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Francesco Gioia y Daniele Casalini, anarquistas y veganos italianos, actualmente secuestrados en la cárcel de Alessandria, serán juzgados el 1º de Octubre de 2009 en la aula bunker del tribunal de Florencia por atraco a una oficina de correo y asociación ilícita (el artículo 270bis). Han pasado más de 2 años en prisión preventiva, es más bajo régimen de alta vigilancia, con fuertes restricciones de sus derechos.
Nos llaman terroristas porque así catalogan a los combatientes revolucionarios y a los guerreros que se oponen a la arrogancia del capitalismo o de cada uno de los estados de cualquier parte del mundo.
Nos llaman ladrones porque así catalogan a los que, cansados de su explotación y la de los demás, deciden de tomar sin pedir una pequeña parte de las riquezas amontonadas en los bolsillos de unos pocos, y así paso a paso lograr la igualdad social.
Cierto, todo esto no puede ofendernos, ya que nosotros sabemos bien desde que lado estamos. En cuanto a la imputación de haber atracado una oficina de correo, y de haberlo hecho para financiar una asociación subversiva, esto será un asunto de nuestros abogados que nos defenderán. Nosotros, si el primero de octubre estaremos en la sala de la audienca no será, por cierto, para asistir al espectáculo de la justicia, sino solo y unicamente para verlxs a ustedes compañeros y compañeras que no vemos desde hace más de 2 años y quizás hasta cuando nos volveremos a abrazarnos, ya que el éxito del juicio no se puede dar por descontado.
Pero si algo es cierto es que las investigaciones y los años de cárcel no rasguñan minimamente nuestras ganas de combatir contra la explotación sobre el hombre, la naturaleza y los animales.
No combatir por el miedo llegar a la cárcel, quiere decir que se está en una cárcel, aún afuera de estos muros.
No combatir por el miedo a arruinarse la vida o un futuro a ser explotado quiere decir que ya nos estamos condenando nosotros mismos y a otrxs a una vida triste y a una muerte prematura.
No podemos evaluar nuestras posibilidades razonando y calculando nuestro compromiso en la lucha con el código penal en mano. Acaso, no merece la pena arriesgar la miseria que apretamos entre las manos para conquistar la libertad!
Francesco y Daniele.
Enviado por Culmine, corregido minimamente por LT.