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“El 5 de noviembre es recordado mundialmente por distintas razones, pero hoy quiero rescatar la historia de un hombre, un guerrero que vivió y murió por sus convicciones, buscando hasta los últimos días, aportar y proyectar en el camino de la Liberación Animal.”
El 5 de noviembre es recordado mundialmente por distintas razones, pero hoy quiero rescatar la historia de un hombre, un guerrero que vivió y murió por sus convicciones, buscando hasta los últimos días, aportar y proyectar en el camino de la Liberación Animal.
Barry Horne siendo un barrendero de las calles de Inglaterra y con varias décadas de edad, se dio cuenta de que debía hacer algo contra la industria de la explotación animal. Barry llego a tomar esta decisión a raíz de que barría las calles cercanas a una empresa de experimentación en animales, lugar donde frecuentemente se realizaban manifestaciones, recibiendo información sobre la vivisección. Esto dio curso a sus motivaciones en la lucha directa por la liberación.
Así el comenzó a involucrarse y a participar de mittings contra la industria de la vivisección y tomo una forma de vida vegana, en donde reflexionaba sobre los métodos que serían más certeros en la defensa de los animales, tomando la acción directa y abriendo las jaulas en que torturaban a los animales por el avance de la ciencia. Saboteo empresas de explotación animal, incluso en una oportunidad intento liberar a un delfín, acompañado de su joven hijo, desde el acuario en que se encontraba, a metros del mar.
Este compañero no solo apoyaba y aportaba en la lucha antiespecista, también solidarizaba con ideas y practicas antisexistas, por la independencia de Irlanda del norte, entre otras expresiones contra la explotación.
Hoy faltando poco para el próximo 5 de noviembre, en que se conmemoran 10 años desde que el compañero Barry Horne falleció a causa de una serie de huelgas de hambre realizadas desde la prisión, con el objetivo de acabar con la vivisección en Inglaterra y dar un impulso a quienes querían la liberación animal ahora. Hoy, cada 5 de noviembre, en varias partes del mundo y de diversas formas, individuxs buscan recordar desde la práctica, a una persona que vivió y murió en busca de la libertad.
Barry estaba consciente de que podía morir a causa de la huelgas de hambre y estuvo dispuesto a llegar hasta el final por lo que creía.
Algo que personalmente valoro mucho, es la voluntad y la proyección de lxs compañerxs cercanxs a Barry, quienes colectivizaron la experiencia, haciendo que la memoria combativa trascendiera las fronteras e idiomas, sin elevar la figura del compañero a un héroe o mártir, sino lo que fue, un guerrero por la Liberación Animal que murió luchando, al igual que Jill y Mike, asesinadxs tiempo antes de muerte de Barry.
Jill Phipps murió atropellada por un camión de transporte de animales que trataba de detener antes de estos entraran al matadero ; y Mike Hill, asesinado a sangre fría por un cazador el 9 de febrero de 1991, cuando tenía 18 años.
Con estas palabras busco aportar de la única manera que podre este año, dentro de esta jaula de máxima seguridad. Envió un mensaje a todxs aquelxs que van por el camino hacia la liberación, sin luchas parcializadas, haciendo el llamado a que esta conmemoración de 10 años no pase desapercibida y dar un impulso a la liberación animal en todo el mundo, con Barry en la memoria.
Las formas son variadas, la idea es motivarse y actuar en defensa de los animales y de la tierra, por una cuestión de respeto y convicción, lejos de las lógicas del dominio. Porque ¿ si no es ahora cuando? ¿si no eres tu, quien?
A la memoria y honor de Barry Horne, como también a todxs quienes han muerto luchando. En solidaridad con todxs lxs guerrerxs priesionerxs que siguen firmes desde las jaulas.
Mono
Prisionero de guerra
Desde la sección de Máxima Seguridad de la Cárcel de Alta Seguridad
Santiago, fines de octubre.
Pd: Como un terrible y doloroso golpe fue como perrxs callejerxs fueron asesinadxs y arrojadxs como basura en una plaza. Orden de exterminio dictada por la municipalidad de San Joaquín, despreciables asesinos que bajo lógicas antropocentristas creen que pueden matar sin impunidad. Un hecho similar ocurrió el año pasado en Peñaflor, donde mataron a decenas de perros por orden del alcalde de la comuna, todo mi desprecio hacia ellos!