Texto respecto la marcha realizada el 2 de mayo por calles de Montevideo en solidaridad lxs compañerxs presxs en chile por el “caso bombas”
La Solidaridad: nuestra mejor arma.
El 21 de Febrero de este año, Carlos, Rodolfo, Mónica, Felipe, Camilo, Andrea, Omar, Vinicio y Francisco, todxs ellxs compañerxs apresadxs desde el 14 de Agosto del 2010 en las Secciones de Máxima y Alta Seguridad de las Cárceles de Hombres y Mujeres de Santiago, decidieron iniciar una Huelga de Hambre Líquida, que se extendió hasta el 27 de abril, cumpliendose un total de 65 días, exigiendo, ante todo, su inmediata liberación.
Un rápido recuento:
Los ataques con bombas a espacios simbólicos del poder (Estado/Capital/Hegemonía Cultural, etc) vienen desarrollándose en estas tierras hace más de 100 años (sí, desde 1911 en adelante), y ciertamente en algunos momentos de la Historia su continuidad ha sido más permanente que en otros. Así, al menos desde mediados de la década pasada (2005 aproximadamente) comenzaron a sonar en Santiago y algunas otras ciudades de Chile, decenas de bombas caseras, siendo muchas de ellas revindicadas por grupos que actuaban desde la ilegalidad y que con sus mensajes revindicatorios nos hacían un permanente llamado a dejar a un lado la pasividad y dar espacio a la acción en nuestras vidas.
A la par con las múltiples detonaciones, comienza en Chile una investigación judicial (con mucha presión de parte de los Gobiernos de turno) a la que la prensa del poder le fue dando el nombre de “Caso Bombas”. Durante 4 años de investigación no se obtuvo ningún resultado concreto en la indagatoria a pesar de los cientos de millones de pesos destinados para la persecución de lxs supuestxs responsables. Como el Poder no ha conseguido dar ni con el paradero ni con la identidad de lxs responsables (ya que nunca entenderán la informalidad ni la afinidad, ni nada nuestro), comenzó, desde hace un par de años, y con mucha fuerza luego de la lamentable muerte nuestro compañero Mauricio Morales, una arremetida comunicacional y policial en contra de un sector bastante visible en la promoción de las ideas anárquicas y antiautoritarias de por estos lados. Creando así la figura del “Terrorista” en base a la de compañerxs anarquistas que ocupaban espacios y desplegaban públicamente sus ideas de Libertad
La Huelga: un grito de Dignidad.
Desde que fueron secuestradxs, nuestrxs compañerxs no han dejado movilizarse por su libertad y mantenernos al tanto de ello a través de sus múltiples comunicados. Durante meses se discutió esta posibilidad de hacer frente a la arremetida del Poder con una Huelga en que lxs mismxs inculpadxs expusieran sus propios cuerpos como el principal arma de lucha, y fue así como el pasado 21 de Febrero iniciaron su movilización estableciendo como demandas lo que decía relación con los plazos de investigación y por otro lo que se refería a los motivos legales de su acusación (Ley Antiterrorista). Hace un poco más de 20 días el Tribunal le ordenó a la Fiscalía cerrar la Investigación que mantiene enjauladxs a nuestrxs compañerxs, siendo esto un avance en su lucha. Luego hace algunos días, el mismo tribunal ordenó el traslado efectivo de nuestrxs compañerxs del Modulo de Máxima Seguridad (donde llevaban 8 meses en el régimen más brutal de aislamiento y castigo de todas las cárceles chilenas) a la Cárcel de Alta Seguridad, lo que también es un avance en la lucha. Ahora bien, al margen de estas pequeñas ganadas, lo importante para lxs compañerxs es poder hacerle frente al absurdo procesamiento por Ley Antiterrorista (heredada de la dictadura de Pinochet) con el cual están arriesgando penas que van desde los 10 años hasta el presidio perpetuo para algunxs. Esto debido a que el procesamiento por esta ley presupone que lxs compañerxs formaron una ficticia y delirante Asociación Ilícita Terrorista en la que mandos y roles están claramente definidos. ¿Qué acaso no entienden estos febriles persecutores que lxs anarquistas aborrecemos el poder y por tanto el mando y la obediencia; y que en nuestros corazones habita un mundo libre de su podrida autoridad? Tan sólo el cargo de pertenencia a la supuesta AIT hace que lxs compañerxs arriesguen 10 años de cárcel (y de allí para arriba).
Por acá las cosas han estado algo complicadas, el acoso y el hostigamiento son permanentes, las manifestaciones públicas son rápidamente reprimidas de forma muy violenta, pero seguimos ingeniándolas. El llamado es a no decaer, a aprender permanentemente de las experiencias de otros y a continuar en este hermoso camino por nuestra Liberación Total.