“…Hoy hablamos de la cárcel, uno de los muchos instrumentos con los que el poder establecido cuenta para defender sus propios intereses denigrando y destruyendo a las personas.”
Comunicado de su grupo de apoyo:
Cuando a principios de marzo de 2010 Amadeu Casellas fue puesto en libertad llevaba encarcelado 24 años, los dos últimos solicitando el tercer grado que por Ley se le debía aplicar. Así, Amadeu comenzó a exigir su libertad con huelgas de hambre, mientras desde la calle se llevaron a cabo todo tipo de acciones solidarias.
Es en este contexto y ante esta tesitura que podía llevar a Amadeu a la muerte, cuando Tamara envía un paquete que simulaba ser una bomba a Albert Batlle, el entonces director de Serveis Penitenciaris de Catalunya y, por tanto, responsable último de dicha situación. Antes de que llegara a su destinatario, el paquete fue interceptado y explosionado por los Mossos d’Escuadra el mismo día en que se celebraba una concentración por Amadeu frente a la Secretaría del organismo presidido por Batlle.
Meses después, el 15 de diciembre de 2009, Tamara es detenida en Getafe (Madrid) acusada del envío de dicho paquete y trasladada a Barcelona, donde el juez decreta prisión preventiva. Tras pasar cuatro meses en una de las cárceles de la ciudad Condal, es puesta en libertad provisional a la espera de juicio, gracias a dos informes periciales que habían demostrado que el paquete no tenía capacidad para matar. Durante este tiempo, Amadeu Casellas salió de prisión, después de que las autoridades pertinentes reconocieran que llevaba recluido ocho años más de los que según sus leyes le correspondían.
El día 14 de Septiembre se fijó la fecha del juicio a Tamara en la Audiencia Provincial Número 7 de Barcelona.
Ese día, finalmente se decidió aceptar el acuerdo planteado por la fiscalía de 8 años de prisión, ya que parecía ser la única posibilidad de reducir los 16 años de prisión que pedía la fiscal y valorando que ir a juicio podría significar una condena mayor, dadas las circunstancias adversas e injerencias políticas que desde el principio han rodeado a este proceso por parte de las instituciones catalanas.
Ahora, nuestra compañera se encuentra condenada a 8 años de prisión por intento de asesinato y tenencia de explosivos. Por el momento está en libertad a la espera de un indulto parcial que podría recortar dicha pena.
Conscientes de que el Estado responde con represión ante cualquier tipo de rebelión contra su violencia y del duro proceso al que nos enfrentamos y enfrentaremos, no nos lamentamos. Hoy hablamos de la cárcel, uno de los muchos instrumentos con los que el poder establecido cuenta para defender sus propios intereses denigrando y destruyendo a las personas. Permanecer en silencio y pasiv@s ante los atentados que éste comete no va con nosotr@s… Hoy hablamos de Tamara, cuya condena nos recuerda a qué nos exponemos, mañana hablaremos de otrxs compañerxs, pero seguiremos plantando cara ente los abusos del Sistema, seguiremos luchando y toda nuestra solidaridad y nuestro apoyo está y estará con quiénes le desafían.