Días después de que el pasado jueves una fuerte explosión fuera de un Tribunal de Justicia en Atenas dejara graves daños, el grupo “Conspiración de las Células del Fuego - Comando Horst Fantazzini” reclamo la responsabilidad del ataque.
Comunicado:
“Cuando uno pasa por delante de los juzgados o de la cárcel sin que su mirada se oscurezca al pensar que uno mismo podría encontrarse allí dentro como culpable, significa que no ha vivido sus tiempos con honradez y dignidad.”
El ataque contra el Tribunal Administrativo de Primera Instancia con todo nuestro ardor lo dedicamos a nuestros hermanos (G. Tsakalos, P. Argyrou y H. Hadzimihelakis) de la célula encarcelada de miembros de Conspiración de Células del Fuego. Nuestros compañeros, como también la honrada minoría de las dignas Personas rebeldes, comunes y políticas, no son nada otro que la parte de nuestra lucha, son la lucha misma en su totalidad, son su esencia.
La justicia es la red tejida por una araña, que atrapa a unas pequeñas presas y las devora, mientras que a los reptiles grandes les deja penetrar y se deja manejar por ellos. Cualquiera que no está en acuerdo con esto puede visitar las cárceles y ver a todos esos pobres diablos y toxicómanos que les inundan. Que busque por allí a algún gran empresario o político, que son responsables de robos más grandes y de la más bárbara degradación de nuestras vidas. Por tanto, a la vista del político tribunal militar que se está preparando para juzgar el 17 de enero a la Organización Revolucionaria Conspiración de Células del Fuego, vamos a ser puntiagudos y inexorables en nuestras opciones y nuestras acciones.
Si algunos se están pensando que nuestros Hermanos son unas fáciles presas de caza, y preparan un menú de las condenas que les quieren poner para que paguen caro el recibo, les informamos que ya fueron muy adelantados por anochecer, puesto que a partir de ahora su seguridad como personas está en peligro directo. Por esto sería mejor que el siguiente juicio se hiciera con jueces que lleven capuchas negras y no publiquen nunca y por ningún lado sus nombres. Es una “pena” que el sistema deja que así de fácil se pueda apuntar a sus simples marionetas y que el mismo sistema considera que tan fácilmente se escapa del asunto…Es una “pena” que esa “gente” necesite presencia policial 24 horas al día y teme de abrir una carta o carpeta. Es una “pena” el hecho que se piensan que pueden dormir con su consciencia tranquila, cuando sus sentencias no son más que un papel carbón de las declaraciones de Sección Antiterrorista y de Seguridad para juzgar a la Conspiración. Para hacer juicio a una idea, una propuesta, un proyecto que hace algo tan hermoso en contra de ese mundo.
Jueces-inquisidores modernos, nos comprometemos públicamente que por cada año de cárcel que van a escuchar nuestros hermanos como condena, colocaremos un kilo de explosivos en los patios de sus casas, en sus coches y despachos, mientras que tampoco descartamos encuentros personales cara a cara con ustedes, aplicando la estrategia de acercamiento por sorpresa. Pensamos que el mundo es pequeño y, más en futuro o ya dentro de poco, nos vamos a encontrar, sea tarde o temprano… Además, como lo declaró la Asociación de Jueces y Fiscales de modo muy acertado, con el tono propio de miles de cardenales: “…el momento de crisis seguramente llegará alguna vez a todos nosotros.” Lo único es que ahora vino el turno de los “jueces árbitros” de ser juzgados por todas las fealdades que han cometido. Puesto que no tienen ni vergüenza por ser la punta de lanza cual el sistema utiliza contra las revueltas que vienen, vamos a ocuparnos qué sientan en su propio pellejo nuestro disgusto y aborrecimiento sobre el sucio oficio que ejercen… Si al juzgar a las ideas y a los revolucionarios algunos se piensan que simplemente “hacen su trabajo”, nosotros por nuestra parte vamos a traer “nuestro trabajo” a sus casas…
Naturalmente, el conflicto belicoso que tenemos con la corrupta mafia judicial no se limita solo al campo del proceso judicial de nuestro caso. Seríamos unos hipócritas de mente estrecha sí no pusieramos a la mesa los crímenes de la justicia en su totalidad.
Nos damos cuenta de la “Gólgota” a que se enfrentan miles de personas y sus familias en los juzgados. Se ve que la “justicia” tiene un gusto particular en los uniformes, trajes, dignidades, cargos y dinero, pero no tanto en la verdad… No todos los “criminales” son “culpables”, ni todos jueces son “inocentes”. Hasta sí hay de verdad una pequeña minoría de jueces que no sean corruptos, que no hacen una reverencia a sus superiores políticos, que no aceptan que declaraciones de servicios de seguridad sirven como sentencias premeditadas, tienen que entender que… sin libertad no hay justicia. Hasta ellos mismos, debido a cargo y posición que tienen, están al servicio de un sistema opresivo y malvado, y por esto se cuentan como enemigos de la libertad. ¿Cuántas veces los “virtuosos cumplidores de la ley” juzgan y condenan sin pruebas de evidencia siquiera? Un ejemplo característico es el reciénte juicio del “sindicato del crimen”, como lo llamen los medios de comunicación de masas. Ya hace meses los “jueces televisivos” tras el proceso “democrático” de revelar las escuchas telefónicas, sacaron su sentencia: “CULPABLES”…
Cuando uno de los acusados asumió toda la responsabilidad por el secuestro del gran armador y así exculpó a la mayoría de los otros acusados, tenemos que tener en cuenta que algunos de ellos ya se encontraban en cárcel cuando sucedió lo del secuestro. Pero se trata de uno de esos misterios que lo saben todos: la sentencia final del juicio fue prefabricada y determinada en la sede central de servicios de Seguridad. Sin embargo, sí alguien quiere buscar al verdadero “sindicato del crimen” y sus “pisos francos”, que mire en el Parlamento, en la Comisaría Central situada en avenida Alexandras, en chalés y yates de los ricos. Pero a ellos la “justicia” no les toca.
Tampoco podemos olvidar como rencorosos son los jueces. No es nada casual la condena vengativa y exterminadora de 9 años y 3 meses, que recibió el joven Hrisovalantis Pouziaritis por participar en los disturbios del 6 de diciembre de 2009 en Tesalónica. Se trata de una condena basada exclusivamente en testimonios absurdos de los policías que le detuvieron.
Pero hasta sí, presionados por una rabia generalizada, “cumplen su trabajo”, como en el caso del policía Korkoneas*, sabemos bien que son unos hipócritas. Sacrifican a un peón, un pendejo sin importancia para quedarse al mando. Porque hasta los castigos más “justos” exhalan un hedor espantoso cuando sean impuestos por el vencedor e inhumano Poder. Además, como ya lo dijimos después de nuestro ataque contra la cárcel de Koridallos y los juzgados de Tesalónica, estamos en contra de que se encarcele a cualquier persona. La privación de libertad es simplemente una tortura. Y nosotros no somos torturadores, como lo son los demócratas. La solución de los problemas con la mierda tal como Korkoneas llega tras hacerles justicia por nosotros mismos. Los que sintieron más la pérdida del compañero A. Grigoropoulos, tendrían que ser estos quienes decidan sobre el “destino” de su asesino. Creemos que el mismo camino, pues tomando la justicia en nuestras propios manos, se tendría que seguir en lo que se refiere a todos los violadores, pedófilos, proxenetas, fascistas y chivatos.
“Siendo revolucionarios no reconocemos a ninguna autoridad interrogadora. Por tanto nos hemos negado a declarar ante la policía y jueces de guardia, porque sentimos que a nuestra postura revolucionaria la debemos que alegar solamente en público y ante compañeros. “ (P. Argyrou y G. Tsakalos, miembros de célula de presos de CCF)
Acabando con la cuestión de mafia judicial, pensamos que cada persona digna presa, independiente del porqué está “dentro”, no tiene porque hacer “el favor” a sus jueces y reconocer que ellos se merecen a juzgarla. Porque justo eso es lo que quieren, que se les “legitímese”, que se les reconoce como a una clique superior de gente en frente de cual el resto debe rendir cuentas. Pero, ustedes señores jueces, tienen que saber que sobre sus ropas caras, las que hoy por la mañana han recibido de la lavandería, se ha secado la sangre de miles de personas que han torturado y encerrado en cárceles sin pensárselo mucho. Y esa sangre los va a ahogar… Por esto llamamos a nuestros amigos y compañeros, políticos y comunes, que eligen de caminar al paso de la dignidad, que se nieguen, con cada medio posible, a reconocer sus inquisidores. Hay muchas maneras, no solo una. Desde el silencio total ante interrogadores y jueces, desde negar a presentarse en el juicio, convertir el juicio en una tribuna pública para difusión de valores revolucionarios, hasta atacar dentro de la sala a los “honorables jueces” escupiendo, insultando, gritando, tirando objetos como vasos, cafés, etc.
Que se metan detrás de cristales de protección, que lleven ellos también los chalecos de antibalas y que se muevan solo bajo la escolta de los encapuchados de la sección antiterrorista.
Pues, nuestra primera cita será el 17 de enero. Vamos a estar allí, a lado de nuestros hermanos de la célula de presos de CCF y a lado de todos esos que durante esta aventura tuvieron la dignidad de mantener sus cabezas arriba. Vamos a estar allí con nuestra alma, corazón y mente. Porque, por otra parte, urgentemente buscamos pasajes y travesías para recuperar a nuestros hermanos y, el día de mañana, estar de nuevo juntos en la lucha, en la NUEVA GUERRILLA URBANA.
Porque nuestro día vendrá…
Hace poco se realizó en las cárceles una gran movilización, durante la cual muchos presos participaron en el boicot de comida presidiaria. Ese hecho fue anotado muy poco en las noticias, algunas riñas internas entre los presos no permitieron que la situación se generalizara y se extendiera, y por lo tanto bastante gente se ha decepcionado, mientras que el liderazgo del ministerio, en un inteligente paso estratégico, ofreció una amnistía parcial a las condenas disciplinarias, para que “el incidente pudiera considerarse como resuelto…”
Nosotros como Organización Revolucionaria Conspiración de Células del Fuego siempre vamos a apoyar la lucha de los presos y sus movilizaciones. Nos damos cuenta de las condiciones difíciles bajo cuales día a día miles de personas viven la tortura. No vamos a comentar las demandas de los presos, considerándolas sobretodo como lógicas, como algo que se entiende por sí mismo, porque se sitúan en el camino de una de las luchas más importantes para el ser humano, la lucha por la libertad y la dignidad. Sin embargo, no olvidamos que “cualquier mejora de las condiciones vitales no va realmente cambiar a la cotidianeidad, porque la privación de libertad por sí misma es un castigo permanente” (V. Stefanakos, prisionero). Aquí hasta esa mierda, los alcaides de cárceles, se quejan que las furgonetas policiales vuelven de los juzgados llenas de una carga de algunos 300 o 400 años de cárcel. Pues, es el espejo de nuestra sociedad civilizada, un inmenso almacén de almas con condiciones como en una porqueriza. ¿Hasta cuándo vamos a aceptar que la gente sea soltada en libertad dentro de los ataúdes (las cárceles griegas tienen uno de los más grandes porcentaje de suicidios)? ¿Hasta cuándo vamos a aceptar que una pandilla de subhumanos nos juzgue a base de las leyes escritas por nuestros verdugos y los que nos explotan?
Pero, en lo que se refiere a las movilizaciones en las cárceles, mejor vamos a decir un par de cosas en el idioma de los presos**, sin colorete ni politiqueo. Sabemos que cada uno allí dentro se piensa que le va muy mal y que la sociedad le trató de una manera injusta. Pero, en vez de chulear y jactarse de su propia delincuencia, en vez de montar broncas y buscar cómo meterse un poco de droga, en vez de buscar cómo chivar a uno al lado, cómo dividir la comunidad del modulo o de celda, mejor que eche una ojeada en su alrededor y se dé cuenta que la cárcel sigue funcionando justo gracias a él. Es él que arregla las tuberías, la luz y en general todos esos trabajos de mantenimiento. Es él que limpia, cocina, para que la cárcel se quede abierta. Es él que con su postura servil compromete a los demás, así convirtiéndose en un policía más del sistema. Sabemos que la amenaza más grande para la libertad no es su violenta privación tras el cautiverio, porque el cautivo puede luchar para ganársela de nuevo. La verdadera amenaza es la ausencia de pasión y de aprecio que tienes por la libertad.
En la cárcel, lo que mata todavía más que droga es el hábito y la rutina. El hábito de llevar puestas en tu cerebro unas esposas invisibles, el hábito de patio, el hecho de acustombrarse a los registros y traslados hechos sin aviso, de acustombrarse a las visitas detrás de plexiglás, a una tele siempre encendida…
Por ejemplo en Koridallos, en la cárcel más grande del país, hay más o menos 2.500 presos, puede que más, mientras que los carceleros en servicio nunca sobrepasan algunos 50, el modulo de tercer grado incluido. Sí todos estos encerrados se nieguen a cooperar con aquellos 50 carceleros, sí se nieguen a jugar el juego de zanahoria y látigo, entonces podrían derrumbar a esa cárcel en una noche, sea con sus uñas. Por tanto: negarse a cooperar y en vez de esto sabotear a sus procedimientos. Creemos que de todos modos ya se está llevando a cabo una lucha, una lucha que empezó hace bastante tiempo y sin nosotros. Desde la bomba contra el alcaide de cárcel de Kerkyra, por la bomba contra alcaide de la cárcel de Alikarnassos, los disparos contra un funcionario penitenciario de Koridallos hasta la paliza que recibió el alcaide de Avlona***, hay cólera, hay rabia, hay memoria… La cárcel es la piedra que el creador de la normalidad tira como inútil, pero ella puede convertirse en la piedra fundadora de un mundo nuevo. Los presos dignos, comunes y políticos, pueden juntar sus experiencias y convertir la cárcel en un laboratorio que creará los saberes y la consciencia, pueden convertir la vivencia de falta de libertad en un impulso para la lucha, pueden ellos mismos ser la chispa que incendiara a ese almacén de explosivos que son las instituciones penitenciarias. Sabemos también que la lucha contra las cárceles es una lucha por la vida que no sabe de fronteras ni patrias. El idioma mundial de violencia y privación de libertad escribió su propia historia sobre los cuerpos de presos. Recién 83 prisioneros murieron en una cárcel en Chile. Como represalia por los muertos de San Miguel, el grupo anarquista “Comando Vengativo 8 Diciembre” atacó al departamento de tecnología e informática de la policía, así enviando un mensaje muy claro: en esta lucha nadie está solo.**** “A las jaulas no se les hermosea, se les destruye!!! Por el fin de esta y cualquier otra sociedad.” (Monica Caballero, presa anarquista en Chile).*****
Queriendo coordinar la teoría con la práctica, pero también para mandar el Respeto, la Fe y la Amistad a nuestros hermanos P. Argyrou, G. Tsakalos y H. Hadzimihelakis (célula de presos de CCF), al anarquista revolucionario P. Masouras, a la anarquista K. Karakatsani, al antiautoritario-incendiario G. Skouloudis y a los 4 compañeros en busca y captura por el mismo caso, al honrado y genuino luchador anarquista G. Dimitrakis, al digno P. Giannou y a toda esa esplendida minoría de los presos comunes que no agachan sus cabezas y andan con el paso de la dignidad, hemos elegido como objetivo y decidimos de atacar el Tribunal Administrativo de Primera Instancia de la mafia judicial. Hemos cartografiado la zona, hemos calculado la distancia de la Clínica General para evitar que ocurre cualquier, sea el más pequeño, accidente, hicimos un seguimiento para ver cómo se mueven y cambian de guardia los policías en el puesto que tienen entre Tribunal de Primera Instancia y Tribunal de Apelaciones, hemos contado cuánto dura el oscurecimiento que empieza a partir de las 7:15 de la mañana cuando se apagan las farolas de la calle, hemos medido la frecuencia con que pasen cerca del objetivo los cerdos de brigada DI.AS., luego hemos expropiado unos vehículos que nos fueron necesarios y hemos pasado al ataque. Hemos montado un grupo operativo integro preparado para atacar en caso de cualquier enredo. Dos vehículos adicionales de apoyo fueron observando el Tribunal tanto antes de estacionar la motocicleta-bomba, como también durante la última fase, cuando uno de ellos recogió al compañero que ha conducido motocicleta-bomba. La disposición del grupo de apoyo seria someter al policía de guardia en el, poco probable, caso que se ese se diere cuenta de algo, pero también tomar de improviso a cualquier variable de fuerzas policiales (por ejemplo alguna casual control a la moto por parte de DI.AS. o de otra patrulla). La manera en que fuimos posicionados como también nuestra superioridad de armas nos daban capacidad de salir de cualquier problema y huir ilesos.
Como ya lo dijimos, cuando nos estamos refiriendo a las descripciones operativas de algunos de nuestros ataques, lo hacemos para desmitificar la inaccesibilidad técnica del Poder. Creemos que todo es posible, con tal que hay voluntad y organización. Somos los últimos para degradar el proyecto revolucionario a una lógica militar de “que gane el más fuerte”. Para nosotros no se trata de la cuestión quien tiene los soldados más disciplinados o los oficiales más hábiles, algo así lleva a la revolución a un escenario espectacular, alejándola de la vida cotidiana.
Nosotros simplemente lo que estamos diciendo a los enemigos de la libertad que hacen lo quieren, nosotros vamos a seguir golpeandolos, molestando sus intereses, rompiendo su tranquilidad, hiriendo su seguridad y certeza.
¿Qué vendemos? Nada.
¿Qué queremos? Todo.
Conspiración de Células del Fuego - Comando Horst Fantazzini
5/01/2011
Notas (agregadas):
* El policias que mató al Alexis Grigoropoulos el 6 de diciembre de 2008. Hace poco fue condenado a cadena perpetua.
** En las siguientes frases se utiliza un poco de la jerga carcelaria griega, pero puesto que la jerga de “dentro” es diferente en cada país hispanohablante, se ha traducido en un lenguaje de “fuera”.
*** Las acciones mencionadas no fueron reivindicadas por ningún grupo revolucionario, sino eran unos actos de venganza, realizados más probable por algunos ex-presxs. Obviamente, la prensa burguesa los calificó como “unos ajustes de cuenta por parte del llamado crimen organizado”.
**** Ver comunicado del Comando Vengativo 8 Diciembre, aquí.
***** Comunicado de Monica Caballero, ver aqui