Reflexiones y autocríticas apoyando a Carla e Iván.
Como ya es sabido, el día 16 de Abril fueron detenidxs lxs compañerxs Carla Verdugo e Iván Silva portando un artefacto explosivo, según la policía. La prensa del poder comunicó que ambos fueron interceptados por una patrulla policial que los identificó como sujetos sospechosos y los detuvo al revisar sus mochilas.
Carla (31 años) e Iván (20 años) son hermanastros, Iván estudia Pedagogía en Historia, mientras que Carla tiene un lazo afectivo con el compañero prisionero Juan Aliste Vega, implicado en el Caso Security (expropiación a un banco en que resulta muerto un policía) a quien conoció mientras estaba clandestino y a quien visitaba recurrentemente a la prisión luego de haber sido capturado. Esa es la razón por la cual la prensa y el poder se han ensañado con ella de manera especial.
Los compañeros han sido puestos en prisión preventiva de cien días a partir del 18 de Abril mientras la Fiscalía Sur (la misma del “Caso Bombas”) desarrolla su investigación intentando acusarlos de colocación de artefacto explosivo y aplicarles la Ley Antiterrorista.
Mientras el poder se hace propaganda en los medios de prensa diciendo que la detención fue el resultado de una investigación de inteligencia policial, nosotros queremos divulgar algunas posiciones respecto a la delicada situación de lxs compañerxs y a lo que concierne a la solidaridad revolucionaria, independientemente de si les conocemos o no y a pesar de que ellxs no se han pronunciado públicamente.
1. El enemigo festeja.
El enemigo hoy celebra nuevamente la captura de compañeros que portaban ideales explosivos. Los poderosos en Chile no han podido – y al parecer no podrán- encarcelar a lxs compas del llamado “Caso Bombas” ya que no poseen evidencias. Por eso se jactan tanto cuando pueden atrapar a alguien portando algún artefacto o realizando una acción de ataque, como lo ocurrido con el compañero Luciano Pitronelo (Tortuga) y con Hans Niemeyer, sociólogo detenido en Diciembre de 2011 en los alrededores de un banco donde hubo un atentado (quien ha dicho al enemigo -al igual que el grupo que se adjudicó la acción- que él solo iba pasando por el lugar). En estos dos casos el poder también quiere aplicar la Ley Antiterrorista, que endurece el castigo aumentando años a las posibles condenas.
El enemigo dice que la detención de Carla e Iván ha sido fruto de la inteligencia policial, pero la mayoría de las veces estos “aciertos” no son tales. Por lo general se trata de accidentes producidos por causas desconocidas o posibles errores técnicos de compañerxs. Por ejemplo, en 2009 el enemigo supo que el compañero Mauricio Morales portaba una bomba porque el artefacto estalló antes y mató físicamente al compañero; algo similar ocurrió con el accidente que dejó herido a mediados de 2011 al compañero Tortuga y que lo dejó a merced de la venganza del poder.
No podemos saber si Carla e Iván estaban siendo seguidos, pero es obvio que el enemigo ya tenía identificada especialmente a Carla por su lazo afectivo y su solidaridad incondicional con el compañero preso Juan Aliste. Probablemente Iván también haya estado con ojos del poder puestos sobre él ya que sabemos que el enemigo se esfuerza por atemorizar a los familiares, amigos y seres cercanos de los compañeros que están en prisión. Así lo han denunciado los mismos compañeros del Caso Security desde hace bastante tiempo ya. Pero junto con la venganza personal, lo que el poder tratará también de utilizar a su favor será reforzar judicial y mediáticamente su tesis sobre que tras los atentados explosivos contra instituciones del dominio existe un vínculo estrecho entre anarquistas y ex miembros del Movimiento Juvenil Lautaro, organización de guerrilla urbana marxista leninista a la que Juan Aliste que perteneció hace varios años. Esa invención tratarán de hacerla valer especialmente en este caso.
2. Nosotrxs no callaremos y hacemos una autocrítica.
Ante los acontecimientos, una vez más nuestra postura no puede ser otra más que la solidaridad activa hacia lxs compañerxs. Nos negamos a quedarnos en silencio y normalizar el hecho de ver a compañeros a meced de policías, jueces, fiscales y de la prensa carroñera. No nos interesa defender el uso de artefactos explosivos en sí mismo porque no consideramos que dicha herramienta de lucha sea superior a otras, de hecho ninguna herramienta es superior a otra e independientemente de ellas lo que nos une son los objetivos comunes que se llevan a la práctica. Por eso queremos llevar el análisis más allá de lo que la comodidad de las bocas necias sea capaz de decir.
Algunxs dirán que lxs compañerxs cometieron tal o cual error, otrxs dirán que no se puede ir a visitar a un/a presx y al mismo tiempo realizar acciones de ataque, otrxs dirán tal vez que lo sucedido es simplemente una lástima. Nosotrxs no diremos nada de eso.
Queremos canalizar nuestra energía y sacar lecciones positivas incluso de las nefastas situaciones que se ciernen sobre lxs compañerxs. Para nosotrxs la crítica parte hacia nosotrxs mismxs en el sentido de cuestionarnos cuánto hemos hecho por apoyar a los compas del Caso Security (Juan Aliste, Freddy Fuentevilla y Marcelo Villarroel) y creemos que cualquier crítica a la situación de Carla e Iván que no parta de este cuestionamiento es simplemente autocomplacencia y falta de humildad. Si, como la prensa y la policía dice, lxs compas llevaban un artefacto explosivo….¿qué problema hay con eso? ¿Quién nos da el derecho de decir quien puede/debe o no puede/debe utilizar determinadas herramientas en la guerra social? Nadie tiene ese derecho, menos quienes no están comprometidxs a fondo con la lucha antiautoritaria ni aquellos que nunca han arriesgado nada.
No olvidemos que en el infinito proceso de aprendizaje que es esta lucha, cada unx tiene la facultad de decidir qué hace y cuánto arriesga. Lo trascendente es tomar cada decisión siendo consecuentes con nuestra postura antiautoritaria, conociendo y comprendiendo las implicancias de no hacer nada o de actuar de determinadas formas y asumir las consecuencias positivas o negativas a partir de ello. ¿No es eso acaso parte de la autonomía?
3. La Guerra Social más allá del amiguismo.
No nos hagamos los tontos. Cuando sucede algo como lo acontecido con Carla e Iván, o como ha sucedido con los compas del Caso Security, algunos esperamos que sus amigos más cercanos sean quienes comiencen a impulsar la solidaridad más básica con los compas (visitarlos, mantenerlos, difundir la situación, etc.). Pero a pesar de que lxs amigxs que se dicen tales debieran actuar en consecuencia, dar por hecho y esperar que otrxs hagan las cosas hace que algunas veces nos quedemos inmóviles y olvidemos que la lucha no se sustenta en el amiguismo (actuar solo desde el grupo de amigos) sino que en ideas, valores y actos que nos unen y transforman en compañerxs de otrxs que no siempre conocemos.
Por eso hemos decidido no callarnos ante el caso de Carla e Iván y llamamos a que la solidaridad se exprese nuevamente de mil formas creativas y combativas. Cien días de encierro antes de un juicio ha decretado el enemigo. Será evidentemente un juicio político intentando vincularlos con otros casos y castigarlos de manera especial por su cercanía y solidaridad con un irreductible prisionero de guerra. Ninguna compasión esperamos del enemigo, pero tampoco podemos permitir que haga lo que le plazca con nuestrxs compañerxs y con nosotrxs mismxs.
¡Apoyar, difundir y romper el silencio!
Lxs compas de Sin Banderas Ni Fronteras, núcleo antiautoritario de propaganda escrita.
$hile, Abril 2012.