A todas las Conciencias Libres:
En la mañana del jueves 02 de octubre fui detenido en mi domicilio por la P.D.I. El motivo fue una condena de 4 años y medio de prisión efectiva dictada por la Cuarta Fiscalía Militar de Santiago a raíz del ataque por parte de una milicia del Mapu Lautaro en contra de un furgón de carabineros en Cerro Navia para un aniversario de las Fuerzas Rebeldes y Populares Lautaro el 05 de octubre de 1992.
Antes de eso permanecí 11 años, 1 mes y 15 días ininterrumpidamente en prisión y luego 5 años más de cumplimiento penal bajo distintas medidas intrapenitenciarias, sumando en total más de 16 años, Sin embargo, Ni uno solo de esos, más de 5.840 días cuenta para esta ultima condena.
Chile es un país donde la “justicia” militar juzga a civiles y mantiene procesos abiertos por decenas de años, lo cual es un caso excepcional a nivel mundial.
El que esta injusticia suceda en pleno desarrollo de políticas publicas represivas y de criminalización generalizadas, no es un hecho casual. Siempre cualquier empeño y esfuerzo organizado o individual de resistencia y combate contra la paz social de ricos y explotadores ha sido perseguido con toda la fuerza, medios e impunidad del ordenamiento jurídico, político, policial y penitenciario de la concertación y sus sistema social fascista.
La solidaridad surgida desde las luchas de pobres y explotados es la mas eficaz arma de combate de quienes padecemos los rigores e injusticias de la prisión política en esta democracia al servicio de unos pocos. Es en aquella solidaridad surgida de modo espontáneo u organizado con clara conciencia proletaria, el lugar y espacio donde me reconozco e identifico. Allí se encuentran las convicciones y decisiones necesarias para arrancar ¡hoy¡ de manera urgente, a l@s PRISIONER@S POLÍTIC@S chilenos mapuche e internacionalistas desde las mazmorras del capitalismo.
PABLO MORALES FUHRIMANN
C.D.P SANTIAGO SUR,
13 de Octubre 2008.