió la solidaridad social, contraponiéndola al canibalismo social, actuando en base a los principios antijerárquicos y anticomerciales, contra el capitalismo y su Estado.

Siendo, pues, la okupa Delta un proyecto político activo en muchos niveles y formando parte del movimiento radical, para el Estado se trata de uno de sus enemigxs específicxs que quiere aniquilar. Para hacerlo, el Estado encontró la oportunidad de demostrar lo bien que sabe jugar al juego de desorientar a la sociedad, montando un show “barato”, pero bien pagado. Subiendo vídeos de la invasión de cada tipo de maderos a su página oficial de internet, con escuadrones antimotines de MAT vigilando perimétricamente desde hacía 4 días el edificio, una operación policial fantasmagórica que no tuvo el resultado esperado, llegando a presentar como armas objetos que tenían uso concreto en el edificio, como por ejemplo el hacha que se presenta entre la lista de los objetos confiscados, destinada para cortar la leña para las estufas, como se demuestra también por las propias fotos de la madera; un hacha entre tierra y serrín.

Todo este teatro del absurdo se paseó por la okupa para quebrar y confiscar huchas en forma de cerdito (probablemente, para coquetear), gomas y sacapuntas, y allanó el cuarto infantil para jugar a las palmitas. Bromas aparte, este crescendo de inteligencia policial raptó a nuestrxs compas para llevarles a juicio, bajo las ordenes del empleado de lxs capitalistas y primer (s)inistro Samaras, proyectando el dogma de la tolerancia zero y combate de la ilegalidad. Por nuestra parte, tenemos que decir que no debemos prepararnos para el totalitarismo, pues este está ya presente en su forma más feroz y, si el primer (s)inistro declara la tolerancia cero para quienes se oponen políticamente a los intereses de sus patronxs, lxs respetables y grandes empresarixs y evasorxs fiscales, nosotrxs declaramos la tolerancia cero para las condiciones de miseria, de salvaje pauperización y de muerte que ofrece con generosidad el capitalismo totalitario y el Estado. Tolerancia cero para los intentos de represión de las okupas y los proyectos autogestionados anarquistas, e ilegalidad en nuestra acción por su defensa.

No estamos dispuestxs a negociar por lo que es obvio, el derecho humano a la vivienda es algo que sigue siendo innegociable, por mucho que quieran desafiarlo los actuales tiempos de miseria que vivimos y sus instructorxs. Cuando tanta gente es empujada al suicidio debido a la pobreza, cuando tantxs sin techo mueren por el frío cada invierno y, mientras que estos fenómenos se agudicen, no se puede aceptar que haya edificios vacíos quedándose en ruinas, en medio de la actividad de la crisis y la compra-venta de la redistribuición de la riqueza social de abajo a arriba. Precisamente esta es la actividad de crisis que hay que aprovechar y a base de la solidaridad de clase de lxs oprimidxs y lxs desheredadxs de este mundo, auto-organizarnos, tomar las riendas de nuestras vidas, construyendo relaciones verdaderas que sean peligrosas para lo existente. Esta es la apuesta, tomar las riendas de nuestras vidas, pero también poder confiárselas a nuestrxs compas. La okupación es una practica socialmente legitimada y cuando intentas no solo poner techo sobre tu cabeza, sino sobre tus ideas también, es una de las maneras para atacar la dolorosa realidad capitalista.

Un juicio ordenado por Samaras (nada que ver con características políticas…)

En cuanto a lo que tiene a ver con el juicio de nuestrxs compas, esto ha sido para nosotrxs el comienzo de un nuevo circulo vengativo del Estado hacia las personas que caminan en su contra y rompen con su respetabilidad social. Sin esconderse, el abogado elegido por el Instituto de Formación Técnica, pidió que se aplicarán sentencias lo más duras posible, como ejemplo que impidan que haya de nuevo okupaciones (¡!), además de pedir la continuación de la detención de nuestrxs compas tras el juicio. Entendiendo todo el contexto, no nos parece raro el hecho de que durante el juicio, dentro de la sala estuviesen presentes todo los líderes de la policía de la Grecia Septentrional, ni el hecho de que la fiscalía prohibiese que entraran lxs solidarixs tanto en la sala, como en el edificio. Por fin, el posicionamiento encubierto de la fiscalía, de que no eran las ideas las que se juzgaban (a pesar de que propuso el cargo de porte de armas en colectivo -porque, como dijo, comparten todo colectivamente y toman las decisiones colectivamente), a nosotrxs lo único que nos demuestra es que una vez más se hacen patentes su indignidad y vergüenza.

Somos culpables de la demolición de los muros de la enajenación, del calor que sale de la auto-organización y de la vida colectiva, y del crimen en serie de nuestro camino hacia la libertad inexplorada.

Y con esta culpabilidad seguiremos caminando.

¡Pase lo que pase, Delta seguirá okupada para siempre!

Okupa Delta

[Sacado de es.ContraInfo.espiv.net]

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