15 presas en huelga de hambre en Ezeiza, Argentina

03.Mar.09 :: Huelga de Hambre

Buenos Aires, 28 de febrero de 2009 (Especial Agencia Walsh) Las compañeras del Pabellón 8 de la Unidad Nº 3 de Ezeiza que estuvimos conviviendo con Silvia Romina Nicodemo hasta el día en que falleció queremos expresar nuestra verdad ante los medios, jueces, fiscales, policía científica y familiares. Necesitamos pedirles que ante un médico forense nos hagan extracciones de sangre y piel y otros análisis que fueran imprescindibles para el esclarecimiento del homicidio/ “suicidio” de nuestra compañera.

Necesitamos y queremos que los médicos profesionales tomen en cuenta nuestro pedido, tanto como el Juzgado federal Nº 2 de Lomas de Zamora, Secretaría Nº 5 y médicos involucrados en el caso.

Ponemos en conocimiento que a partir del día 27 de febrero de 2009 iniciamos una huelga de hambre seca, comunicándoselo por escrito al director del Servicio Penitenciario y las jefas a cargo reclamando implacablemente el esclarecimiento del homicidio/ “suicidio”. Exigimos que nos hagan los peritajes correspondientes antes aclarados y que los medios de comunicación nos den la oportunidad de expresarnos a las compañeras del Pabellón 8. Ya que únicamente somos nosotras las que podemos dar testimonios de los hechos reales vividos, el domingo 22 de febrero, en el que encontramos a nuestra compañera colgada de la ventana del baño del pabellón aproximadamente a las 4:30 de la madrugada.

El cuerpo de ella ya se encontraba muy frío con un color violáceo y sin ningún tipo de movimiento. Mientras que el servicio Penitenciario tardó 20 minutos en llegar al pabellón, las compañeras intentamos encontrarle señales de vida mediante tomarle el pulso, reanimación anímica, reanimación cardiopulmonar, sentir su corazón con las manos, poner el dedo en su nariz en forma horizontal tratando de sentir su respiración.

Reiteramos, todo esto sucedió en los 20 minutos que demoró el Servicio Penitenciario en llegar al pabellón. No se encontró ninguna señal de vida a nuestra compañera. Después del momento de entregarles a Silvia a las jefas a cargo, señoras jefa González de Seguridad Interna, señoras jefas de turno, hermanas Espinoza y celadora de requisa. Después de ésto quedamos desorientadas, indignadas, shockeadas, y muchas de nosotras nos descompusimos. Aún así fuimos encerradas individualmente en nuestras respectivas celdas sin ningún tipo de explicación, causándonos un ataque de miedo, nervios, etc.

? “Que nos abran las puertas”
Dentro de las celdas las compañeras empezamos a descomponernos y gritábamos en reclamo de que “se nos abran las puertas”, sin recibir respuesta alguna. Una compañera de desvaneció, la llamamos por su nombre, gritándole, y no respondía. Crecía nuestra desesperación, entonces, algunas de nosotras, no vamos a mentir, por la fuerza física, logramos abrir por nuestros propios medios las puertas y socorrer a la compañera que no respondía. Así fue entregada al Servicio Penitenciario. Fueron aproximadamente 5 compañeras las que pudieron salir al pasillo y que mediante patadas y gritos comenzaron a abrirles a las demás, y como no pudieron lograrlo una de nosotras inició fuego, incendiando una cortina desde dentro de su celda cerrada.

Y fue de la única manera que logró que vinieran a “desengomar” a las compañeras encerradas. Aclaramos que no fue con intención de autoagredirse ni dañar a terceros, compañeras ni al Servicio Penitenciario. En el pabellón se empezó a vivir un clima de miedo, caos y shock. Nos sacaron a todas después de vivir este momento, que es lo que tendrían que haber realizado desde un principio para que podamos contenernos entre nosotras.

Por eso estamos diciendo que al encerrarnos, el Servicio Penitenciario actuó inescrupulosamente ya que no pensaron que alguna de nosotras podía cometer una locura en el estado en que nos encontrábamos. Como por ejemplo, cuando quisimos sacar a nuestra compañera de dentro de su celda en llamas, ella no reaccionaba y una compañera la socorrió y la sacó. Luego de estos sucesos, nos sacaron del pabellón y nos incomunicaron a todas en una sala apartada donde permanecimos siete horas. Nos revisó una doctora y luego nos reintegraron al pabellón, menos a las dos personas que compartían con ella, que hasta el momento no sabemos nada de ellas. Desde ese día hasta hoy, pidieron cambio de alojamiento algunas compañeras, gente mayor y tranquila que estaba en el estado de shock. Y sospechosamente, después de 4 días pidieron su cambio a otro pabellón 4 compañeras juntas y se fueron en una manera callada y misteriosa.

Justicia para Silvia
Tenemos nuestras serias sospechas de quién pudo haberle hecho esto a Silvia pero no hay nada certero para poder acusarlas hasta que no tengamos pruebas escritas, de las pericias que corresponden en donde se comprueben científicamente nuestras dudas y las de sus familiares.

Por eso es que rogamos a toda la gente que por favor intervenga para que nos puedan hacer las pericias y análisis que corresponda hacer en estos casos para esclarecer este hecho. En este momento nos encontramos aisladas e incomunicadas de la población penal, sin que esto nos afecte en nada, ya que lo único que nos importa y esto con letras mayúsculas, es que SE HAGA JUSTICIA POR NUESTRA COMPAÑERA SILVIA. Reiteramos, para que se haga justicia, necesitamos que por favor nos ayuden e imploramos que se nos hagan análisis. Por favor, estamos desesperadas ayúdennos. Sin más que agregar estamos muy agradecidas a toda persona, entidad, que nos quiera ayudar.

Por último, nosotras creemos que el SPF tiene un alto porcentaje de culpa de lo que pasó con Silvia, ya que ella reiteradas veces pidió un cambio de alojamiento porque se quería ir de este pabellón y lo que hacían era ensañarse con ella, ya que cuando ella no se reintegraba la llevaban 3 días a los tubos (celdas de castigo) y la devolvían al mismo pabellón. Como dijo la madre: “Se la tenían jurada”. Porque nosotras mismas escuchamos cuando jefas y celadoras le decían que ella no tenía derecho a pedir nada por lo que había pasado (que le había pegado a una celadora el 31 de diciembre). O sea, si Silvia no hubiera estado acá, no le habría pasado esto.

Las 15 compañeras del Pabellón 8 de la Cárcel de Ezeiza
Agencia Walsh

Voces que atraviesan los muros y las rejas

Por qué
Porque la prisión murada nació con el capitalismo para control y disciplinamiento de los sectores sociales oprimidos.

Porque la cárcel es un depósito de seres condenados al aniquilamiento de su condición humana.

Porque los hombres y mujeres que la padecen, invariablemente, habitan el territorio de la pobreza y la rebeldía.

Porque no podemos derribar los muros y las rejas, pero sí atravesarlos con las voces de tantas compañeras, de tantos compañeros, quienes se hallan sentenciados al silencio y al olvido.

Porque de este modo podemos compartir con nuestros lectores, sus denuncias, sus tristezas y sus sueños, es que la Agencia Rodolfo Walsh promueve este sitio de expresión.

Porque las razones que nos impulsan, en conjunto, provienen del mismo dolor y de la misma terquedad en emprender el vuelo hacia un horizonte de justicia y libertad

Coordinación (rotativa): Rosana Trad

Fuente: AlasBarricadas

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