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Carta de Panagiotis Masouras, uno de los 4 en prisión preventiva por “el caso de Celulas del Fuego”.
“¿Estás temblando querida?
Temblarías más aún,
si sabrías donde te estoy llevando”
Turenne
Cautivo dentro de los muros del moderno centro de reformación para los infractores de la democracia. Los días, los meses, los años van a suicidar gradualmente, con la disciplina que se enfrenta a la orgullosa postura de los revolucionarios, los cuales están intentando de atrapar a lo imposible. Van a suicidar también los abrazos con el eco del fúnebre silencio de los presos sumisos.
Una guerra no oficial monta emboscadas por todos lados. Detrás de ella se esconden los intereses políticos y las apuestas entre los partidos. La frenesí de la desinformación y el cruel lavado del cerebro son un hecho dado. Los medios, estos saqueadores de tumbas, todo el tiempo y en manera metódica están martillando a las refinadas celdas del tejido social. Sedientos por más miedo y más inseguridad hacen llamadas a la sensibilidad social y por la colaboración para hacer el frente al “nuevo terrorismo”.
El eco de sus relatos desde los centros de gestión y de fabricación de morales y costumbres rebosa ya de las imaginaciones frenéticas.
La situación está muy clara. Una casa la llamaron “el piso franco”, las relaciones de compañerismo y amistad se convirtieron en “una organización criminal”, y las huellas dactilares encontradas por allí fueron presentadas como “las inquebrantables pruebas de culpa”, la culpa de ser miembros de la organización “Conspiración de Células del Fuego”.
Alguna gente sigue encarcelada y otros están en busca y captura, solamente a base de las huellas, mientras que cada vez cuando el grupo golpea, las autoridades germinan una nueva orden de captura. Se trata de un caso con cual preparan el terreno para afirmar con certeza a todo lo que no son capaces de demostrar a través de la lógica. Un terreno fértil, que en futuro les permitirá (tanto en nivel mediático como legal) meter los cargos a montones.
Después de nuestra detención las cosas han seguido en este modo. En diciembre, el Ministerio de Protección del Soldado* ha dado la orden para “retenciones preventivas”, asaltó al “piso franco” de ateneo anarquista “Resalto”, ha puesto el precio de 600 mil euros a las cabezas de tres compañeros nuestros, hizo declaraciones sobre las conexiones con “el crimen organizado” y sobre “la caja revolucionaria común”, habló sobre “la guerra”. Además, estableció la institución de “madero del barrio” y llamó a cada aspirante al soldado para colaborar por la causa de paz social y seguridad. También, intentó desmembrar al ámbito revolucionario, a través de socarronería de des-politización, hablando de un lado sobre “los ideólogos” y del otro sobre “los vándalos”. Consideraban que en esté modo las fuerzas revolucionarias por sí mismas van a conducir sus estructuras y sus bases hacia el sacrificio en el altar de la prosperidad social.
El objetivo del Poder no es ni la desarticulación de “Conspiración de Células del Fuego” ni tampoco “poner fuera del juego” a algunas personas concretas. Su objetivo es aislar y desactivar a todo lo que es “contra las reglas” y potencialmente revolucionario. Desde los grupos en cuales la gente colectiviza a sus individualismos, los ateneos, las casas okupadas, los bloques ofensivos de las manifestaciones, hasta a lxs potenciales nuevxs compañerxs combativxs.
Los juegos por debajo de la mesa no pueden asustarnos, ni tampoco nos dejan pasmados. Desde siempre conocimos a la precisión quirúrgica de los medios, que cada poder política esta usando a fin de des-ideologizar al ámbito revolucionario.
La exterminación y la venganza propios de la guerra juegan el papel principal, atacando a los puntos neurálgicos de nuestra experiencia cotidiana, la de dignidad y de nuestras conciencias radicalizadas.
Vamos a oponernos como enemigos a los carceleros de nuestras almas.
Los alaridos de la guerra tienen que ser escuchadas al mismo tiempo dentro y fuera de las rejas.
El ataque ahora, por todos lados, contra todo.
Para estar al lado de los en busca y captura, acusados de ser miembros de “Conspiración de Células del Fuego”,
Para estar al lado de los compañeros, a quienes han puesto precio a sus cabezas,
Para estar al lado de lxs presxs dignxs en todos lados.
Frente a frente con nosotrxs mismxs en cada momento.
Abrazando a la guerra.
Panagiotis Masouras
cárcel de Avlona,
febrero 2010.
Nota: * Se refiere al Ministerio de Protección del Ciudadano.
