“Ya han sido 10 los años que han pasado desde que el guerrero Barry Horne murió luchando y queremos recordarlo de la mejor manera. Cambiamos la imagen de la pagina como pequeño gesto en recuerdo de su muerte.”
Ya han sido 10 los años que han pasado desde que el guerrero Barry Horne murió luchando y queremos recordarlo de la mejor manera. Cambiamos la imagen de la pagina como pequeño gesto en recuerdo de su muerte.
Desde que el comenzó a interesarse por la Liberación Animal no se conformaba con la sola idea de pensar en que algo no estaba bien, decidió pasar a la acción y participar en distintas iniciativas. Era parte manifestaciones fuera de peleteras, expandiendo el mensaje, y al poco tiempo se convirtió en una cara combativa de la lucha por la Liberación Animal.
Al oír el nombre de Barry inmediatamente hablamos de una persona, que incluso en edad adulta, tomo las decisiones más importantes al pasar a la acción, aprovechando al máximo el tiempo. Nos encontramos frente a una persona que no permanecía tranquilo ni de brazos cruzados frente a lo que sabía que estaba ocurriendo con los animales, realizando muchas acciones, participando, por ejemplo, en el rescate de 82 perrxs beagles y 32 conejos desde Interfauna, y como parte del FLA.
Incluso no necesitaba de nadie para hacer lo que para él era una lucha, pues si debía hacer algo lo hacía de manera individual y acudía por ejemplo a repartir folletos solo.
Barry mantenía un número de detenciones muy reducido, pero un número efectivo para la policía para actuar en su contra y ver en qué tipo de cosas se estaba desenvolviendo.
Él era una persona que sentía el deseo en la piel por hacer cosas, se mantenía activo realizando la mayor cantidad de acciones que para él fuera posible, y al estar prisionero por tres años se mantenía inquieto e impaciente, al pensar que no podía continuar desde adentro siendo un aporte en la lucha, por lo tanto una vez que se le entrego la noticia de que debía ser encarcelado de nuevo no dudo en encaminarse lejos y con rumbo desconocido, rechazando completamente la idea de volver a prisión.
Desde la calle realizo otras acciones, como lo es, por ejemplo, la oleada de incendios en Boots en Ingalterra. Esto hizo que la policía comenzara a sospechar sobre los posibles responsables, y comenzara la caza contra él y otrxs activistas. Debido a que necesitaban pruebas contundentes en su contra para mantenerlo encarcelado, fue necesario un amplio número de policías a cargo, con labores de seguimiento para poder atraparlo.
Barry fue detenido cuando se disponía a realizar una acción y fue condenado 18 años de cárcel, la cual enfrento de la manera que el decidió.
Asumió que el tiempo que pasaría enjaulado no debía permanecer pasivo, al contrario, que la cárcel no acabaría con él y sus ideas. Se mantuvo siempre firme y recurrió así a la única manera que encontró para continuar siendo un aporte real en la lucha por la Liberación Animal, utilizando su propia vida como arma, exigiendo que se cumpliera la promesa electoral de poner fin a la vivisección. El compañero Barry no creía en los partidos y claramente ocupo esto como medida de presión para darle un espacio a la Huelga de Hambre que había iniciado. Su huelga paso a la luz pública y mucha gente que se mantenía como espectadora comenzó a tomar la iniciativa de realizar cosas.
El creía en las capacidades del individuo y los grupos de acción, pensando que si mantenía una medida como esta lograría hacer que las personas que estaban en la calle se sintiera inquieta y con rabia por lo que pasaba, convirtiendo estos sentimientos en Acción Directa.
Las acciones comenzaron a multiplicarse, y los objetivos eran las carnicerías, las granjas y los laboratorios, en donde eran atacados y liberados animales. Todas acciones en solidaridad con Barry.
Producto de las huelgas, Barry comenzo a sentir los efectos, ya que mientras pasaba el tiempo comenzo a manifestarse un desgaste general.
El domingo 4 de noviembre Barry permitió la ingesta de alimento, pero su cuerpo ya estaba demasiado deteriorado. El 5 de noviembre de 2011 Barry muere a la edad de 49, debido a fallas en su organismo, principalmente de su hígado.
Hoy queremos recordarlo por lo que fue, un guerrero en la lucha por la Liberación Animal, que dio hasta las últimas consecuencias por sus ideas y por lo que para él era su lucha. Muchas personas hoy lo recuerdan por lo que fue y lo que hizo, sus aportes y su vida. Su huelga y su muerte estuvieron marcadas por el apoyo de lxs compañerxs solidarios que se mantuvieron a su lado. Si bien en su funeral no habían razones para sonreír, si habían para mantenerse firmes y fuertes, afianzando los lazos de los que luchan por la liberación, y respetando todas sus ideas, decisiones y deseos.
Barry Horne (17 de marzo de 1952 – 5 de Noviembre de 2001
Liberacion Total