Acabo de recibir el volante que anuncia la muerte (=asesinato) de Diana Blefari Melazzi*… triste y duro.
Independientemente de saber que cárcel y muerte son consustanciales a nuestra elección de lucha y nuestro empeño combatiente, siempre causa dolor enterarnos del fin trágico de nuestrxs compañerxs (sean o no afines, sean o no conocidxs, etc.).
Sobre “el caso” de Diana me había enterado por la RAI 1 (televisión pública italiana)… Y digo bien: enterarme que no informarme porque la t.v. es un órgano integral de la propaganda del dominio. En este sentido lo que la RAI ha difundido sobre las circunstancias de su muerte y la figura de esta militante comunista es repugnante. A Diana la han asesinado tres veces: cuando la han encarcelado; cuando dentro de la cárcel la han aislado en el “41bis”; y, una vez encarcelada y aislada y muerta han pretendido enfangar su figura y persona/compromiso tratandola de arrepentida.
Como superviviente del genocidio FIES puedo entender perfectamente que cosas motivaron la drástica decisión de Diana… Y digo bien: decisión que no elección…
Eligir solo se elije cuando se es libre… así pues una persona privada de libertad decide qué hacer en base a las circunstancias en las cuales se encuentra. Si hubiese estado libre o en otras condiciones de encarcelamiento no habría decidido optar por dejar de existir.
Cuando se sobrevive peor que una bestia, aislado y costantemente bajo una fuerte presión psicológica; en un espacio agobiante, rodeado de criminales uniformados que te hacen sentir de mil formas que tú no eres nadie y no tienes NADA que esperar… cúal es la lógica?
La lógica y la finalidad de la cárcel, el aislamiento, las torturas y la propaganda del dominio es la muerte…
Quienes hemos conocido (y sobrevivido) la ferocidad despiadada de esta lógica no tenemos inconveniente alguno en declararle la guerra sin tregua a todo y todxs lxs que nos torturan, asesinan, violentan, etc.
Guerra a la guerra sin tanta retórica de mierda contra el sistema y sus socialfascistas de mierda…
¿Radical? Todxs lxs que buscamos hasta la raíz de aquello que nos embrutece, envenena, asesina y tortura nos radicalizamos inexorablemente.
Los muros de la cárcel son lo suficientemente altos como para permitir que el común de los mortales pueda echar una mirada en su interior y hacerse un juicio no mediatizado por propagandistas de lo que aquí (entre muros) sucede… Los departamentos de aislamiento (así como las varias formas de aislar) son lo más profundo y clarividente de este sistema selectivo de exterminio proletario.
Los mass-media están en manos de los enemigos de la Humanidad así pues es “lógico” que tampoco ellxs son “neutrales” en el curso de la guerra social (y lucha de clases… allá donde la clase tiene conciencia de sí misma como tal) y la “información”…
Las preguntas que debe hacerse siempre un proletario son: ¿De dónde viene la información? ¿Qué finalidad persigue? ¿Quién “elige” qué es noticia y porqué? ¿Qué intereses políticos y económicos hay detrás de cada proyecto organizado?
Pero… volviendo a Diana… ¿Qué es lo que no entiende “la gente” sobre su radical decisión de dejar de existir en un lugar donde no hay para la esperanza? ¿Qué diferencia existe entre que unx se ponga la cuerda al cuello o te la pongan los carceleros?
Nadie se pone una cuerda al cuello si conserva un mínimo de esperanzas… si a su alrededor tiene hermanxs que le/a cuidan y quieren, si en el calendario tiene fechas significativas que señalan momentos placenteros (una visita, una llamada, una carta, una cita de lucha, etc., etc… ) o divertidos en los que compartir sonrisas, palabras ideas…
¿Qué sucede cuando incluso dentro de la cárcel (lo que ya es un castigo suficiente) te separan (dispersan) de tus compañerxs y del entorno exterior donde viven las personas que te apoyan y aman… Cuando juegan perversamente con tu correspondencia, prensa, visita, llamadas telefónicas y demás “Derechos”? ¿Qué sucede cuando por fin comprendes que todo lo que tu puedes hacer es vegetar como una planta: sin agua, sin luz, sin sol, sin aire?
Para los estados-gobiernos occidentales y sus mass-media les resulta muy sencillo exigirle “Derechos Humanos” a países de Asia o Africa sin mirarse ellos mismos al ombligo… Como es la frase aquella del dedo y la Luna: unos miran el dedo y otrxs la Luna.
Cuando olvidamos que la “prosperidad económica” en la que hoy vivimos en “Europa” proviene de siglos de explotación imperialista y colonial en los continentes de Africa, Asia y América latina el discurso de “nuestros políticos” no puede ofendernos… Pero, cuando tenemos una clara conciencia y memoria histórica (clasista) todo el revisionismo y cinismo propagandístico del dominio capitalista nos hiere…
A mi personalmente me duele la pérdida de todx compañerx (aún no siendo afines) sea por las consecuencias de su decisión como por la acción directa o indirecta de nuestrxs enemigxs porque un/a militante revolucionarix no se “recluta” (como un soldado o policía/carcelero) poniendo un anuncio en la t.v. o periódico. Un revolucionario no se forma (o “uniforma”) en una Academia. El Militar, el Policía y el Carcelero hacen “su trabajo” por dinero, el revolucionario por convicción… El revolucionario no define su actividad como “trabajo” sino como empeño.
Podría escribir cientos de hojas explicando/diciendo porque debemos continuar el empeño y la lucha de todxs lxs caidxs a lo ancho del mundo y lo largo de la historia y ello/esto sin tanta “moderación” en las palabras, los argumentos como los medios…
Gabriel Pombo Da Silva
Aachen, 16.11.09
* Diana apareció ahorcada en la cárcel de Rebibbia (Roma) el 31 de octubre del 2009. Pocas horas antes le habían anunciado la sentencia de tercer grado, definitiva, a la cadena perpetua por su pertenecia a las Brigadas Rojas.
· Entrevista a Gabriel Pombo Da Silva por un programa de radio aleman.