Los 12 de octubre muchos pueblos de este planeta y sus habitantes no tenemos nada que festejar, porque esa es una fecha donde quedó marcada a fuego y sangre la explotación que Latinoamérica sigue padeciendo, con much@s de sus hij@s fuera de sus límites, obligad@s a salir de ahí fruto del expolio imperialista que antes se enriqueció cambiando espejitos de colores y hoy continúa, bajo banderas de unos colores y artimañas más sofisticadas como esta globalización, neoliberalismo y postindustrialismo , antaño bajo los colores de la corona española.
Como inmigrantes y como anticapitalistas vinimos para probar una mejor suerte en estas tierras, ya que los estragos causados por el viejo continente se palpan con la mano,
no pretendemos lo que la gran mayoría de nuestr@s coterráne@s, sino algo diferente, seguir combatiendo al capital y al imperialismo, al racismo que cada vez aparece de la mano de la crisis que supuestamente hemos generado la mano de obra barata que hemos venido a hacer los trabajos a los cuales poc@s quieren realizar, donde el trabajo precario, falto de “normas” de seguridad hacen de esta realidad algo únicamente comparable con los tiempos difíciles que Dickens escribió cuando veía lo que la industria realizaba sobre las capas sociales más bajas en los albores del capitalismo industrial hace ya tres siglos atrás, en esta misma europa del capital.
Este mismo capitalismo-neoliberalismo ha generado esto, no somos l@s proletari@s quienes tenemos que pagar por él, somos nosotr@s ya l@s que generamos su riqueza, por qué también pagar con nuestras carnes esta crisis l@s proletari@s y l@s inmigrantes?.
Ya demasiado hemos pagado deudas inexistentes con las riquezas robadas, y las futuras que van a destrozar entornos naturales de la mano de populistas en Sudamérica como el caso de la próxima alianza Chávez-Repsol donde esta empresa mata al pueblo mapuche por el oro negro, donde los monopolios siguen dejando espacios vacíos por donde pasa.
No queremos limosnas para volver a “nuestros” países, somos apátridas, no tenemos más frontera que los sitios que nos cobijan o donde un compañer@ nos brinda techo, sea de cualquier sitio y en cualquier lugar, no somos los artífices de lo que ustedes llaman delincuencia, delincuencia son los estados que niegan lo indispensable a las familias, los cuales en un continente y en otro son los culpables de que esas familias queden separadas por la lejanía ante la persecución del dios dinero para poder comer o tener donde dormir.
El capitalismo es el culpable de esta novela, no hay otra causa , no hay otro a quien destruir porque es él quien nos ha destruido, las formas, estrategias son muchas, una puede ser esto, tomando conciencia como inmigrantes de lo que somos, de dónde venimos, lo que queremos , lo que no queremos.
Inmigrantes, anticapitalistas y qué?