“Ya bastante se ha dicho, pero nunca esta de mas recordarlo: Tu vida no se reduce a las insospechadas y desconocidas circunstancias de aquella madrugada, eres mucho mas que aquel gesto y eso no hay que olvidarlo.”
El poder se dejo caer, deseaban ensañarse con aquellos memoriosos y quienes rechazan el silencio. Escribir se hizo ilegal, pensar fue un acto prohibido, cuestionar se hizo ilicito y por supuesto cualquier gesto de amistad no renegado trajo costos altisimos, cualquier relacion entre compañeros/as se volvio de temer.
El poder sin maquillaje y las fuerzas de la amnesia se dejaron caer. La venganza de los poderosos contra las vidas, contra las decisiones de cuestionar su orden se expresa en la turba uniformada saqueando las casas y bibliotecas, desvalijando la vida de compañeros.
¿Donde estabas?
Caminando por las calles con la foto en busqueda y captura baja la mirada de los posibles delatores, en incomunicacion estricta, en el aislamiento de esos cementerios de hombres vivos, en jornadas de hambre, en estadias de hospitales carcelarios, con la apremiante urgencia para sacar a quienes se encontraban “adentro”, con la constante vigilancia sobre quienes entienden la palabra solidaridad, atrapado en interminables telarañas juridicas? No lo se, pero de seguro no estabas en aquellas fotografias de cemento ensangrentado, que con tanto empeño y satisfaccion, mostraron y filtraron.
Ya bastante se ha dicho, pero nunca esta de mas recordarlo: Tu vida no se reduce a las insospechadas y desconocidas circunstancias de aquella madrugada, eres mucho mas que aquel gesto y eso no hay que olvidarlo.
En las aburridas jornadas de interceptaciones telefonicas, en los eternos dias siguiendo a “sospechosos”, en su monotona intimidad, en los pasillos de los cuarteles, fiscalias y prisiones, en sus conversaciones, ellos tambien te recuerdan.
Es mas, no te olvidan. ¿Quienes? : Los persecutores, las policias del pensamiento, los gestores, reproductores y sostenedores de este mundo de carceles.
No soportan que las campañas del terror impuestas por el Estado tras tu muerte no hayan significado olvido y silencio. Es extraño, pero tratando de olvidar tu existencia ellos te recuerdan. Pero quienes despreciamos la vida que no aprecia de llamarse como tal, una vida que no es vida, una vida que fue robada: Dignidad, Oponerse, Decidir, Recordar frente a tanta locura, frente a quienes se creen amos de la vida misma.
Mayo 2011