El 5 de febrero, durante una audiencia celebrada en la prisión de Ensisheim donde continua encarcelado, fue considerada la última petición de liberación condicional de Georges Cipriani. La decisión del tribunal de aplicación de penas “antiterrorista” será comunicada el 24 de febrero.
Jean-Marc Rouillan fue trasladado el 26 de enero a la Central nacional de observación (CON) de Fresnes. Durante seis meses, tiene que someterse a múltiples exámenes por parte de “expertos” que pretenden juzgar su “peligrosidad”. Eso es lo que exige la ley Dati sobre la “retención de seguridad”, como condición previa para que pueda ser considerada su nueva petición de libertad condicional.
El 21 de febrero de 2010 se cumpliran 23 años que están presos Georges Cipriani y Jean-Marc Rouillan por las acciones realizadas como miembros de Action Directe.
Hace dos años que se consigió que Jean-Marc Rouillan fuera puesto en un régimen de semi libertad, última etapa anterior a la libertad condicional. Pero la justicia de excepción “antiterrorista” fabricó pieza a pieza un pretexto para perpetuar esa pena que ya estaba cumplida: bastó la interpretación de algunas palabras pronunciadas en una entrevista para volver a cerrar esa puerta tan brevemente abierta poniendo fin a diez meses de semi libertad estrictamente controlada, y devolver a Jean-Marc a la prisión a tiempo completo. El año pasado, habiéndose deteriorado su salud, le fue diagnosticada una grave enfermedad, rara y progresiva. Desde entonces ha pasado un año que Jean-Marc ha pasado preso, primero en la prisión de las Baumettes y después en el centro de detención de Muret donde fue trasladado el 27 de octubre, sin que se le haya prestado la atención médica especial que necesita.
En 23 años Georges Cipriani no ha podido disfrutar todavía de un solo día fuera de la cárcel. En abril de 2009 un juez le había asignado por un año un régimen de semi libertad, pero al oponerse la fiscalía, los jueces invalidaron esa decisión decidiendo tras 22 meses de procedimiento que su expediente, aceptado no obstante en primer instancia, ¡no era, según ellos, admisible!
Tanto Georges Cipriani como Jean-Marc Rouillan no han dejado de ser chantajeados para que renieguen de sus actos e ideas e incluso para que se arrepientan. Dos nociones que, sin mebargo, no existen en el derecho francés. Georges Cipriani y Jean-Marc Rouillan tienen que ser puestos en libertad. Por eso continuamos movilizándonos y manifestamos nuestra solidaridad.
¡HAGAMOS QUE 2010 SEA EL AÑO DE LA LIBERACIÓN DE GEORGES CIPRIANI Y DE JEAN-MARC ROUILLAN!
Colectivo “Ne laissons pas faire”
Además de la manifestación ante la prisión de Fresnes se han convocado para el mismo día concentraciones en Burdeos y Toulouse, y también, en días sucesivos, charlas-debate y proyecciones informativas en Estrasburgo, Grenoble, Dijon, París y Tours y se espera que se organicen también actos en otras ciudades francesas.
Para mantenerse al corriente de las iniciativas y conseguir más información:
http://nlpf.samizdat.net
http://www.action-directe.net
• 21 de Febrero de 1987. Detención de Joelle Aubron, Georges Cipriani, Nathalie Ménigon y Jean-Marc Rouillan. Fueron condenados después de varios juicios (1989 y 1994) a cadena perpetua , que equivale a una pena mínima de 18 años firme.
• El 16 de junio de 2004, Joelle Aubron recibió la suspensión de la sentencia, por razones médicas (ley “Kouchner”). Ella murió el 1 de marzo de 2006 .
• En agosto de 2007, Nathalie Ménigon, con discapacidad motora tras dos AVC (Ataque/accidente Vascular Cerebral) debido a las condiciones particularmente severas de detención, consiguió la semi libertad condicional. Un año más tarde, obtuvo la libertad condicional.
• En diciembre de 2007, se le concedió a Jean-Marc Rouillan la semi libertad condicional. Trabajaba en Marsella durante el día y de noche regresaba a su celda de la prisión Baumettes.
• Diez meses más tarde (1/10/2008) aparece en la revista nacional una entrevista, donde Rouillan expresó, en acorde a lo que se le preguntaba, sus opiniones sobre la situación social y anunció su afiliación y militancia a un partido político, que se estaba creando. Los condicionantes y normas del Tribunal le habían prohibido hablar sobre Action Directe. El lo sabía y el periodista, también. Cuando se le preguntó “¿Se arrepiente de los actos de Acción Directa, y en particular este asesinato (G. Besse)?”. Él respondió: “No estoy autorizado a hablar sobre ello. Pero el hecho de que no me pueda expresar ya es una respuesta. Porque es obvio que si escupiera sobre todo lo que hemos hecho, podría expresarme. Por medio de esta obligación de guardar silencio, se impide hacer su evaluación crítica real sobre nuestra experiencia”. Inmediatamente, una gran parte de la prensa, antes de cualquier decisión judicial, se le echó encima. La Misa (el teatro de la Venganza) se realizó: se confirmó la reincarceración, siguiendo los postulados de la campaña de los medios de comunicación
• Poco después, ya en prisión, Jean-Marc Rouillan cae gravemente enfermo. Se trata de una enfermedad rara, poco conocida, y progresiva, llamada Erdheim-Chester. No existe un tratamiento estándar para esta enfermedad, y la experimentación está prohibida a los reclusos. Jean-Marc Rouillan permanecerá sin atención eficaz mientras esté en prisión. Los únicos especialistas en esta enfermedad se encuentran en la Pitié-Salpêtrière en París; Jean-Marc Rouillan fue trasladado de Marsella a Muret, a 400 km. de París…
•Agosto, 2009, A Georges Cipriani se le niega la semi libertad condicional, que se le había acordado en un juicio precedente, después de la apelación de la Fiscalía. Se le echa en cara de hacerse llamar prisionero de Acción Directa, y de no arrepentirse de su pasado político.
En cuanto a Jean-Marc Rouillan, que tenía todas las oportunidades para evadir la justicia durante sus diez meses de libertad condicional, fue devuelto a la cárcel por tratar de expresar que no tenía libertad de expresión, es decir, por un supuesto delito de libertad de expresión. La negativa del arrepentimiento no es un llamado al asesinato, ni un signo de recidiva. El arrepentimiento es un concepto moral más cercano a un pensamiento religioso monoteísta del tipo judeo-cristiano que de una infracción del Código de Procedimiento Penal. La exigencia del arrepentimiento recuerda los más bien los procesos de la Inquisición que la aplicación estricta de las leyes de un Estado democrático y laico. ¿Es que se ha exigido a alguien otro una tal “mea culpa”!?
. En diciembre del 2009, Jean-Marc Rouillan presentó una denuncia por no asistencia a persona en peligro. La no asistencia médica es un delito real (en prisión o no).
Por último, es hora de liberar a los presos de Acción Directa.
No estamos pidiendo simpatía o apoyo a lo que fue Acción Directa, sino simplemente que los propios principios de un Estado, que se proclama laico y democrático, se apliquen.