“El poder evidencia la muerte de nuestro compañero como un mero accidente o exceso policial aislado, el proceso judicial contra los asesinos no prosperó porque al Estado, y al bien común que éste garantiza y protege, no le interesa condenar a quien mató cobardemente a un joven que se posicionaba contra él. Pero aquello no nos inquieta, no esperamos que el Estado sea justo, o que imparta “justicia en igualdad”, porque nada esperamos de él, sabemos que es el generador de toda la miseria y explotación, y por eso sólo queda su destrucción.”
El 31 de marzo se cumplen 4 años de la muerte de nuestro hermano y compañero Jonny Cariqueo a manos de los pacos de la 26ª Comisaría de Pudahuel.
Los hechos se inician el 29 de marzo de 2008, cuando se realizó una marcha en la comuna “En memoria de los Combatientes Populares asesinados en dictadura y democracia”, conmemorando una vez más el Día del Joven Combatiente, recordando la historia de lucha de los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo, abatidos a manos de los pacos en la Villa Francia en 1985. Ese día es detenido y torturado el compañero por los asesinos de la 26ª Comisaría, quienes desoyeron los gritos de Jonny –porque tenía un fuerte dolor en el pecho- y no lo ayudaron, al día siguiente fue liberado, pero dos días después falleció debido a un paro cardíaco, ocasionado por los golpes recibidos, y por no haber tenido atención médica oportuna.
El listado de asesinados en democracia a manos de las pacxs, sumaba un nuevo nombre, la historia se repetía, pero nosotrxs no seremos cómplices del silencio, es por eso que hoy recordamos al compañero Jonny Cariqueo, porque queremos que no se olviden las ideas que lo movían en esa marcha, ideas que nos hermanan con él, y nos separan también de otros, ideas de libertad y autonomía, entre tantas otras que no alcanzan a ser enumeradas, pero se enmarcan dentro de la negación de la autoridad.
La memoria no es papel escrito, no es sólo hacerlo porque se cumple un nuevo aniversario, para nosotrxs es hacernos conscientes de lo que estos hechos significan. Es recordar cómo sucedieron las cosas y aprender de las experiencias que nos dejan. Ese fatídico 29 de marzo la marcha se realizó asechada por un gran contingente policial que inauguraba sus nuevas armas, buscando vengarse tras el asesinato del paco Vera, en Pudahuel Sur, en septiembre de 2007. A pesar de eso se decidió continuar, pero al finalizar la marcha la cacería se desató sin contemplaciones, y en ese momento fue detenido Jonny, quien fue cruelmente torturado esa noche junto a decenas más. La policía golpea y tortura a quienes se rebelan contra el orden establecido, estos hechos lo demuestran.
El poder evidencia la muerte de nuestro compañero como un mero accidente o exceso policial aislado, el proceso judicial contra los asesinos no prosperó porque al Estado, y al bien común que éste garantiza y protege, no le interesa condenar a quien mató cobardemente a un joven que se posicionaba contra él. Pero aquello no nos inquieta, no esperamos que el Estado sea justo, o que imparta “justicia en igualdad”, porque nada esperamos de él, sabemos que es el generador de toda la miseria y explotación, y por eso sólo queda su destrucción. La historia parece repetirse, actualmente los asesinos de Manuel Gutiérrez, muerto el 26 de agosto de 2011, en las protestas callejeras, siguen ejerciendo tranquilamente su trabajo, a pesar de haberle quitado la vida a un joven de tan sólo 16 años, igual que los asquerosos asesinos de la 26ª comisaría. Lo que si nos inquieta es que la vida del compañero se olvide tras una crónica policial y nada más, que el análisis no trascienda a la contingencia, y que poco a poco la memoria, los hechos y la historia se vayan borrando. Estas letras y las actividades son un pequeño gesto por la memoria, son un llamado a decir que nunca olvidaremos a nuestro compañero caído en la lucha. Mientras quede unx de nosotrxs la agitación permanente de las ideas insumisas no debería ser amainada por el paso del tiempo y la pasividad, más bien debería continuamente inyectarse de energía comunicando lo que creemos. Con este acto no solo recordamos a nuestro hermano Jonny Cariqueo, sino a todxs lxs compañerxs que han caído en combate, que están tras las rejas, que están escapando de las cárceles y a todxs lxs luchadorxs del mundo que no se dan por vencidxs a pesar de la represión.