“… atacar al sistema en sus propios términos es ineficiente, es una pérdida de tiempo, es un autoengaño, únicamente es reforzar y perfeccionar los mecanismo de control social y adhesión al sistema.”
LIBERAR LO SALVAJE DE LA CIVILIZACIÓN.
“La “naturaleza” es una canasta de recursos para la civilización,una madre para fomentar la “humanidad” y su civilización. Era hermosa, digna de adoración, contemplación, estudio y explotación. No era maligna, pero era caótica, caprichosa y poco fiable”.
Feral Faun.
Esta crítica sea vista como una herramienta para la construcción y afinación de las ideas que promueven la defensa de lo salvaje y no únicamente de un parque nacional aparentemente protegido por ley y los intereses nacionalistas, como lo quieren mostrar las entidades medio-ambientalistas u otros estamentos fuertemente arraigados a esta voraz lógica democrática. No hemos de adherirnos a los datos provenientes de profesionales y especialistas del TIPNIS* que han tenido que incursionar en el territorio salvaje para poder sacarle provecho y mostrar sus resultados.
¿Quiénes defienden el TIPNIS?
Antes del problema del TIPNIS el estado actual había establecido dentro de sus políticas legales la defensa de la “madre tierra” desde una perspectiva negociable, lo que desembocó en la apertura de la carretera interoceánica propuesto por el IIRSA, hace mucho claro está, de modo que vendió el TIPNIS al primer inversionista.
La problemática del TIPNIS otorga de por sí un escenario de confrontación de poderes e intereses nacionales gubernamentales contra opositores permanentes, emergentes u esporádicos cuya estrategia política es instrumentalizar el asunto del TIPNIS como arma de descrédito al gobierno actual y desbaratar su discurso pseudo defensor de la madre tierra y con ello todas sus políticas reformistas y capitalistas readaptadas.
Tanto el gobierno y los defensores del TIPNIS se adjudican posturas incoherentes con referencia del problema del TIPNIS, la irrelevancia de ambas partes es irrisible por completo, muy reduccionista de hecho totalmente determinista e hipócritamente oportunista así primero debería plantearse la siguiente pregunta antes de defender el TIPNIS ¿por qué luchar a favor del TIPNIS y no en contra de la contaminación industrial estatal o la producción de residuos contaminantes propias de la industria privada?
Respuesta obvia y como diría cualquiera de estos pseudodefensores: afectaría a los intereses de toda la civilización, producción, propiedad, legislación, democracia y capitalismo además no admitimos vivir sin los goces de la civilización, no queremos dejar de ser mártires aspirantes a rebeldes y revolucionarios. No queremos ser libres. Aunque parezca una respuesta exagerada es totalmente acertada, no cabe duda alguna.
En cuestión de términos los pronunciamientos de los diversas organizaciones, instituciones y colectivos, incluidas empresas inmiscuidas todas en el asunto del TIPNIS consideran al mismo como una reserva nacional donde deben protegerse los “recursos naturales” es decir avalan y se fundamentan en el capitalismo desarrollista para velar por los intereses nacionales a través de la participación democrática y funcional en el rol de ciudadanos y activistas políticos establecer un descontento generalizado por esta situación en concreto.
La falta de análisis en profundidad del asunto del TIPNIS hace creer a cualquier ciudadano que puede apelar a su rol democráticamente establecido por la constitución a participar de asuntos de esta magnitud. Y a partir de esto la diversidad de argumentaciones se enumeran y crecen de manera ridícula.
Las más absurdas rozan el plano de la hipocresía extrema y el interés va desde el que quiere mantener su puesto de guía de turismo extremo en parques nacionales irrumpiendo en el equilibrio, biólogos e ingenieros forestales que desarrollan sus estudios en supuesto beneficio de la naturaleza, especialistas de la información y documentalistas que capturan la selva y su equilibrio para mostrarla en video, fotografía o audio y rentabilizar sus esfuerzos, igualmente artistas cuya inspiración necesita surgir del equilibrio biológico natural., es decir todos ellos y sus ejercicios mercantilizan la naturaleza.
Para nosotras(os) no deja de ser un ejercicio capitalista de cosificación y mercantilización en beneficio de especialistas capacitados, y son ellos quienes pueden determinar cuáles son las formas de explotación permitidas en el área del TIPNIS en concertación con gobiernos y especialistas extranjeros.
El problema del TIPNIS acarrea a todas las formas políticas de oposición ya sean quienes desinformados apoyan a los intereses de organismos no gubernamentales, o la derecha que ahora se tilda de ecologista y promueve la defensa del TIPNIS y el reciclaje de la basura y la producción capitalista sostenible y la explotación laboral. Las izquierdas y bases progresistas velan por los recursos naturales y por el saqueo equitativo de la naturaleza, que no deja de ser capitalismo de consumo y depredativo.
Sin embargo muy pocos son los que profundizan la cuestión, defender la naturaleza por ética y consecuencia implica negar la civilización y su producción, consumir del capital y reproducir su sistema y esquemas es demasiado irrisorio, por ello el asunto del TIPNIS en Bolivia es indudablemente una moda medioambientalista donde los más jóvenes ganaran reconocimiento de defensores medioambientalistas, los más viejos serán los fabricantes de ideas y los oportunistas le sacarán un buen fajo de billetes al negociar los intereses con el estado que de hecho se ha llenado por anticipado todos los bolsillos de dinero y más.
Ahora de qué mierda les sirve “defender” como ustedes le dicen, defender el TIPNIS si de otra forma mañana avasallarán otros espacios vírgenes o mejor aún crearán más fábricas y comprarán más automóviles, consumirán mayor cantidad de energía eléctrica y producirán más basura, más ropa y consumirán más árboles para muebles y más animales para comida.
Naturaleza, Madre Tierra, Medioambientalismo y Ecologismo son producciones civilizadas que reconceptualizan e interpretan lo que no les es posible entender y lo asumen y predefinen a partir de estos términos caducos. Finalmente como menciona Theodore Kaczynski, atacar al sistema en sus propios términos es ineficiente, es una pérdida de tiempo, es un autoengaño, únicamente es reforzar y perfeccionar los mecanismo de control social y adhesión al sistema.
Por ello nosotras(os) no entendemos su lucha y defensa del TIPNIS ni seremos cómplices de la mentira.
Colectivo Salvaje Yastay
Nota:
* Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro-Secure (TIPNIS) es un área natural protegida de Bolivia, catalogado como parque nacional y declarado Territorio Indígena por las luchas reivindicativas de los pueblos indígenas de la región. Tiene aproximadamente 12.363 km² y está ubicado entre los departamento del Beni (provincia Moxos) y de Cochabamba (provincia Chapare).