Con fuego y barricadas saludamos a Diego Ríos
El miércoles 25 de noviembre, cerca de un centenar de individuxs nos reunimos en el pedagógico (ahora UMCE) para romper con el asqueroso orden social, el motivo que encendía nuestra acción era saludar y animar al compañero Diego Ríos, quien hace cinco meses decidió pasar a la clandestinidad, negándose a llenar ese espacio entre murallas y barrotes, haciendo de su fuga un golpe cotidiano contra la autoridad, haciendo de su vida una propaganda por el hecho, y una amenaza para quienes intentan perpetuar las bases de la sociedad.
Inherente a la acción emprendida por Diego, no podemos dejar de reivindicar al Punky Mauri, cuando ya han pasado seis meses desde aquella fría noche en que murió atacando a los esbirros. Compañero, seguimos aquí en guerra contra el poder.
Ya era la hora acordada y cada unx salió a hacer lo suyo, lo de todxs. Se prendieron barricadas en dos sectores de la calle Macul, la primera se realizó en la esquina más cercana a Grecia y la segunda en las afueras de la entrada principal de la universidad.
Las barricadas ya estaban encendidas, lxs guerrerxs en la calle y tanto bombas incendiarias como de pintura estaban listas para la llegada de los guardianes del orden.
Los gritos y las palabras para Diego y para Mauri acompañaban el fuego y ante la arremetida del carro lanza aguas se lanzaron las primeras molotov, entorpeciendo el avance de lo agentes, quienes intentaban esquivar las piedras y el fuego.
En la barricada de la parte central, los carros de la policía se encontraron con maderas y clavos que perforaron sus neumáticos. El constante hostigamiento de los cocteles molotov los obligo a pedir todo tipo de refuerzos, terrestre y aéreo.
Después de un rato, lxs guerrerxs nos reunimos en la entrada de la universidad para seguir dando la pelea, atacando a quien se nos pusiera en frente.
Al lugar, intentando captar alguna imagen, también asistió la prensa, quienes igualmente fueron recibidxs con piedras y fuego.
Los enfrentamientos se mantuvieron por casi una hora en donde cada uno de los ataques no dejo de apuntar hacia sus uniformes. Como era de esperarse, solo después de que nos retiramos del lugar es que se le hizo posible a la policía y a la prensa entrar al pedagógico, quienes se esforzaron absurdamente por encontrar a algún responsable. En su intento por encontrar a alguien los estudiantes de la universidad intentaron colaborar con nuestra captura señalando la dirección en que habíamos escapado, los lugares donde había ropa etc… Con cuidado que las delaciones se pagan y caro…
Al final la policía no logro detener a nadie.
PD: pedimos a la persona que saco fotos ese día que las envie a algunas de las paginas de contrainformación.