Ha llegado carta: a nuestro hermano Diego Ríos


Ya se van a cumplir 8 meses desde que decidiste emprender quizás un viaje eterno, tratando de evadir lo más posible la cárcel. Recordamos como si fuese ayer el día en que vinieron a buscarte y qué alegría saber que no pudieron, ni aún pueden encontrarte. Nos damos cuenta del tiempo trascurrido cuando vemos a los pequeños, nuestros cachorros, a aquellos que alguna vez sentiste cómo se movían en la guatita. Nos gustaría tanto que los vieras, ellos nos alegran, motivan y llenan algo el vacío que dejaste.

El motivo de estas líneas es contarte un poco cómo van las cosas por acá, que lástima que gente que ni siquiera se le mueve un pelo con la ausencia de los compañeros -y no hablamos tan sólo de la generalidad (la ciudadanía)-, sino aquellxs que alguna vez se dijeron nuestrxs compañerxs, puedan leer estas palabras, pero gracias a la tecnología (que tanta explotación y destrucción de nuestra tierra trae) tenemos la posibilidad de que puedas leer (abiertamente, pero es lo que hay, por lo menos lo leen lxs compañerxs que sí sienten cuando uno de los nuestros decide tan difícil camino como lo es convertirse en clandestino) lo que te escribimos, qué contradicción (pero estamos en contradicciones constantes, en tensión, como tantas veces lo hablamos), como es el único medio que tenemos para que nosotrxs nos sintamos un poco más cerca de ti y tu de nosotrxs, no dudamos en ocuparlo.

La casita está linda, de a poco la hemos arreglado, hemos pintado la fachada que se realizó en una actividad que se enmarcaba en la Semana Internacional de Presión Solidaria por lxs Compañerxs Secuestrados por el Estado Chileno (cómo le gustaría al poder verte tras las rejas, que hubiese salido tu nombre en la propaganda, serías el estandarte de la “eficiencia” de la Fiscalía en el tan bullado “caso bombas”) además, hemos renovado algunos murales de adentro. El huerto y el gimnasio por fin van pa´arriba, en el huerto salieron porotos verdes, tomatitos, orégano y ya se vienen sus zapallitos; y el gimnasio está humildemente equipado y en uso. El año que pasó se siguieron realizando las discusiones que evaluamos de manera positiva, la biblioteca se ha ido nutriendo de material y además tenemos un blog.

Los cachorros están tremendos, el dinosaurito ya come sus primeras verduritas y está dando sus primeros pasos, el ratoncito tiene unos pulmones (ufff) y le están saliendo sus dientecitos. El piratín está todavía con su problema en el ojo, sin embargo se encuentra bien, no le falta su comida ni el tan necesario afecto, se nota que te extraña pero se cobija en nuestro cariño.

En este territorio y en todo el mundo se ha sentido la solidaridad (ojala que lo hayas visto en la red) de múltiples formas. Nos duele no poder escucharte, abrazarte y compartir contigo en la cotidianidad.

Es gratificante ver cómo tu fuga es expandida (porque tú decidiste convertir tu acto en propaganda) como una propaganda misma de ataque al poder; ver todo tipo de acciones (rayados, propaganda, sabotajes, etc.) que además de difundir las ideas antiautoritarias, solidarizan con tu acción cotidiana de evasión de la prisión. Es ahí cuando se materializa la trascendencia de tu accionar, tu fuga no pertenece tan solo a tu persona y a nosotrxs, tus hermanos (así lo hemos entendido), sino que a todos aquellxs compañerxs del mundo que se deciden y arrojan a destruir esta sociedad de dominación. Posicionarnos en guerra contra la explotación; intentar convertir nuestras vidas en una propaganda por el hecho, que expanda el amor incondicional a la libertad y el odio a todo tipo de autoridad; fue nuestra elección. Muchos son los hechos que estremecen nuestros corazones de dolor: la muerte del compañero punky Mauri, no tenerte cerca, los posibles allanamientos y detenciones que se produjeron y se llevaron a compañeros a la cárcel, como también los que puedan venir, el frente mediático y la presión sicológica que intenta generar nuestro enemigo en nosotrxs. Sin embargo, nos mantienen en pie nuestras convicciones, el apoyo de nuestrxs hermanxs, la solidaridad de los compañerxs, la alegría y pureza de nuestros cachorros. Nos llena de fuerza el saber que por lo menos estás vivo y en la calle, en algún lugar del planeta. Disfrutando del caminar, del viento en tu cara, de la lluvia mojando tu pelo o del sol quemante en tu piel.

Aprovecha cada momento (eso estamos tratando de hacer por acá), sintámonos orgullosos e intentemos estar alegres de no ser un esclavo de la mercancía, de no ser cómplices de la aniquilación de nuestra tierra y todos los seres vivos que en ella vivimos ya que negar a la explotación y al poder, es decir, hacerle frente llevándola al combate, significa mantenernos en pie de guerra a la dominación.

Negrito, sigue cuidando cada paso que das, aférrate al amor que muchxs de tus hermanxs y compañerxs te tenemos. Intenta no perder esa rectitud que siempre has tenido, esa moral que nos diferencia de la normalidad.

Sabemos que en cualquier lugar en el que estés vas estar atacando al poder, porque el capitalismo y su escenario: la sociedad, están en cada rincón de nuestra tan explotada y denostada tierra y sólo esa es condición para que queramos su destrucción.

Con muchos sentimientos encontrados, pero por sobre todo mucho amor y fuerza de tus hermanos y hermanas.

LA CASITA.

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