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El pasado 8 de noviembre de este año el biotecnologo Ernesto Méndez Salinas quien laboraba en el Instituto de Biotecnología de la UNAM en la ciudad de Cuernavaca en Morelos fue asesinado de un tiro en la cabeza.

Dicho asesinato desato la indignación de la máxima casa de estudios, quien se declaró en luto por el asesinato del investigador.

La Procuraduría General de Justicia (PGJ) en el Estado de Morelos, confirmó al siguiente día (9 de noviembre) que el hombre asesinado la media noche del martes, es un galardonado y reconocido investigador de la UNAM cuyo deceso aún no tenía hipótesis completas.

De acuerdo con las primeras investigaciones, Méndez Salinas viajaba a bordo de un auto la noche del martes sobre la avenida Teopanzolco (una de las más transitadas en Cuernavaca) cuando fue alcanzado por unxs desconocidxs que le dispararon en la cabeza, lo que originó que el vehículo se estrellara.

Méndez, de 51 años, pertenecía al Sistema Nacional de Investigadores (SIN), licenciado en química, farmacia y biología, era también doctor en biotecnología desde 1993 y había realizado estudios en la Universidad de Washington, en San Luis (Misuri, EEUU) en 1995, era uno de los investigadores más importantes en el país en lo que respecta a la biotecnología.

Las dos líneas de investigación que se tienen registradas, según informaron autoridades de Morelos, es un presunto intento fallido del robo de su automóvil o un acto por parte de desconocidxs que hicieran querer hacer algún daño al científico.

Cabe aquí destacar datos importantes, la segunda línea de investigación se refiere a algún atentado que quizás pudo ejecutar desconocidxs, pero ¿a que se refieren con desconocidxs? Quizás están hablando de algún grupo de corte anti-industrial que anteriormente había declarado que no les temblarían las manos para dañar e incluso asesinar a algún científico?

Recordemos que las primeras líneas de investigación cuando el Tec de Monterrey fue bombardeado se inclinaban a algúnx alumnx insatisfecho o a algún grupo en concreto que se oponía al desarrollo tecnológico. Al final, resulto ser la segunda opción, la correcta.

El asesinato del biotecnologo se da precisamente el 8 de noviembre, recordando también que, el 8 de agosto se suscitó el atentado contra académicos del Tec en el Estado de México que dejo dos tecnólogos heridos.

O sea que, justo después de tres meses exactos, un biotecnologo es asesinado de un solo disparo en la cabeza y que además, en el lugar no se encontró el casquillo del arma calibre 38 que se utilizó para perforar la cabeza del doctor Méndez. Parece que lxs desconocidxs se lo llevaron para no dejar rastro.

El 21 de septiembre Individualidades tendiendo a lo salvaje emitía su último comunicado público (reivindicando el envió de un paquete explosivo al director Pedro Brajcich de la INIFAP y el envió de un paquete incendiario para la profesora nanotecnologa Flora Ganem de la FES-C, además de hacer un extenso análisis de diferentes temas), declaraban que seguirían haciendo acciones pero sin ser reivindicadas, después de este pronunciamiento el 3 de octubre un paquete bomba explotaba dentro de la empresa de mensajería Multipack en la Colonia Guerrero del DF al ser manipulado por los empleados de esta, tres de ellos resultarían con diversas heridas, la prensa reporto que se habían suscitado dos explosiones de dos paquetes, aunque esta hipótesis no ha sido confirmada todavía, aun después de varios días el procurador de justicia Miguel Ángel Mancera confirmo por medio de una entrevista radiofónica que los peritos especializados del DF habían recabado información de a quien iba destinado el paquete, pero la información no fue sacada a la luz.

Después de esto, el 18 de octubre una llamada anónima avisaba de la colocación de una bomba dentro del “Tec Madero” en Tamaulipas. Aunque todo se trató de una falsa alarma, esto se sumaba a la serie de amenazas de bomba en universidades de Tamaulipas, otras más se dieron en la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), en el campus del Tec de Monterrey en Puebla y en la Universidad Politécnica de Pachuca en el municipio de Zempoala, Hidalgo (dentro de esta hay investigadores de nanotecnología) donde se tuvo que desalojar a cientos de alumnxs. Las medidas de seguridad en universidades se han incrementado tras los atentados contra la UPVM (en Tultitlan), el Tec de Monterrey (en Atizapan) y la FES (en Cuautitlan) todas estas en el Estado de México y contra la INIFAP (en el DF) este año, reivindicadas mas tarde por ITS.

La posibilidad de que algún grupo que se opone al desarrollo tecnológico haya disparado contra un biotecnologo el 8 de noviembre es una de las investigaciones de las autoridades de Morelos y seguramente de las autoridades federales, que están siguiendo.

Después del secuestro de la investigadora Yadira Dávila Martínez (5 de agosto de este año) del mismo Instituto de Biotecnologia de la UNAM, su cuerpo fue encontrado muerto el 9 de agosto, hubo quien señalo a ITS como responsables del asesinato de la investigadora ya que ese mismo día se daría a conocer la reivindicación del atentado en el Estado de México, pero todo apunta que se trató de sicarios o delincuentes comunes de la zona que al no recibir el dinero del secuestro dieron fin a la vida de la científica.

El asesinato del biotecnologo Méndez Salinas es completamente diferente a lo que paso con Yadira Dávila. Hubo cuidado en no dejar rastros, en ser clarxs al disparar una sola bala.

Se ha intentado cubrir esto con el supuesto robo del automóvil del científico, pero por ahora en México nadie cree nada, según el gobierno, todos los feroces incendios que se han adjudicado la CCF-México y la CI-MSA son cortos circuitos y la reciente muerte del secretario de gobernación y otras personas cercanas al presidente ha sido un accidente.

Universidades amenazadas, el asesinato de un científico y un grupo anti-tecnologia que ha dicho anteriormente en seguir con la guerra contra academicxs, cientificxs, investigadorxs o como lxs llaman ellxs “tecnonerds”, es lo que sucede en México.