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Actualización del juicio contra lxs acusadxs por el caso de la CCF, 15 de febrero

19.02.11

· El martes 15 de febrero se realizo la audiecia en el Tribunal de Delitos Graves de Atenas (compuesto por tres jueces) para examinar la petición presentada en la sesión anterior del juicio por los abogados de 4 de los acusados.

Los abogados de los tres acusados (Emmanuel Giospas, Nikos Vogiatzakis y Errikos Rallik) que están en libertad bajo fianza, así como del prisionero Alexandros Mitrousias, reiteraron sus demandas contra los jueces regulares y suplentes del tribunal, imputándoles varias infracciones legales y acusándoles de arbitrariedad en el procedimiento por las decisiones respecto a retener las identificaciones de las personas que asistan al juicio, a la grabación en audio del juicio y la auto designación de abogados defensores.

El tribunal decidió que no existen sospechas de la parcialidad de la justicia ordinaria en perjuicio de lxs acusadxs. Por lo tanto, el juicio se aplazó hasta el próximo martes 22 de febrero.

· Finaliza la Hulega de Hambre

La situación en el juicio contra la CCF se vuelve cada vez mas complicada, pero lxs compañerxs a través de sus comunicados ofrecen bastante transparencia. En esta huelga de hambre también participaron los compañeros Gerasimos Tsakalos y Mihalis Nikolopoulos, mientras que cerca de 20 presos anarquistas y antiautoritarios realizaron boicot de la comida presidiaria.

Esta es la carta publicada el sábado 12 de febrero por el termino de la huelga, de 4 compañeros:

Este texto está escrito como una especie de declaración para comunicar que terminamos la Huelga de Hambre que hemos empezado el jueves 3 de febrero de 2011. Sabemos que las prácticas y formas de éste tipo de lucha dejan sus huellas en la historia del movimiento revolucionario subversivo, por tanto también tienen un carácter publico y están expuestas a cualquier critica. Pues, tomando en cuenta que terminamos la huelga sin que nuestra demanda haya sido satisfecha y además la terminamos a cabo de tan poco tiempo después de empezar, hemos decidido realizar una decraración publica y hacer un balance de nuestra movilización, desde el inicio del juicio hasta ahora.

Durante toda la semana anterior a nuestro juicio, los medios de información de masas en una manera característica hicieron propaganda sobre el clima de seguridad, para de éste modo hacer comprensible el hecho que con mucha probabilidad se va a realizar “con las puertas cerradas”, en los marcos del más general intento de aislar a los presos políticos. Cuando ésta información llegó a nuestros oídos, empezamos a debatir esa probabilidad con más seriedad y discutir sobre la manera en que reaccionariamos si eso fuera real. Fácilmente llegamos a la conclusión que en ningún caso vamos a aceptar que el juicio se lleve a cabo de esta manera y que haríamos cualquier cosa para impedirlo.

Lunes 17 de enero nos encontramos en la sala de juzgados, dónde nos enteramos que el acceso para el publico estaba libre, pero las identificaciones de los que deseaban entrar fueron guardadas y fotocopiadas. Después de señalar de manera ofensiva ese tema a los jueces, la corte llegó al acuerdo de que no se tenian que guardar las identificaciones y que todos los datos que fueron registrados serian destruidos. Después de la pausa de unos pocos minutos, cuando evidentemente recibieron algunas órdenes de sus superiores políticos, los jueces refiriéndose a los reglamentos que rigen dentro del espacio de la cárcel, declararon que el hecho de guardar las identificaciones es legitimo y lo impusieron. Después de una fuerte reacción por parte nuestra y de la gente solidaria que estaba presente en la sala, porque obviamente han dejado sus datos por el único motivo de apoyarnos, hemos abandonado la sala declarando que en el caso de que continuaran esas practicas fascistas del juzgado, tanto nosotros como nuestros abogados de defensa estariamos ausentes de los procedimientos.

En los calabozos donde estuvimos todos los 6 encarcelados, nuestros abogados nos informaron que existe hasta la posibilidad que nos juzgaran en ausencia. Al mismo tiempo, los 3 acusados que están en libertad provisional, Emmanuel Giospas, Nikos Vogiatzakis y Errikos Rallis, con los cuales hasta ese punto no tuvimos ningún acuerdo, dijeron que nos apoyarian ante la decisión que tomáramos, y actuarian según esta. En la discusión que tuvimos entre nosotros seis, pusimos en la mesa las eventualidades a las cuales nos enfrentamos y hemos decidido, de una manera sobria y consciente, que a condición de que lo que exigimos no sea satisfecho vamos a destituir a nuestros abogados y alejarnos del juicio. Desde luego que para el caso si ocurriría algo así, hemos redactado una declaración que sea leída por uno de nosotros. En este acuerdo, el único que tomó parte bajo ciertas condiciones era Aleksandros Mitrousias, él que nos dijo claramente que volverá al juicio sea que una sola persona con su presencia legitimizará el procedimiento.

La audiencia fue suspendida hasta lunes, 24 de enero, y entonces uno de nosotros ha leído en publico la declaración firmada con nuestros nombres, que decía que en el caso de que no finalizara el régimen de aterrorizar a los solidarios, amigos y familiares, actuariamos según lo que hemos dicho y también empezariamos el boicot de comida presidiaria y que si el juicio continuaba con abogados asignados por el estado y sin nuestra presencia, se convertiria en una huelga de hambre. Sólo Konstantina Karakatsani, a pesar de asegurarnos que continuará siendo en acuerdo con la idea de abandonar el juicio, no firmó la dicha declaración, con la excusa que no la co-redactó y que quiere hacer su propia declaración aparte. Una declaración que, por cierto, nunca hizo, pero sin embargo luego utilizó ese argumento para justificar su falta de acuerdo con nosotros. Sin embargo, ella estaba de verdad en acuerdo, además de un manera explicita y contundente, con la declaración de abandonar el juicio y destituir a nuestros abogados, la declaración la leyó en nombre de todos nosotros Panagiotis Argyrou. Como naturalmente los que estaban presentes ahí pueden saber, todos voluntariamente hemos abandonado la sala mientras que los solidarios gritaban consignas.

A continuación los jueces sucesivamente asignaron abogados de oficio, algunos de los cuales ni siquiera se presentaron, otros imploraron varias razones, desde personales hasta éticos, para no tomar el caso. Finalmente, la corte decidió de asignar otra vez y a la fuerza los mismos abogados de nuestra elección, con el evidente objetivo de dar un giro nuevo al procedimiento, que hasta entonces parecía ser un callejón sin salida.

Por lo tanto, el 3 de febrero, que era el día en que los abogados de nuestra elección tendrían que rechazar su asignación por parte del juzgado, comunicamos el inicio de la huelga de hambre para que fueran satisfechas las condiciones que hemos puesto. El mismo día pero más tarde, pasmados nos enteramos por la TV que los abogados de Konstantina Karakatsani declaran que su cliente nunca les despidió y que abandonó el juicio esposada y por la fuerza. El día siguiente además nos enteramos que ella misma compareció en el juzgado presentando semejantes argumentos y pidió la suspensión del juicio para poder estar representada por sus abogados, que aquel día no estaban presentes. Una sorpresa todavía más grande fue el texto que publicó, en el que públicamente declaró que nunca se puso de acuerdo con nosotros en lo que se refiere al hecho de abandonar el juicio, mientras que también dejó claros otros puntos de discrepancia que tiene con nosotros, hasta sobre la nuestra decisión de hacer la huelga de hambre por el tema en concreto.

Nosotros por nuestra parte consideramos la postura de dicha presa por lo menos inconsecuente. Cuando una persona, que además es anarquista, llega a acuerdos debe cumplir su palabra, especialmente cuando esos acuerdos suponen consecuencias, no sólo para él/ella, pero también para los demás. La retirada de K. Karakatsani ha legitimizado a la decisión del juzgado de fichar a la gente y abrió el camino para juzgar a los demás acusados en ausencia. Lo más irritante fue que intentó envolver su retirada en un manto político y no tuvo por lo menos la honestidad de admitir que no aguantó el peso de nuestro acuerdo común. Por otra parte es su postura la que dividió el frente combativo ante un juicio en el que podríamos lograr una victoria importante.

Por nuestra parte lo que es cierto es que la finalización de lucha que hemos dado nos llenó de experiencias y conclusiones. La auto-critica es una arma para cada revolucionario, y por esto reconocemos nuestro error de sostener todo ese proceso sobre un acuerdo que no era basado en una perspectiva en común, mientras que cada uno de nosotros siendo personas insólitas, con diferentes puntos de salida y términos de lucha, diferentes posturas políticas, convicciones y percepciones, ha dado su propio sentido a ese proceso, por lo tanto se ha creado una construcción con fundamentos relativamente inestables. Fue equivocación, claro, sin embargo lo fue también el hecho de contar con una falsa persona en el momento en que mucho está en juego para cada uno de nosotros. Sea que sea, ese desarrollo de las cosas provocó la ruptura de un acuerdo, que tras huelga de hambre ya caminaba sobre una cuerda peligrosamente fina. A partir del momento cuando también Aleksandros Mitrousias también eligió actuar así, algo que en cada caso ya nos hizo claro desde el principio, era un hecho dado que no se puede exigir nada de los tres otros acusados, los que están en libertad condicional, y creemos que cada uno lo puede entender. La posición de ellos tres fue apoyar a un, sin grietas, frente de lucha y cuando ese quedó fisurado no hay ningún motivo para que ellos no vuelvan a participar en el juicio.

En cuanto a nosotros, vemos que, cuando más de la mitad de los acusados asiste al juicio, la huelga de hambre como medio de lucha no tendrá efecto. Somos revolucionarios y no mártires santos. La huelga de hambre es un medio, la importancia histórica y su eficacia no la ponemos en duda. A pesar de todo esto, cuando los equilibrios cayeron hacia nuestro lado, el hecho de continuarla no nos parece para nada oportuno ni adecuado, sino al revés: sería un mero trámite y el fin por si mismo. Por tanto, hoy 11 de febrero decidimos terminar la huelga de hambre, a pesar de que nuestra demanda no fue satisfecha. Por otro lado, en ningún caso vamos a aceptar este juicio ni la manera en que se está desencadenando. Como revolucionarios no toleraremos ningún chantaje que nos intentarán imponer y no tenemos nada para negociar con su tribunal militar excepcional. Si ellos nos juzgarán en ausencia, deben saber que nosotros ya antes les hemos condenado. Consideramos que la postura de la maquina estatal indica bien sus intenciones. Pero, para nosotros la cuestión no es demostrar su intransigencia y arbitrariedad. Al contrario: a nuestra posición la percibimos como una condición de victoria política ante el poder judicial, que creyó que nos podria conformar con sus reglamentos y sus órdenes, y que así lograría vaciar de sentido nuestra lucha.

Hay necesidad ya para la clara y decidida opción en frente de un régimen totalitario que continuamente se vuelve más fascista. La estrategia del aislamiento de los presos políticos no tiene como objetivo simplemente sepultarles en las mazmorras democráticas o difamarles y calumniarles desde los canales de canalización de ese enorme bulto de basura informativa que nos dan a comer. Tiene como objetivo aislarles completamente de cualquier expresión vivaz de solidaridad, para de este modo cortar cada lazo con los que forman parte del amplio movimiento revolucionario. Un tal intento de aislamiento es al fin y al cabo también la rígida postura de controlar y fichar a todos los que se atreven de asistir a nuestro juicio como un precio mínimo que tienen que pagar para mostrar su solidaridad. Un precio que, como todos sabemos, puede que pagarán caro en el futuro, con tal que la obsesión de órganos persecutorios y la vengatividad de la represión ya se han encrudecido y fácilmente pueden resultar en numerosas persecuciones penales y encarcelamientos.

La descontrolada criminalización de las relaciones de compañeros, de amistad y familiares, la flexibilidad y elasticidad de los cargos, los continuos desarrollos de la ley antiterrorista, las fotos de compañeros presentadas en la TV y por los diarios, todo eso es solo una parte de lo que sucedió y seguirá sucediendo. Al fin y al cabo, el hecho de guardar los datos de gente solidaria lo vemos como nada, ante otra punta más de la represión que se va agudizando más y más. Así, declaramos clara y públicamente que mientras que en nuestro juicio no exista lugar para nuestros compañeros, tampoco lo habrá para nosotros.

Desde detrás de las rejas, alzamos nuestros puños a todos los compañeros en Grecia y en resto del mundo, que actuaron de manera solidaria en el contexto de la polimórfica lucha subversiva. Igualmente, muchas gracias a todos los que eligieron expresar su solidaridad con nuestra lucha públicamente, realizando el boicot de comida presidiaria. Demostraron en realidad que hasta en las condiciones de encerramiento, los margenes de la lucha y de la solidaridad nunca quedan demasiado estrechos. Porque la dignidad y la consciencia nunca se visten de cadenas…

VIVA LA REVOLUCIÓN
VIVA LA ANARQUÍA

Haris Hadzimihelakis
Panagiotis Argyrou
Panagiotis Masouras
Giorgos Karagiannidis


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